-¿Qué es que me miras tanto?- Me preguntó.
-Agh ya cállate, ni que fueras tan lindo- Le respondí resentida.
Lo siento Rubius, pero así es mi personalidad, si es que te gusta genial, si no, lo lamento.
El me miró con una cara pervertida
-¿Qué te pasa, tarado?- Le dije aún con los brazos cruzados.
-Dijiste tan- Finalmente respondió casi largando una carcajada.
-Eres...-No salían mis palabras- ¡Tan...! Agh, que te viole un burro.
Largo una carcajada enorme que nunca pensé volver a escuchar después de esa actitud fría que había vuelto a mi vida en forma de adolescente de dieciocho años. Era un alivio poder escucharlo reír, porque aunque me cueste admitirlo, me alegro de que haya vuelto ese tan tonto Rubius que recordaba en mis mejores y peores sueños y recuerdos. ¿Era yo la que realmente había cambiado? ¿Era realmente él quién me había hecho renunciar a mis dos mejores amigos?
-¿Qué me viole un burro?- Siguió con la risa ya casi con carcajadas ahogadas del poco aire que le quedaba- Mira que eres mona cuando te enojas.
Me limité a responderle con un bufido y una media sonrisa, sin mencionar mi estúpida cara sonrojada. En un momento el paró, y miro a lo largo de la ciudad. Me la pasaba estudiando tanto que me había dejado poco tiempo para ver la ciudad.
-¿Qué quieres hacer ahora?- Me preguntó un tanto confundido.
-¿Starbucks?- Sugerí.
-Muy hipster niñata- Respondió recogiendo un billete abandonado en el suelo.
-¡Entonces sugiere tú! Además te dije que no me gusta que me digas niñata- Le gruñí.
-Es que eres chaparrita, eso es tierno. Tranquilamente podrías ser mi hermanita.
-¡Ya calla!
Pasó mucho tiempo hasta que nos pusiéramos de acuerdo, finalmente decidimos que ir al centro comercial de la ciudad sería la mejor opción luego de ser botados por una estupidez del lugar. Cuando llegamos, las calles y los locales brillaban con las cosas y chucherías que vendían y ofrecían. Había una de esas chicas que reparten chocolatitos en las puertas, como bien obeso que es mi acompañante se llevó los chocolatitos restantes y no me compartió ni uno, dijo que después me compraría un helado para recompensarme. Pero entre tú y yo, lo más seguro es que se olvide. Entramos a un local donde vendían discos, cd y cosas musicales
Nos dividimos en ese momento para buscar algo que nos gustase. Llegué a una sección apartada de los demás cds, y ahí estaba, un álbum inédito de mi banda favorita, Sorakeane.* (Banda inventada por mí)*
-Es su mejor cd, ¿No?- Apareció una voz masculina.
Me di vuelta, era un chico bastante mono, ojos verdosos cabello negro, y llevaba un estilo algo así por decirlo, rockero.
-Ah...em...eso creo-Respondí tímidamente.
-¿Por qué eres tímida? Tranquila, no te haré daño- Me preguntó con una sonrisa en su rostro.
No podía parar de verlo, sus ojos se achinaban cada vez que sonreía y su sonrisa era inédita. Si bien no tenía hoyuelos, su boca se extendía dejando ver sus hermosos dientes que obviamente había pasado por los detestables brakets previamente.
-Ah...está bien- Le intenté sonreir.
-Mi nombre es Luke- Me extendió la mano haciendo una reverencia-¿Y tú nombre, mi princesa?
¿Princesa? ¿Escuché bien?-Em... Soy ___(Tn), mucho gusto- Timidamente le extendí mi mano para que posteriormente el la besara y se volviera a inclinar.
-Es broma- Me dijo.
Por alguna razón solté una carcajada muy liviana a lo que él acordó conmigo.
En un extremo de la tienda de cds pude ver a Rubius, estaba enojado y se aproximaba para acá. Esto no me daba buena espina.
Sorakeane
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Cuando estaba en la secundaria /Rubius y tu/
Novela Juvenil____ (Tn) ______ (Ta) es una chica común de secundaria básica. Vive con sus dos padres en una casa medianamente normal. Sus mejores amigos son Danilo y Azul, quienes siempre la acompañan hasta la escuela. Un día, un estudiante transferido de España...