Un triste consuelo - GEORGEMIONE one shot

Un triste consuelo

Hermione miraba preocupada a George, desde la muerte de su hermano, no había vuelto a ser el mismo, casi no sonreía, casi no hablaba, casi no respiraba, le daba mucha pena verlo así, parecía que George Weasley también había muerto y solo había dejado su cuerpo y algo de cordura. Debía hablar con él, ya no podía seguir ignorando todo esto como el resto de las personas.

El chico se levantó de la mesa y se dirigió a su cuarto, dejando la mitad de el almuerzo en el plato, como siempre, Molly se puso a llorar otra vez.

A Hermione eso le molestaba, lloraba mucho, todos aquí lloraban por él, pero nadie hacía nada, no intentaban ayudarlo. Preferían sentir autocompación.

Hermione pidió permiso para levantarse, ocultando su rabia, y fue al baño a lavarse los dientes, después siguió al pelirrojo, nadie lo notó demasiado, todos se ocupaban de Molly, como cada comida, de cada día, de cada maldita semana que pasaba desde la muerte de Fred.

Hermione: George - tocó la puerta suavemente, sintió como quitaba un hechizo silenciador.

George: qué sucede Hermione - preguntó desde adentro.

Hermione: ¿puedo pasar? - le preguntó con voz dulce, adentro todo estaba en silencio, hasta que sintió que quitaba el seguro muggle, quitaba los hechizos protectores y le abría la puerta - gracias - sonrió, él solo la miró, puso todos los hechizos que tenía y volvió a acostarse en su cama y mirar a la nada, antes podría haber estado pensando en que broma hacerle a la castaña o a otras personas, pero ahora, su mente era un lugar triste, como todo en esa pieza.

La habitación de los gemelos estaba gris, no por el color, porque todo seguía igual, si no por como se sentía estar ahí, nadie excepto George y Hermione habían entrado en esa habitación. A la castaña le invadió un sentimiento de nostalgia, de golpe volvió a sentir el dolor por la muerte del pelirrojo. Todas sus cosas estaban ahí, parecía como si fuese a entrar en cualquier momento. Pero eso no iba a pasar.

Era aterrador, eso le podría haber pasado a cualquiera de ellos, pero le pasó a Fred, ¿por qué? A Umbridget y a la reportera entrometida no les había pasado nada, pero Fred era un chico bueno, que merecía seguir viviendo. Su vida acabó en menos de un segundo, dejando solo la piel, pero eso ningún consuelo era. Los muertos están bien, Fred está bien, está en un mejor lugar, sin preocupaciones, al fin en paz.

El problema está en los vivos, que sufren al saber que no lo volverán a ver, nunca más verán su sonrisa tras hacer una broma, o escuchar su risa, o simplemente sentir su presencia, ya no volverá, eso eso duele.

George: ¿qué quieres? - le preguntó con voz irritada al ver que no decía nada, el antiguo George jamás le habría hablado así, había cambiado, vaya que lo había echo, y no para bien. A Hermione le rompía el corazón ver mal a los Weasley, pero sobretodo a George, esa vitalidad yacía en las paredes de Hogwarts.

Hermione: hablar contigo - contestó saliendo de su mente, debía mantenerse fuerte y no echarse a llorar, aunque después de ver esto, de este dolor que sentía, como si Fred hubiese muerto ayer y no hace casi un año, eso era lo que quería - ¿por qué sigues en esta habitación? Te hace mal - le preguntó, todavía no podía recuperarse totalmente, Fred ya no volvería, eso lo había asimilado, pero ver esto, hacia que la dolorosa y horrible esperanza volviera a su corazón. Y eso era lo que George estaba sintiendo todo los días.

George: aquí vivió una de las dos personas más importantes para mí, me hace más bien que mal - contestó, su voz no tenía ninguna emoción o vida.

Hermione: ¿quién es la otra? - preguntó curiosa y algo celosa, "no puede ser Hermione, no es momento para sentir eso, y menos por George, solo lo ves como un amigo" se regañó a sí misma.