❀ 𝒰𝒩 ❀

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Mi lobo se encontraba al borde del colapso y es que no era para más, ya que nuestra "supuesta" omega nos había abandonado esfumándose de nuestra vida como si nunca hubiese pertenecido a ella. Por pura suerte o no, aún no la había marcado puesto que, si lo hubiese hecho, estaría totalmente devastado. Y no es que no hubiese querido marcarla; de hecho, que ella portara mi resplandeciente marca en su cuello era lo que más anhelaba y es que ya llevábamos dos largos años de relación, sin contar que nos conocíamos desde que éramos tan solo unos niños que aún no conocían nada sobre el amor o las jerarquías sociales que se impartían en nuestro mundo, en pocas palabras nos conocíamos de toda la vida y fue por eso que tal vez llegué a la apresurada conclusión de que ella era mi alma gemela, que equivocado que estaba, ya que ella no pensaba lo mismo que yo. Y tal vez fue por eso que decidió que lo mejor era esfumarse de mi vida sin dejar rastro, desapareciendo sin razón alguna, dejándome a la deriva haciendo que me preguntara qué fue lo que había hecho mal.

Pero para mí lamento, la vida sigue y si quería seguir recibiendo un salario debía presentarme a trabajar en la escuela. Tenía un deber que cumplir y además estaba seguro que las clases servirían como un buen distractor tanto para mí como para mi triste alfa que aullaba lastimero en mi interior.

Mi primera clase era con el grupo de los del último año; los cuales se encontraban en la sala al final del pasillo. Cuando llegue a la sala número cuarenta y tres, ya todos mis estudiantes se encontraban en sus lugares a mi espera. La mayoría de mis alumnos eran alfas y betas mientras que un pequeño grupo se trataba de omegas, y esos pocos omegas se encontraban marcados con las feromonas de sus respectivos alfas, dándoles a entender a los alfas del lugar que no debían meterse con ellos.
cuando todos en el lugar se percataron de mi llegada, dejaron de hacer lo que estaban haciendo y de manera rápida el aula se quedó sumida en un completo silencio, como si aquella no estuviera llena de adolescentes. Había pasado aproximadamente un cuarto de hora desde mi llegada por lo que la clase ya se encontraba trabajando en una actividad del libro que momentos antes había dejado, mientras mi pobre lobo aullaba de tristeza en mi interior, anhelando el regreso de la que se suponía era nuestra omega. Mientras tanto yo me preguntaba cómo era posible que mi lobo llorara tanto por su regreso sabiendo de que nunca hubo un lazo que nos uniera, tal vez mi alfa había creado un pequeño lazo de dependencia con su omega, porque no encontraba una explicación lógica del porqué del comportamiento tan lastimero de este, comportamiento que empezaba a hartarme.

Tres delicados golpes en la puerta me hicieron salir rápidamente de mis pensamientos, por lo que me puse de pies y me dirigí hacia ella. Afuera del aula se encontraba la directora; una beta alta y de cabello castaño la cual todos a simple vista confundían con alfa debido a su porte y a la fuerza que imponía a simple vista, y al lado de ella estaba un pequeño omega de piel acaramelada, cabello castaño con algunas delicadas hebras doradas, era simplemente bello, pero lo que más sobresalía eran sus preciosos ojos azules como el mar. De manera instintiva inhale aire en busca de su olor lamentándome un poco a no poder captar ninguna feromona en el aire. Estaba seguro que aquel joven de delicadas facciones era un omega, podía no captar su aroma, pero algo dentro de mí lo confirmaba, sin contar sus delicadas facciones. "Parece un ángel" pensé rápidamente, y así como vino ese pensamiento a mi memoria rápidamente lo descarté.

Mi vista descendió por una fracción de segundo a la unión de su hombro a su cuello lugar donde debía ir la marca de un alfa y al percatarme bien, pude observar que el joven no tenía mordida y dos sentimientos se instalaron en mi pecho. De alaguna manera me sentía satisfecho de que aún no portara ninguna marca y a su vez sentí un poco de pena por él, ya que ahora tendría la atención de algunos alfas.
De inmediato sentí un ligero enojo ante ese último pensamiento pero debía mantenerme sereno sino mis feromonas de enfado empezarían a inundar el lugar.

-...Así que profesor Styles, este jovencito aquí a mi lado es Louis Tomlinson y estará en la clase con los de ultimo año. - A decir verdad, lo único que escuché por parte de la directora fue su nombre, ya que este resonaba como un eco por mi cabeza.

Y tras regalarle una gran sonrisa a Louis, la beta se fue, dejándonos a Louis y a mí a las afueras de la sala. Así que, para no hacer el momento más incómodo, me hice a un lado para que este pudiese entrar al que sería su nuevo curso hasta fin de año. Al pasar por mi lado, una leve brisa hizo que su cabello se hondeara un poco por lo que pude percibir un ligero olor a canela y a manzanas. Aroma que me dejó paralizado en la puerta haciendo que extrañamente mi corazón latiera de manera desenfrenada, haciéndome olvidar por un breve momento de todos los aromas que alguna vez en mi vida percibí. Sí aquel aroma pertenecía al omega de ojos azules, este portaba el aroma más delicioso que alguna vez olí. Olía a gloria y a esperanza.

Y mi lobo por alguna misteriosa razón se había quedado completamente tranquilo, como si momentos antes no se hubiera encontrado lastimero. Cuando Louis se presentó así mismo ante toda la clase, como era de esperarse, todos los alfas posaron sus penetrantes miradas sobre la delicada anatomía del omega, inspeccionándolo de manera lasciva y observando su cuello sin pudor alguno, sonriendo con complicidad al no ver ni percibir ningún indicio de que aquel omega estaba emparejado con algún otro alfa. cuando no vieron una mordida.

Louis de inmediato se percató de las feroces miradas que estaba recibiendo, como si él fuese una presa en medio de una jauría de leones, como reacción sus manos temblaron un poco y de manera instintiva se encogió en su lugar, haciéndose aún más pequeño de lo que ya era. Sus azules orbes rápidamente se dirigieron al suelo y como si las correas de su mochila fuesen lo único que lo afirmaban de no caer al suelo, se aferró con a estas hasta que sus nudillos se volvieron blancos de la fuerza que ejercía sobre aquellas correas.
Mi alfa, de manera inmediata se puso alerta y no pude evitar soltar un pequeño gruñido el cual no pasó nada desapercibido para la clase ni para Louis, puesto que de un momento a otro las miradas que antes se encontraban sobre el cuerpo de Louis, rápidamente se posaron sobre mí, así que no desaprovecharía la oportunidad.

- Como veo sus miradas les debo advertir que si alguien se atreve molestar o se atreve a sobrepasarse con Louis estará en graves problemas. - ¿Estaba molesto? Sí. ¿sentía la extraña necesidad de golpear a todo aquel que posó su mirada de manera lasciva sobre el omega? Sí. ¿quería perder mi trabajo? Definitivamente no, así que, para no sonar tan borde, después agregué - Estamos en pleno siglo veintiuno esta, clase de acoso y de problemas ya no deberían suceder. Ahora, Tomlinson, busca un lugar vacío y toma asiento por favor.

"Siéntate en mi regazo"

Abrí excesivamente mis ojos rogándole a los dioses que no hubiese dicho aquello en voz alta, pero para mi suerte, mi cerebro no había escuchado a mi lobo. Maldito traicionero, hace quince minutos atrás te encontrabas llorando y lamentándote por tu supuesta omega.

Antes de que Louis se sentará como se lo había pedido, este me sonrió un poco en forma de agradecimiento, acción que por alguna razón que no logro explicar con claridad hizo feliz a mi alfa, pero no voy a negar que también a mí me hizo un poco feliz y es que un poco de felicidad en este momento no se la voy negar a nadie.

"Gracias por hacernos un poco felices omega"

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 ☾ Espero que les haya gustado el primer capítulo. Es la primera vez que subí una de mis historias y la verdad estoy muy emocionada de esta. Llevo algunos capítulos adelantados y hasta ahora me encanta cómo está quedando, espero que les guste tanto como a mí. 

 Quise agregar pequeños pensamientos de los lobos, a eso se deben las negritas. 

Like Winter and Autumn leaves [omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora