Capítulo 5

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Juliana

Estaba en la habitación de mí hotel terminando de arreglar mí cabello, resulta que Valentina mando a alguien para buscarme en el aeropuerto. Desde ahí el driver tenía rumbo asignado y era este hotel que solo queda a una pocas cuadras de la galería.
Es hermoso el vestido que eligieron en la tienda, porque esa morrita pensó en todito...

 La dirección donde Val quería que fuera, era una tienda súper increíble para elegirme el outfits de esta noche. La neta desearía tanto poder compartir esta noche con ella, no hizo nada más que hacerme sentir maravillosamente.. Quién lo hubiera pensando, pero en verdad sólo quiero que esté aquí. Sería tan bonito poder agradecerle todo esto.

Minutos más tarde estoy llegando al lugar, es todo lo que espere y más ¡¡ No puedo creerlo!! Llegue a una sala de la galería donde el artista fue simplemente brillante. La forma en que se correlacionan las obras, parece que está contando una historia.

Cada sala son muestras impresionante, llegó a una donde solo son fotografías. Quedó anonadada ante la realidad paralela de la visión del artista, es como si en cada foto pudieras percibir el alma de la personas que aparecen en las imágenes. El brillo en los ojos, sus gestos faciales, la sutileza de las manos entrelazadas e inclusive cada lugar. Pueden Transportarte a otro sitio.

Mientras estoy perdida en este pequeño mundo que creo el fotógrafo, escucho...

-¡¡Buenas noches señorita!!...- fueron dos segundo que me quedé pasmada ¡¡No podía ser real!!

 Volteó rápidamente y me encuentro con una sonrisa tan brillante, aunque no más que el destello de sus ojos... Simplemente ¡¡perfectos océanos!!! Cubro mí boca por la sorpresa, lo deseaba, pero no creí que pudiera verla.

- Oye tú no piensas saludarme...- me dice poniendo sus brazos en la cintura expectante.

Un segundo después estaba lanzándome a su cuello para abrazarla. Yo no suelo hacer esto, pero me invadió tal emoción ¡¡Que felicidad me generó tenerla frentito a mí!! Cuando nos separamos, le pregunto todavía sorprendida de tenerla conmigo.

-¿Qué haces aquí? ¡¡No lo puedo creer!!....-le digo aún sin poder creerlo.

- En verdad piensas que me perdería algo tan importante para ti...- yo permanezco tan incrédula ante la situación. Pero una sonrisa imparable se dibuja en mis labios, de esas sonrisas que solo nacen cuando tu pecho se inunda de emoción y ya no sabes qué hacer con ella. 

- Pude organizar todito y mañana me regreso...-

 Obviamente volví a abrazarla... Neta jamás nadie hizo algo así y no me refiero a las entradas y todo lo demás. Si no a brindarme este sentimiento de apoyo, algo tan genuino. Esto no le sucede a Juliana Valdés. Yo nunca me sentí así de feliz fuera de mí entorno con mi familia.

Valentina me pidió que le muestre el resto de la galería. Fue extraño que no fuera acosada todavía, pero sin duda era cuestión de tiempo.

Llegamos a la última sala y todo era tan, quisiera ser lo más profesional pero la neta es que me supera... Eran pinturas enormes como si fueran murales. Tenían texturas, literal parecías caminar en esos senderos... 

 Pero una arraso con mi corazón, era mí playa, esa playa de mis dibujos con los cielos en contraste de ese azul... Tonos verdes, una línea alba entre rosado y violeta del atardecer casi acabado ¡¡ Perfección!! Yo solo quede mirándolo de pie exactamente en el centro y volví a casa... Me abstraje por completo de esa habitación y volví a mí hogar... Fue inevitable que mis lágrimas no cayeran.

Una nostalgia vestida de recuerdos se apoderó de mis sentidos y por instinto cerré mis ojos y estuve allí, de vuelta en mi tierra, en Colima. Sentí que volvía a mí tronco en la orilla.

En un momento percibo que Val me abraza por la cintura y apoya su mentón en mí hombro izquierdo.

- Hey ¿Extrañas tu hogar verdad?...- fue tan dulce y suave el tono que utilizo en su pregunta.

- Si yo tuviera que describirte mi hogar, estoy segura que haría un retrato así... Exactamente igual a este...- seguí absorta en la pintura de al menos dos metros de alta mientras respondí a la pregunta de Valentina.

- Lo sé, te recuerdo con total nitidez dibujándolos... Así te conocí...- en ese instante volteó a verla.

-¿ Lo recuerdas?- le pregunto.

- Por supuesto, como no hacerlo. Fue importante también para mí...-

En esa misma posición permanecimos observándolo unos minutos más, yo ya más calmada.
Val seguía apoyada a mí abrazándome, mientras yo le explico la técnica del artista. Que experiencia inolvidable fue está noche. 

Un mar de emociones de una sala a la otra, y por supuesto todo los premios se los llevó mí morrita y su entrada triunfal ¡¡ Que bella sorpresa!! La neta necesitábamos encontrarnos una vez más...
Nos fuimos del lugar cuando se percataron de su presencia y antes de que fuera más. Decidimos marcharnos, ya habíamos visto todo o por lo menos lo más importante para mí...
De camino al hotel moríamos de hambre, vimos un resto&café bien chiquito y convencí a Val de entrar.

Sé que ella no se expone a lugares así, creo que perdió la sensación de ser solo una persona más. Ese sería mí nuevo propósito, ayudarla a sentirse solo Val, lo hicimos una vez. No creo que sea tan difícil ahora.

En el café nos ubicamos en una mesita cerca de la ventana que es discreta de adentro hacia afuera. Mientras comíamos unos tacos y algo más, pude observar como ella miraba hacia el afuera viendo a las personas pasar. Simplemente tan libres en su andar, creo que esa nostalgia mía frente a la pintura la siente Valentina en este momento por su libertad de ser, de vivir así sin más en lugar de sentir que se expone... Por decirlo de alguna manera. Supongo que le pesa sencillamente salir y disfrutar sin pensar en fotógrafos, estar bien en sus outfits por las críticas o a veces los fans.

Nunca hablamos de cómo se siente, pero creo tener una idea en este momento.
Tomó su mano y la acaricio, ella me mira e inmediatamente se dibuja una sonrisa en nuestros rostros.

- Prometo que volveremos a tener nuestras aventuras cuando vuelvas. Conozco tantos lugar donde puedes simplemente estar ¿ Me entiendes verdad?- ella solo asiente con la cabeza.

Nos quedamos un buen rato, la neta nadie molesto. Pudimos terminar de cenar tranquilas. Creo que este día tenía que ser así.

No quería que se termine, pero Val debía volver al set. Ella ni siquiera dormiría en México, apenas regresé ahora a su hotel, toma una mochila y debe partir a LA por solo 2 semanas más.
Nos despedimos con un abrazo tan sentido, de esos que no quieres soltar. Le agradecí por 3 tres mil millones de veces en lo que llevaba la noche.
Se siente bonito volver a tenerla en mí vida, aunque en el fondo creo que nunca se fue. De eso estoy segura.

Mí océano azul (Elegida Para Los Wattys2020-2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora