• Capítulo 11 •

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Haru estaba un poco indignada por lo que leyó, creía que su clan era poderoso e invencible pero era todo lo contrario de eso. Débil, sin experiencia en batallas y lo peor, su mal control de sus técnicas los llevó a su extinción. Y eso era ella, no tenía un perfecto control de sus técnicas, cada vez que usaba sus tallos se cansaba a tal punto de desmayarse.

Sin embargo lo que más le interesaba era la muerte de la madre de los fundadores de su clan. Decía que nadie sabía con exactitud como es que fue su muerte, muchos señalaban a Indra como el responsable pero Haru tenía unas sospechas de quién pudo haber sido y si juntaba esos hechos con las palabras que le dijo aquella cosa negra en el bosque tenía que prepararse para lo peor.

Haru golpeó levemente con sus nudillos la puerta de roble del líder del clan Uchiha —¿Que pasa Haru? —una voz masculina, reconocible para la azabache sonó a sus espaldas.

Dando media vuelta se topó con el rostro del azabache de pelo largo —Vamos a dar una vuelta, hoy tengo el día libre. —le invitó neutra, quería olvidar un poco el asunto de su clan, ya tenía suficientes cosas en qué pensar que la estaban agobiando.

—Ahora mismo iba a entrenar un poco, pero tratándose de ti aceptaré. —Aceptó extendiendo su mano a la femenina —Vamos.

En aceptación tomó su mano y a pasos tranquilos y serenos empezaron su pequeño paseo tomados de las manos. Varias personas del clan los miraban un tanto sorprendidos, para ellos era extraño ver a Madara hacer ese tipo de contacto con alguien. Lo consideraban una persona fría y sin ningún interés en el tema del amor.

—¿A dónde vamos? —preguntó la Senju curiosa por saber a qué destino irían ahora que eran pareja.

—Tú invitaste, pensé que tendrías un lugar en mente. —dijo con razón, no tenía planes de salir a pasear, solo aceptó por qué Haru lo invitó.

La azabache tocó su mentón, se puso a pensar un lugar adecuado para pasar el rato. Pero era obvio que no tenía ningún lugar en mente, solo quería olvidar el tema de su clan paseando un rato con Madara. Pero no sé lo diría que literalmente lo estaba usando como distracción para olvidar sus problemas.

—No se me ocurre nada. —confesó cantarina mientras observaba como las personas de la aldea la miraban hostil. Les parecía sorprendente que la hermana del hokage salía con un Uchiha.

Madara dió un suspiro de molestia, le era increíble que estuviera enamorado de una mujer como ella —Tengo un lugar en mente. —De repente apresuró el paso hasta ir a un lugar poco transitado por personas.

 —De repente apresuró el paso hasta ir a un lugar poco transitado por personas

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—Aquí nadie molestará. —Llegaron a un pequeño lugar donde no había ninguna persona. Era extraño para Haru, en cualquier esquina o callejón de la aldea había personas pero este era distinto.

—¿Exactamente que haremos aquí? —cuestionó arqueando una ceja y tocando su cintura. Madara iba a contestar pero una niña sollozando interfirió.

El silencio de un secreto | Uchiha MadaraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora