[ One Last Chance ]

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Suspiró pesadamente mientras dejaba caer todo su peso en el respaldo de su silla, le había consumido horas editar las fotografías que había tomado el mismo día, a pesar de ser un proceso monótono era de los momentos que más disfrutaba; tomó el cigarrillo que hace unos segundos dejó en el cenicero y lo colocó entre sus labios, dando un par de caladas hasta terminarlo y finalmente apagarlo.


Parecía que su trabajo por fin estaba hecho y podía tomarse un descanso considerable y con eso se refería tener todo el día siguiente libre, estiro los brazos poco antes de levantarse y comenzar a guardar todo en su mochila.


— Tenemos sesión para mañana -sentenció desde el otro extremo de la oficina su compañero quien observaba como la expresión en su rostro cambiaba.


Y justo así las esperanzas de tener un día completo para quedarse en cama se vieron canceladas.


Sirvió el café dentro de su termo, sintió como sus párpados le pesaban, juraría sin dudarlo que se veía fatal, hecho que confirmo al verse en el espejo a su derecha, notó las ojeras que cargaba, menuda suerte la suya porque hoy sería un día largo y por lo menos quería estar preparado para las arduas horas de trabajo que se le venían encima, además de no haber conciliado el sueño la noche anterior, aún así estaba dispuesto a no cancelar la sesión que tenía programada en su agenda.


Se recargó en el mueble frente a si, suspirando pesadamente mientras su teléfono emitía un sonido particular, por lo menos unas diez veces seguidas antes de que pudiera ver de que se trataba, lo sostuvo en su mano derecha mientras observaba las notificaciones que se mostraban en la pantalla, una tras otra, rio para sí mismo cuando leyó el nombre del autor de todos los mensajes, pero cuando abrió la conversación, no fue tanta su gracia, sus ojos se abrieron en sorpresa cuando su compañero le informó que la sesión se había adelantado una hora, por tanto se le estaba haciendo tarde para llegar al lugar citado para la sesión, tenía que apresurarse si quería llegar por lo menos algunos minutos tarde.


Dejó lo que estaba haciendo de lado y tomó su mochila en cuestión de segundos y dejo el departamento, bajando las escaleras de manera intrépida, no contó con que uno de los últimos escalones lo hiciera tropezar abruptamente como para caer al suelo. No se inmutó y decidió seguir su camino, el problema fue cuando trató de levantarse, una vez apoyo el pie derecho en el suelo, se quejó del dolor y al alzar su pantalón obscuro pudo ver la contusión formada alrededor de su tobillo, se maldijo así mismo una y otra vez; no supo como pero logró ponerse de pie y así dirigirse a la estación y tomar el tren que lo llevaría a la prefectura de Kanagawa.


Durante el trayecto estuvo de pie mientras miraba la hora en el vagón en el que se encontraba, aún contaba con unos cuantos minutos, llamó a Shoya, su compañero de trabajo que probablemente llegaría unos minutos retrasado, pero que por nada en el mundo cancelará la sesión, una vez finalizada la llamada, llegó a la estación que estaba a unas cuantas cuadras del hotel donde se había acordado llevar la sesión de fotos a cabo, bajó del mismo y dirigiéndose a las afueras de la estación comenzó a trotar como pudo, miró el reloj en su muñeca de reojo, probablemente en su acto de desesperación el dolor de su pie se había hecho casi imperceptible, a pesar de cojear todo el rato.


─ ¡Por fin llegas! -exclamó Shoya en un tono de enfado, y no era lo de menos- El modelo lleva más de media hora esperando a que aparecieras, Yo-ka, no tienes la idea la clase de paciencia que necesite para explicarle que estabas en camino y... -el castaño se dio cuenta que el más bajo cojeaba e intentaba en vano disimularlo- ¿Y ahora qué te pasa?

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