Capítulo 8

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Shinso despertó, se sentía más cansado que nunca, comenzó a cuestionarse si en realidad quería ser un cirujano.

Recogió su móvil del piso, no sabía en qué momento lo había tirado, pero ahí estaba, lo desbloqueo para saber si había alguna novedad y nada.

Tenía un par de notificaciones en Instagram y por un segundo estuvo tentado a no abrir la aplicación, pero por obra del destino su dedo tocó el icono.

No tenía por qué hacerlo, pero buscó el perfil de su compañero de cabello verde y entonces notó algo extraño.

Fotografías de él y sus amigas, sus gatos, su comida y ahí entre fotos y fotos su propio rostro se repetía, parecía que Izuku lo apreciaba más de lo que él creía.

En cada foto Hitoshi parecía el mismo antipático chico despreocupado, pero Midoriya no, él lo observaba con grandes ojos verdes llenos de… ¿Qué podía ser?

—Idiota, mira a la puta cámara en una jodida foto… - Shinso se quejó incómodo al ver que su amigo lo observaba en cada foto.

—Enano idiota – Shinso sonrió y se levantó.

Con su típico semblante de muerte en vida, el muchacho recorrió el campus, no había tiempo de ir a la ciudad así que entró en un establecimiento deseando que no lo atendiera un rostro conocido.

—Buenos días qué te sirvo… Oh, hola Shinso – una chica castaña saludó detrás del mostrador.

—Americano muy cargado y sin azúcar ¿Cierto? – la chica se acomodó el flequillo mientras el muchacho la observaba sin expresión en el rostro.

—Aquí tienes – la chica le dio un vaso con su nombre decorado por un corazón   —Comenzaba a pensar que ya no vendrías.

El muchacho pálido extendió su mano con un billete en ella, evitando hacer contacto visual directo con la chica.

—Oh, descuida yo invito

—Solo toma el jodi… Solo toma el dinero, ya quiero irme de aquí – Shinso se contuvo, aún estaba avergonzado.

La chica tomó el dinero con el rostro sonrojado y se dispuso a darle el cambio, pero él se negó   —No lo quiero y por favor deja de actuar como si fuésemos amigos, no lo somos.

—En ese caso… - la chica lo interrumpió cuando se dio media vuelta dispuesto a marcharse   —Toma… - extendió su mano y aunque él no quería aceptó lo que ella le ofrecía.

—Llámame, tal vez podamos ser más que amigos – la chica sonrió y continuó con sus labores.

El de cabello morado se quedó en blanco, giró y se marchó de la cafetería   —Es una chica atrevida… - sonrió y continuó su camino.

Iida despertó temprano y como todas las mañanas, se duchó, desayunó, llevó a cabo su rutina de ejercicios, se duchó de nuevo y regresó a su dormitorio para estudiar.

Entró sin muchos ánimos y se llevó una gran sorpresa,   —¡Compañero Shinso!

El de cabello morado estaba sentado en su silla sosteniendo una aparente conversación muy entretenida en su móvil, mientras masticaba una de sus amadas mentas.

—Mierda, si que tardaste ¿Qué hacías? ¿Te depilabas la vagina? – Shinso se burló.

—No debiste entrar así aquí, no es correcto… - Iida observó nervioso una bolsa repleta de frascos con píldoras sobre la mesa de noche.

El de cabello azul corrió y haciendo su mejor esfuerzo las ocultó sin levantar sospechas.

—No te preocupes, no es mi estilo hurgar en las pertenencias ajenas,  ¿O acaso crees que robaré tu marihuana?

Sumisión [KatsuDeku] [TodoDeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora