_Enrique_Capitulo_4

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Existe una línea muy delgada entre hacer todo lo que sea por conseguir lo que queremos y la ambición desmedida.
He tenido muchas oportunidades de conseguir puestos en empresas importantes, pero lo que me piden a cambio no es ético.
Podré desear muchas cosas en esta vida, tengo muy claros mis principios, y aunque el camino que he tomado quizás sea largo, estoy seguro de que he elegido correctamente.
En mi mente solo puede haber espacio para acciones que ayuden a llegar a mis metas, no puedo perder el tiempo ni el de los demás.
Ahora solo queda continuar con lo que he elegido.
Siempre he pensado que mis desiciones y las acciones que tomo para conseguir mis propósitos, son lo que conforman a mí persona.

Si me hubieran dicho que terminado la universidad terminaría trabajando para la empresaria más importante del país jamás les hubiera creído.
Bueno quizás no estoy trabajando con ella directamente, pero sí para su hija.
La señorita Patricia parece ser una buena persona, pero admito que es muy rara.
Para empezar se desmayó en cuanto me vio, jamás había tenido ese efecto en las personas, pero cuando despertó pareció acusarme de algo, aunque no sé qué cosa, creo que me estaba confundiendo con alguien más, pero después de recorrer un poco el lugar y hablar un poco más sobre nuestras vidas, cosa que detesto hacer, la situación se relajó.

Ahora estoy aquí frente a la familia Galindo Altamirano. Con la empresaria más importante y su esposo, gerente de recursos humanos de las empresas de su esposa, bueno ex esposa, hace 2 años leí en una de las revistas de empresarios que la señora Gina y el señor Héber se habían divorciado, no se dieron detalles al respecto, pero lo que sí fue raro es que siguen trabajando juntos y parece que eso no les afectara.
El señor Héber acaba de llegar con una mujer muy guapa y joven, se ve un poco más grande que yo, pero más joven que la señora Gina.
Parece ser su nueva pareja, la señorita Patricia tuvo la misma impresión al ver a su padre que la que tuvo al verme a mí.
Parece que le está afectando ver a su padre con otra mujer, aunque creí que ya lo sabría, a menos de que no lo hubiera visto y que no hubiese mantenido comunicación con él, pero creo que me estoy consternado demasiado en algo que no me incumbe. Así que le pregunto a la señora Gina si necesita algo, pero ella me dice que será mejor que me retire, que me tome el día libre y que mañana me presenté en su oficina a las 8:00AM
Yo asiento y me despido de todos.
Salgo de su oficina y me dirijo al elevador, presiono el botón de la planta baja, el ascensor desciende, se detiene en el piso 13 y sube una señorita, creo recordar su nombre, Adilene, sí,  así me la presentaron hace unos días. Es una de las recepcionistas de este edificio, recuerdo que se comportó muy amable conmigo, incluso se ofreció a darme un recorrido por las instalaciones, creo que ella también me recuerda porque al verme sonríe, me saluda y se ve algo apenada.

Ya de salida.- me pregunta dirigiendo su mirada a mi portafolio.
Sí, la señora Georgina me ha dado el día libre, lo cual me parece algo extraño para ser mi primer día como empleado oficial.- respondo sonriendo.
Vaya, así que tú eres el nuevo asistente de la señorita Patricia, ha sido el tema del día aquí en la compañía.- me responde.
Para serte sincero, no sabia  que la señora tuviera una hija, bueno algo leí al respecto en una revista pero no le tomé importancia, además que no me hizo tanta gracia saber que sería el asistente de ella y no de su madre.- trato de explicarle.
Bueno es que la señora Georgina tiene años con la misma asistente, dudo mucho que quiera cambiarla, es una mujer muy preparada y la señora está muy complacida con su trabajo.- me explica ella ahora a mi.
No sabia eso, pero gracias por la información, y cuál es la razón por la que no vi a su asistente,  si es que sabes eso.- le pregunto.
Esta de vacaciones, hace 2 días se fue y creo que regresa hasta la próxima semana, pero no te pierdes de mucho, es una mujer desagradable, lo que tiene de bonita e inteligente lo tiene de odiosa.- me contesta.
Por qué lo dices.- pregunto nuevamente.
Porque es muy engreída, el ser la mano derecha de la directora general le ha subido el ego bastante, aún recuerdo cuando yo entré aquí hace algunos años, ella era  tan solo la coordinadora de recepcionistas de la compañía, pero cuando se ofertó el puesto de asistente para la señora Georgina no dudó en solicitarlo.
Gracias a su currículum y a su inteligencia lo consiguió, pero al día siguiente de haber obtenido el puesto, nos miraba a todos con desprecio, como si le repugnáramos, algunas personas se olvidan de dónde y con quién estuvieron, pero la misma vida que llevan los hace recordarlo tarde que temprano, espero que no sea tu caso.- me dice dirigiéndome una sonrisa.
Me siento un poco incomodo después de lo que Adilene me acaba de decir, no sé cómo tomarlo.
Eso no pasará.- respondo con amabilidad.
El ascensor se detiene en el piso 1 y le hago una seña para que salga primero.
A dónde te diriges tú.- pregunto
Ella toma lo que parece ser su bolso que una de las recepcionistas le entrega.
Estoy en mi hora de comida.- me contesta.
Solo que siempre dejé mi bolso aquí porque llegué algo tarde y necesitaba déjale unas cosas a Romina, ella es mi amiga, desde que llegué aquí me ha apoyado bastante y me pidió que le consiguiera unas cosas por internet, y como no las encontraba le dejé el bolso para que ella las buscará porque no podía llegar tarde si no quería que mi jefe me matara, pero creo que no debería dar tantas explicaciones, te voy a molestar y apenas estamos conociendonos.- me dice algo apenada.
No, tranquila, solo que yo también me dirijo a comer, no tengo nada en casa porque no he ido a hacer las compras así que debo de buscar un lugar para comer por el momento.- le contesto mientras nos dirigimos a la salida.
Yo conosco un restaurante que sirve una comida muy rica, está a unas cuantas cuadras de aquí, si gustas podemos ir juntos, así aprovechamos para conocernos un poco más.- me sugiere.
Yo acepto y salimos del edificio.
Caminamos hasta salir a la avenida principal que se encuentra saturada de tráfico, es el punto donde más se aglomeran los vehículos.
Caminamos hasta llegar a un edificio de 4 plantas.
Parece ser muy bonito y por el aspecto que tiene supongo que la comida de aquí es algo cara, casi siempre traigo algo de mi casa así que no suelo gastar tanto, espero que haya algo que se encuentre en mis presupuestos para calmar mi hambre.
Entramos al lugar y una mujer de mediana edad y traje azul nos conduce a una de las mesas.
Tomamos asiento y nos ofrecen la carta.
Examino el menú y veo para mí sorpresa que todo tiene un precio accesible, así que ordeno un platillo de filete de pollo con ensalada y verduras al vapor y una limonada con agua mineral.
Adilene  pide lo mismo pero cambia la limonada por una naranjada sin gas.
Ella me pregunta si estoy bien en mi primer día.
Yo miento.
No es para nada lo que yo tenía pensado, debo decir que me decepcioné un poco al saber que no trabajaría directamente para la señora Gina, pero igual es un buen comienzo.
Solo espero que la señorita Patricia me coopere para que yo pueda mostrar mis habilidades dentro de la empresa.
No sé mucho de ella, así que tendré que estar ante las espectativas.

Devo admitir que no es lo que esperaba pero estoy satisfecho.- le digo sonriendo.
La señorita Patricia es una excelente persona, bueno al menos recuerdo que lo era, no estás tú para saberlo ni yo para contartelo, pero antes éramos como mejores amigas.- me dice riendo.
Yo me sorprendo un poco, pero a la vez se me dibuja una sonrisa en el rostro, porque eso significa que Adilene la conoce, aún más que yo, y si voy a estar trabajando con Patricia por un largo tiempo, más vale saber qué clase de persona es.

Pues soy todo oídos.- le respondo

Y ella comienza a hablar...

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⏰ Última actualización: May 07, 2019 ⏰

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