El secreto de Hermione Granger.

Capitulo 3: Recuerdos.

Después de que la castaña, vio salir a Severus del despacho del director, no pudo estar mas tiempo en el lugar, se separo de la pared donde había sido arrinconada y casi besada, instintivamente se paso los dedos por los labios, cuando decidió marcharse, entro a la chimenea y se fue directamente en el ministerio, cuando apareció bajo las usuales llamas verdes, comenzó a caminar por el pasillo ya tan conocido, entre la gente que la saludaba con cortesía, y miradas de odio por parte de las mujeres, pues aun no superaban que ella estuviera casada con uno de los hombres mas codiciados, del mundo mágico, tomo el ascensor, y llego a su piso, camino hasta la puerta de su oficina, sentada detrás de su escritorio, se puso las manos sobre la cabeza, estaba muy mortificada, tanto tiempo le había llevado a aceptar la muerte del pocionista, para que ahora resulte que no murió, además de que cada vez que lo tiene cerca, es un mar de emociones, sin contar que cuando esta con Sirius le pasa lo mismo, no podía con eso, de verdad que esto la superaba, se levanto hecha una furia y arrojo un adorno de su escritorio, haciendo que sonara, estrepitosamente, después de ese momento, recordó que no estaba sola, así que se levanto y puso un hechizo silenciador, para después ir arrojarse al sillón se su oficina, tenía que calmarse, pero como hacerlo, cuando los recuerdos la golpeaban.

Inicio del flash back.

La castaña estaba en su 6 curso en Hogwarts, las cosa cada vez estaban peor, con respecto al regreso de Voldemort, había muertes, todo era un caos, estaba todo casi perdido, ella estaba verdaderamente angustiada, caminaba sin un rumbo fijo, pero de pronto el frio la invadió, levantando la vista se percato, de que estaba en las mazmorras, sorprendida sacudió la cabeza, realmente ese lugar jamás le había gustado, así que se dio vuelta, para marcharse, cuando de pronto, escucho unos quejidos, provenientes del despacho de su maestro de pociones, a la castaña le extraño, levanto su varita, y abrió la puerta lentamente, cuando entro vio una figura en el piso, estaba hecha ovillo a la castaña le extraño, y se acerco mas, cuando estuvo cerca de aquella figura, vio de quien se trataba se arrodillo cerca de el, este al sentir una presencia hizo lo primero que le vino en mente, la tomo del cuello, pues se sentía amenazado, con la presencia de alguien extraño, la castaña le golpeaba su mano, intentando zafarse, pero no lo lograba, de pronto la mano de soltó y se escucho un golpe seco, la castaña vio preocupada ese repentino desmayo, así que lo volteo para dejarlo boca arriba, la castaña se llevo las manos a la boca, y observo que la ropa del pocionista tenían sangre, y de su boca tenía un hilo del mismo color, así que cuando se disponía a revisarlo, sus manos se colocaron en su ropa, unas manos lo detuvieron negando, y señalando con gran dificultad una parte de la túnica que tenia puesta, la castaña entendió que debía sacar algo de ese lugar, y lo hizo tomo un frasco con una poción y se le entrego, este la bebió se quedo recostado una media hora, para después despertar y levantarse con dificultad, cuando la castaña intento ayudarlo este se negó, y lo hizo solo, estuvo de pie con dificultad.

-     Ya puede irse Granger creo que ya vio suficiente espectáculo,- dijo fríamente el profesor de pociones.

-     Pero no he querido molestar solo ayudarlo,- debatió la castaña.

-     Pus ya hizo mucho ahora lárgate,- a la castaña le dio miedo, su reacción asi que se levanto y se fue del despacho del malhumorado profesor, de pociones. Los días que siguieron a ese encuentro fueron hostiles por parte, del profesor, ya que veía a la castaña con cara de odio, mientras ella, lo veía con ojos de simpatía, jamás creyó ver de esa forma al gran Severus, pero no lo decía por burla al contrario fue una gran sorpresa, el silencio entre ambas personas era notorio, hasta un día dos semanas después, la castaña se quedo un poco más de tiempo, en el aula ya que tenía demasiados libros y debía guardarlos, estaba tan metida en sus propios, pensamientos, que no se percato de una figura vestida de negro a su lado, este le extendió un paquete frente a sus ojos, la castaña levanto la mirada y lo vio seria.