El secreto de Hermione Granger.

Capitulo 7: Reencuentro.

Este capitulo contiene leemon.

Cuando el joven de ojos grises vio la escena, sonrió esperaba que esos dos hablaran, pues ya tenía mucho tiempo que estaban en esa situación, el tuvo que soportar a su padrino hablar de cuanto había llegado a amar a la castaña, asi que cuando los vio bailando pensó que ese era su momento y si el podía ayudarlo lo haría sin pensarlo, por suerte sabia como despistarlos, corrió con su esposa y la tomo de la mano.

-     Amor toma este traslador y ve a la casa,- la rubia no pregunto pues no le interesaba, el porque su esposo le pedía tal cosa, pero por su forma de hablar, se percato de que era algo importante, tomo el artefacto y desapareció, el rubio camino hacia Sirius no es que le cayera mal pero, el prefería a su padrino con Hermione,- Sirius,- el merodeador volteo,- Hermione se fue con Luna a la mansión, Luna se sintió indispuesta y ella la acompaño, espero no te moleste, pero lo mas probable es que se tenga que quedar con ella toda la noche, asi que me dijo que cuidaras mucho a Isabella,- el merodeador entrecerró los ojos.

-     Gracias Draco dile que la veo mañana,- y con eso el ojigris se fue con sus amigos, mientras el rubio suspiraba y se desaparecía, cuando llego a su mansión, mando una carta a Severus para que le dijera a la castaña que tenían toda la noche, después de eso fue con su dulce esposa a dormir.

Mientras tanto en una casa en la calle de la Hilandera, una pareja aparecía, cuando estuvieron de pie, se soltaron ella vio el lugar donde estaban, por un momento creyó que aparecería en las mazmorras pero se sorprendió al notar que jamás había estado en ese sitio, suspiro. Todo se veía sucio, viejo como si a nadie le importara ese lugar, el pelinegro por su parte, odiaba ese sitio pero sabía que si iba a su despacho Dumbledore no dudaría en ir buscarlo, por eso había decidido llevarla al lugar mas deprimente que conocía, esa casa, donde había maltratos quejas, reproches, insultos que en ese lugar paso los peores días de su vida, aun veía ese espacio frente a la chimenea en que muchas veces había dormido, solo mientras su padre golpeaba a su mama. Movió su cabeza no quería que ese día fuera malo, a pesar de las circunstancias quería estar con Hermione, a pesar de que cuando la vio en brazos de otro, la entendió porque eso quería el, que fuera feliz, solo esperaba que no con esto no se alejaran mas, porque si ella estaba con otro, pero todavía podía conquistarla, cuando estaba cerca de la chimenea para prender fuego, pues vio que su dulce acompañante, temblaba escucho un golpeteo en la ventana, levanto la vista para ver una lechuza gris que conocía muy bien, se levanto para abrir la ventana y tomo su carta, después de eso la lechuza voló, tomo el pergamino y por la letra sabía que era de su ahijado, la abrió para leerla solo eran unas cuantas líneas.

Tienen toda la noche…aprovechala.

Pd- me debes una grande.

Draco Lucius Malfoy.

El pocionista le dio risa, la nota ese muchacho solo sabrá Merlín que rayos invento, pero ese no era su problema por el momento estaba tranquilo, tenia mucho tiempo para hablar con ella, cuando el fuego ardía, levanto su cuerpo para acercarse a la hermosa castaña que se abrazaba a si misma, no se había movido de su misma posición, el pocionista al notar que el frio seguía en el delicado cuerpo de ella, tomo su enorme capa, y se la coloco sobre sus hombros, cuando la soltó se permitió deslizar sus manos, sobre el cuerpo de la castaña, no podía evitar estremecerse, cada vez que la tenía cerca, a pesar de que la había tenido lejos, su cuerpo aun reaccionaba de la misma forma que hace 5 años, observo su delicada figura debajo de la capa que envolvía su cuerpo y le daba calor, cosa que prefería darle el con sus brazos y su cuerpo, ella era hermosa aun mas que cuando era estudiante, había cambiado mucho, su cuerpo de adulto era exquisito, pero no solo eso, su belleza física lo cautivaba como a cualquiera, ella era algo mas que una belleza indudable, era su inteligencia que le daba ese toque tan sublime, y aunque no lo admitiera su valor Gryffindor la hacía aun mas especial, el pocionista observaba detenidamente el cuerpo de su acompañante.