Capítulo 39

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Always.

Nobody said it was easy... it's sunch a shame for us to part...

Cantaba mientras ponía un poco de masa en la wafflera, amaba con mi vida esa canción y agradecía mucho que Justin tuviera el disco que tanto me gustaba de Coldplay, sonreí de lado recordando que él lo había comprado solo porque a mí me gustaba.

Justin bajo unos minutos después ya duchado, traía el cabello mojado y un pantalón deportivo, sin nada arriba, dios santo, eso debería ser ilegal. Se acercó a mí mientras yo partía algunas fresas, me dio un sonoro beso en la mejilla y sonreí aun más, le indique que se sentara para que pudiera servirle sus waffles.

Puse frente a él un plato de waffles y un vaso con jugo de naranja, regrese a picar la fruta y me sonroje cuando sentí la mirada color miel de Justin sobre mí. Tome valor y levante mi rostro para observarlo; Justin me miraba como si fuera la mayor maravilla del mundo, como si jamás me hubiera visto en toda vida y creyera que no fuera real.

—¿Qué?— le pregunte sonriendo de lado.

—Eres hermosa.— me dio una sonrisa aun mas grande que la que tenía antes. Me sonroje aun más y solté una risita de esas de las que me avergonzaba pero simplemente no podía evitarlas cuando se trataba de Justin.

—No digas esas cosas.— dije mientras ponía un plato con fruta al lado del de waffles. Me acerque a traer un plato para mí y me senté al lado suyo.

No pude concentrarme en comer porque aun sentía su mirada en mí, no es que me incomodara ni nada, solo que me ponía nerviosa, pero de una manera me gustaba. Justin soltó un suspiro pero yo no lo mire, luego soltó otro más sonoro pero seguí sin mirarlo. Lo conocía demasiado bien, quería llamar la atención pero no lo tendría tan fácil. Seguí comiendo y escuche un bufido de su parte, sonreí en mi interior. Cuando iba a tomar un trozo de fresa escuche un carraspeo por parte de Justin.

—¿Qué pasa?— le pregunte sin mirarlo aun.

—Creo que necesito tu ayuda amor.— me dijo con demasiada dulzura que me hizo sonreír.

—¿Y ahora qué te pasa?— me gire y deje de sonreír, lo mire con mis ojos entrecerrados y luego solté una risa.— Justin.

—Límpiame.— hizo un puchero y a mí casi se me derrite el corazón.

El muy menso se había untado accidentalmente la comisura de los labios y la punta de la nariz con miel, la verdad, se miraba de lo más tierno y tuve que resistir las ganas de tirarme sobre él y abrazarle como koala.

—Eres tan infantil.— rió y se acercó un poco inclinándose sobre la mesa.

—Límpiame.— repitió con el mismo puchero en sus labios. Negué con la cabeza y sonreí. Mi novio era todo un cursi. ¿A caso se podía pedir algo mejor?

Mientras limpiaba con una servilleta las mejillas de Justin él había soltado varias risitas y había negado cuando le dije que se había embarrado de miel a propósito. Termine de limpiar su nariz y le di un beso en la punta de esta, pero Justin fue rápido y me tomo de las mejillas para besarme en los labios.

—Sabes mejor que la miel amor mío.

¡Dios santo! Me había puesto más roja que las fresas que estaba cortando antes.

Cuando terminamos de desayunar Justin se ofreció a lavar los platos ya que yo había preparado el desayuno. Me senté sobre la barra de la cocina a observarlo y sin querer sonreí. Me imagine, mas bien, nos imagine a ambos viviendo juntos en nuestra propia casa, me lo imagine a él lavando los platos mientras yo alistaba a nuestros pequeños niños para que fueran a la escuela, imagine como ellos se despedían de Justin con un "Adiós papi" y como él les besaba la frente para luego regalarme a mí un beso en los labios. Dios, eso sería tan perfecto.

—Ángel.—me llamo Justin sacándome de mi bello sueño, haciéndome sonrojar un poco al pensar que el pudo haber sabido lo que estaba pensando, pero eso era imposible porque nadie leía mentes.

—¿Sí?

—Ven, bailemos.— Justin me tomo de la cintura y me ayudo a bajar de la encimera.— Eres una enana.— rió.— Pero así te amo.

Nos dirigimos a la sala y Justin puso esa canción que en un tiempo me aburrí de escuchar y en otro me sirvió para acordarme de Justin cuando él no estaba conmigo. Sonrió cuando la tonada de Always de Bon Jovi comenzó a sonar por el aparato, la verdad mi novio es muy fanático de la música vieja y eso no podría ser mejor.

Justin se acercó a mí y extendió su mano como todo un caballero para que yo la tomara, divertida negué con la cabeza y puse mi mano sobre la suya.

—Esto es muy cursi.— reí un poco.— Sabes que nunca hemos bailado.

—Lo sé, por eso debemos hacerlo ahora.— puso sus manos en mi cintura y yo rodeé mis brazos en su cuello.

—¿Ah sí? ¿Por qué ahora?— pregunte comenzando a moverme de un lado a otro junto con Justin.

—Porque sí, porque este momento es perfecto, porque esa es una genial canción, porque estás conmigo y yo contigo, pero sobre todo porque te amo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas al escucharlo decir aquello, lo mire con una enorme sonrisa y bese sus labios dándole un corto beso para luego posar mi cabeza entre su hombro y su cuello.

—También te amo Jus.

And I will love you, baby, always... and l'll be there forever and a day, always...

Seguimos bailando mientras la canción sonaba, prácticamente Justin bailaba y yo solo me dejaba llevar por sus manos. Me encantaba bailar, claro, pero ese tipo de música no se me daba y me movía demasiado torpe, me ponía nerviosa, era eso y que no estaba bailando con un chico cualquiera, él era el chico que me hacía suspirar a menudo, el que me besaba robándome el aliento, el que me cuidaba y siempre lo seguiría haciendo.

Levante la cabeza y mire a Justin a los ojos, él me sonrió y se inclino a darme pequeños besos que después de ellos me decía unos te amo que juro podría escuchar por siglos sin jamás aburrirme ni nada. Justin comenzó a subir y bajar sus manos por mi espalda, acariciándola, haciéndome sentir bien, tranquila. Jamás me había sentido mejor.

—Cailin.

—¿Sí?— dije mientras acariciaba su pecho con mi mano derecha a penas tocándolo, más bien rozándolo con mis dedos.

—¿Recuerdas cuándo me dijiste que querías hacer el amor escuchando el álbum completo de Lana Del Rey?— levante la mirada de golpe y el soltó una risa.— He comprado el disco.

—Idiota.— murmure.

—Me amas.— besándome en los labios. Yo sonreí.

—Te amo.— concordé.

Paramos de bailar cuando escuchamos el timbre de la puerta, mire a Justin y el sonrió.

—Debería de mirar, puede ser que sea algún recado para Luke.— asentí y me separé de él.— Vuelvo enseguida mi amor.

Suspire cuando Justin se acercó a la puerta y me tire sobre el sofá, tomando mi celular, debía llamarle a Josh, por estar de idiota enamorada no le había llamado.

—¿Dónde está?— escuche. Fruncí el ceño mirando la pantalla del celular, no estaba llamando aun. Levante la mirada hacia la puerta y me congele al verlo para allí frente a Justin.

—¿Alex?

Dulce Pecado ➳ j.bDonde viven las historias. Descúbrelo ahora