Der Dunkelmeister

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Yo como todo buen caballero crecí escuchando las historias de fieros guerreros rescatando princesas, protegiendo aldeanos y salvando reinos... Aburrido.

Siempre he pensado que es más divertido secuestrar a las princesas, perseguir aldeanos a lomos de mi caballo y ver reinos caer. ¿Qué mejor vista que una ciudad en llamas con la esperanza de la gente cayendo igual que sus casas?

Si ese soy yo Her Manfred Von Dunkelheit conocido por mis victimas como Der Dunkelmeister. Mis motivaciones son realmente simples, me divierte, pueden llamarme malo o cruel, de hecho me gusta, además la pregunta más importante de todas no es ¿Por qué? Si no ¿Por qué no?

Cuando comencé hace ya muchos años fue difícil, no sabía bien lo que hacía y casi fui vencido, pero como dice el dicho "El mal siempre triunfa" por lo menos creo que así dice y si no, no me importa.

En fin después de esa victoria todas han sido fáciles. Todos lo saben mi obscuridad cubrirá todo, tarde o temprano sus patéticas defensas caerán ante mi magnificencia.

Hoy es el turno de Sir Frederick Galgar. Su reino es estratégico para mis siguientes conquistas, tiene una mina de diamantes sorprendente y los más importante de todo... me cae mal.

Mi ejército avanza como una sombra que devora todo a su paso. Yo me encuentro tras ellos listo para entrar cuando caigan las puestas, lo cual será pronto.

El estruendo de la batalla es como música para mis oídos. Escucho un PUM y otro tras el primero, es el golpe del ariete que me abre las puertas de otra victoria. Finalmente las puertas ceden u mis hombres arremeten contra todo ser vivo. Sin prisioneros es mi orden, ¿para qué? Consumen recursos y ocupan espacio.

Entro imponente sobre mi corcel negro justo igual que mi armadura. Atravieso la ciudad matando a todo aquel que esta al alcance de mi espada, no discrimino hombres, mujeres, niños o ancianos sean civiles o soldados, solo son carne bajo mi filo.

Finalmente el castillo esta a la vista. Es bastante grande, tal vez lo haga mi base o tal vez lo destruya aun no lo sé.

Las puertas caen ante un nuevo embate de mi ariete. La matanza continúa.

En la sala del trono esta él, como siempre rodeado de guardias, primero caen los soldados que habían logrado sobrevivir, poco a poco los siguen los guardias reales y finalmente mi objetivo.

Esta parado frente a mi mostrando un valor que su mirada hace evidente que no tiene. Un golpe viene después de otro su fuerza decae por cada uno. Finalmente un golpe cortó su espada y su garganta. Su esposa e hijos le sobreviven.

Lady Margaret pelea para proteger a sus hijos y aunque es recia cae bajo mi espada al igual que su rey. Sus herederos prueban el filo también. Sin prisioneros he dicho.

Subo a la torre a alta del castillo, bajo mis pies el reino arde de forma gloriosa, otra victoria más. ¿Cuál debería ser el siguiente?

Der Dunkelmeister, El maestro del la obscuridadWhere stories live. Discover now