"Porque aún sabiendo que por mucho que nos quisiéramos no llegariamos a nada. Intentar hacer algo solo conseguiría hacernos más daño. Aún siendo los dos muy jóvenes, yo 20 y tú 18, sabiamos que era el dolor.
Todo comenzó hace tres años, me hacía bastante gracia tu expresión de resentido cuando me burlaba de que eras más joven que yo.
Eran buenos tiempos.
Tiempos tranquilos, donde tú podías sonreir con alegría en los ojos y no con dolor en ellos.
Quizás nos costó bastante admitir lo que sentiamos el uno con el otro, pero al final pasó lo que tuvo que pasar. Mis mejores y peores momentos contigo, y entre ellos estaba cuando detectaron que tenía un problema en el corazón, la cual no conocían y mucho menos sabían como curar.
A veces pienso que lo mejor hubiese sido no habernos conocido.
No hay noche que llore por ti, porque sé que tú te guardabaas las lágrimas para mi entierro y ese día está cada vez más cerca.
Y por mucho que sufra, en el fondo amé tus nomentos a mi lado, tu sarcasmo y tus besos.
Por eso en estos momentos te escribo esta carta, en mis últimos días, me arrepiento de no haberte dicho las suficientes veces que te amé con todo mi poblemático corazón y por ese motivo te deseo lo mejor en tu futuro, conoce a alguien que puedas amar sin dolor y que te pueda amar sin verte sufrir. Y cuando te sientas mal, mira las estrellas, tú ya sabes en cual te estaré observando y animando.
Gracias por este tiempo a tu lado.
Te amo."
El joven tras leer la carta, lloró. Ese día lloró todo lo que quiso llorar en su momento y no pudo.
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Suspiros relatados
Short StorySon pequeñas historias como suspiros algunas más cortas que otras con diferentes géneros