El niño del columpio

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Eran las 5:08pm y habían muchos niños jugando con sus juguetes. Vestían colores cálidos como el rojo, el amarillo, el naranja... En fin, todos estaban felices y contentos.

Pero al fondo, había un niño solo en un columpio. Aproximadamente tenía entre 7 u 8 años. Su piel era de color carne, sus ojos verdes no combinaban con el azul oscuro de su camisa o con la gorra que era una tonalidad de rojo que parecía sangre, el cual le tapaba desde la cabeza hasta la frente. 

Me dio curiosidad así que me senté en unas escaleras libres (sin baranda) para observarlo un rato antes de llegar a casa pero claro, sin que el niño se diera cuenta. Eran las 5:30pm y cada vez había más gente, más niños jugando a su alrededor. Me tapaban la vista así que decidí entrar al parque dónde se encontraba. Me ubiqué en una cantina que estaba a 5 atracciones de distancia del niño. Me senté, pedí una coca-cola, y mientras me la tomaba el niño soltó una lágrima, dos, tres, cuatro... once! las cuales fueron mojando la hoja arrugada que traía, cómo si lo único que le faltaba era romperlo en mil pedazos. Se hicieron las 6:00pm y más que curioso, estaba preocupado por el niño, así que me quedé ahí.

Se hacía tarde y la gente comenzaba a irse, quedaban algunos cuantos pero la mayoría eran más grandes.

Y ahí seguía el niño, limpiándose las lágrimas y columpiándose cada vez más fuerte, como si en algún momento le hubiera gustado soltarse del columpio y comenzar a volar cada vez más alto, lo intuí al ver cerrar sus ojos cada vez que el viento le pegaba en la cara. Por la violencia de sus impulsos, como un globo lleno de ira a punto de explotar, la gorra que tapaba su frente y su cabeza cayó al suelo dejando al descubierto la calvicie tan escondida.

Entonces, se bajó del columpio, recogió su gorra, y antes de subirse nuevamente, se percató que estaba siendo observado por un chico alto que estaba sentado en unas escaleras libres. Sí. Me vió. Lo que ocasionó que se soltara a llorar amargamente. En ese momento ya eran las 7:13pm.

Me sentía culpable por la tristeza del niño, así que me acerqué a el y me senté en el columpio de al lado. Le pregunté por sus padres, y no me contestó. Le pregunté que sucedía y comenzó a llorar cada vez más fuerte. Tiró su gorra a un lado, desnudando otra vez su calva. Recogí el papel arrugado. Era un historial medico sobre unos resultados. El nombre no se leía bien por las lágrimas que mojaron un poco las letras. Me fijé que además no tenía apellido, ni cédula de identidad, ni fecha de nacimiento, solo decía que era huérfano y al final decía:

Cáncer: 99,81%= sin cura

Sida: 98,19%= sin cura

Después de haber leído eso, todo era más claro. Voltié a verlo y lo vi recostado. Eran las 8:08pm y el niño se veía cansado y parecía dormido, así que decidí cargarlo y llevarlo a casa, el problema era convencer a mis padres para que se quedara esa noche con nosotros. Pero cuando lo cargué, una navaja sangrienta cayó al piso y, en ese momento, ví una llaga grande que comenzó a sangrar manchándome las manos. Estaba asustado. Intenté calmarme pero en eso pasó un carro de policía que al verme se bajaron rápidamente del carro y me comenzaron a rodear. Les grité que era inocente, que yo no lo había hecho.  En eso escuché a uno de los policías que con su boquitoqui dijo:

Rodeamos a las 8:30pm a un muchacho psicologicamente inestable que se intentaba suicidar con una navaja. Menciona a un cadáver inexistente.

- Descríbalo!- dijeron del otro lado del boquitoqui

- Alto, ojos verdes, piel carne, camisa azul celeste, gorra rojo oscuro en este papel a pesar de las lágrimas se puede ver su nombre, apellido, en fin datos personales y... dice... DICE QUE ES HUÉRFANO SEÑOR!

- Lo encontramos. Llama al manicomio...

El niño del columpioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora