Era una costumbre de muchos años que los viernes estarían juntos toda la tarde y se quedarían a dormir en la casa del otro; verían una película -escogida por el anfitrión- mientras comían palomitas y luego tendrían una tarde de videojuegos donde Jungkook siempre ganaría y Taehyung sacaría una excusa tonta sobre su fracaso en vencer al menor pero este reiría mientras le daba la razón para que su amigo no se sintiera mal.
Pero las costumbres cambian, este fin de semana sería diferente y Jungkook lo sabía, estaba dispuesto a decirle la verdad a su mejor amigo pero tenía miedo de su reacción.
⸙
–Entonces quería saber si quieres ir a mi fiesta, es mañana– sonrió el pequeño de mejillas regordetas. Jeon asintió enérgicamente –bien, entonces te veré en mi casa Kookie, adiós– Jungkook agitó su mano y vio a su amigo alejarse.
Jeon esperó a que su madre lo recogiera, tenía mucho sueño y lo único que quería hacer al llegar a su casa era tomar una siesta corta, se sentó en un banco y acomodó su mochila en sus piernas, veía los autos pasar pero ninguno era el de sus padres; cerró sus ojos un momento y se quedó dormido.
Haneul llegó en el auto y encontró a su hijo dormido en un banco; ella no lo había olvidado, el auto se había averiado y su esposo Seongjin la ayudó pero no tardaron demasiado, tan solo 20 minutos en los que su bello hijo Jungkook se había dormido.
–Kookie, cariño– llamó suavemente tocando el hombro del pequeño pelinegro, este se removió en su asiento y abrió lentamente sus ojitos –bebé, perdóname, el auto se averió y me tardé un poco.
–No te preocupes mami– Haneul alzó en sus brazos al menor, lo sentó en el asiento trasero del auto y abrochó su cinturón, cerró la puerta trasera, se adentró en el auto y empezó a conducir.
–Mami, Jimin hyung me invitó a su fiesta de cumpleaños mañana ¿puedo ir por favor?– hizo un puchero pero su mamá no lo podía ver ya que su vista estaba centrada en el carril.
–Está bien, llamaré a la madre de Jimin para saber más ¿está bien?
–Si mami, gracias– el trayecto continuó en silencio.
⸙
–¡Jimin hyung!– gritó el pelinegro al ver a su amigo que ya tenía 6 años, saltó a sus brazos y lo abrazó sin querer soltarlo –¡Feliz cumpleaños hyung! ¡eres el mejor hyung del mundo!– Jimin sonrió ante las palabras del más pequeño lo hicieron sentir muy feliz.
–Gracias pequeño Jungkook, ven– lo tomó de la mano suavemente –quiero que conozcas a mis compañeros y a mi primo Namjoon.
–Si hyung– el menor sonrió un poco tímido ya que no le gustaba hacer nuevos amigos (le bastaba con su hyung) pero con tal de hacer feliz a su hyung haría cualquier cosa.
–Él es mi primo Namjoon– el mencionado sonrió mostrando sus hoyuelos –ese otro es Kim Taehyung, es mi compañero de aula –el nombrado saludó con su mano alegremente enseñando su sonrisa cuadrada que llamó la atención de Jungkook –y ellos dos son amigos de Taehyung, el de sonrisa de caballo se llama Hoseok y el otro es Yoongi.
–¡Yo no tengo sonrisa de caballo!– dijo Hoseok que estaba avergonzado.
–Hola– saludo tímidamente Jungkook –soy Jeon Jungkook, tengo cuatro años, soy amigo de Jimin, lo conocí en clases de música y mi pastel favorito es el de chocolate– bajó la cabeza avergonzado por haber hablado de más, no le habían preguntado su nombre completo ni edad, ni cómo conoció a Park, ni mucho menos su pastel favorito.
