Miguel solo soltó un "chingada madre" y prosiguió a ver su celular esperando que su fallida amistad no lo llamara.
Hiro por su parte volteo a ver al hombre tras suyo como queriendo decirle "tranquilo me paso lo mismo :v", solo para encontrarse con una cabellera color café oscuro que emanaba un olor a shampoo Pantene, lo anterior le indicaba que Miguel era muy alto.- Ah... -
- Mmm?. - Miguel estaba por voltearse al escuchar aquel sonido y Hiro hizo lo mismo rápidamente, pues no quería que lo descubriera observando su bien cuidada cabellera.
El corazón de Hiro comenzó a latir bastante pues aquel acto había generado que se pusiera nervioso y se espera un "oye me estabas espiando?", por parte del mexicano. Pero dejo de hacerlo cuando el mencionado se volteo de nuevo.- Uff... - exclamó aliviado el nipon.
Aunque a decir verdad. ¿Por qué estaba tan nervioso?.Después de aquello, Miguel se levantó de su asiento tomando sus cosas, haciendo que Hiro pensará que ya se iba a retirar, pero fue mucha su sorpresa al ver que Miguel se paró junto a él pronunciando la siguiente frase:
- Puedo sentarme aquí?. -
Hiro abrió los ojos de sorpresa. Pero se dignó en responder.
- Eh. Si claro, adelante. -
- Gracias. -
Miguel realizó aquella acción mientras miraba con una sonrisa al japonés.
Hiro estaba extrañado por su acción pero aún así le devolvió la sonrisa.
Miguel se puso cómodo colocando la rosa que la amable mujer le había dado en la mesa, a la cuál Hiro se quedó mirando como si fuera una rareza, y es que, por donde Hiro vivía, no había muchas flores o vegetación, puesto que era una ciudad y debido a la situación de Tadashi, Hiro no salía mucho al parque o a las florerías de la zona. Además aquella rosa se veía muy roja y brillante, lo cual lo atrajo de cierto modo.- Te gusta?. - le pregunto Miguel mirándolo con su mentón apoyado en una mano.
- Mm? Ah, La rosa? Si. - le contestó.
- Bueno. Puedes tomarla si quieres. - le dijo Miguel con una expresión de alegría.
- Disculpa?. - le pregunto Hiro al moreno.
- Si te gusta puedes llevártela, la chica con la que estaba se fue y no creo que llegue fresca a donde vivo, además yo ya tengo muchas flores. - dijo Miguel tomando aquella flor y acercándosela a Hiro con la intención de que este la tomara como gesto de generosidad.
- Lo dices enserió?. -
- Sip. -
- Bueno. Muchas gracias. - le respondió Hiro tomando aquel pequeño objeto rozando la mano del hombre que estaba enfrente de él.
Acto seguido la acercó a su nariz oliendo su aroma. A Hiro le seguía pareciendo extraño el hecho de que aquel chico de aproximadamente 1.85 metros se haya tomado la molestia de sentarse junto a él y más aún de haberle dado el regalo que según Hiro escuchó era el premio de su solidaridad.
- Cuál es tu nombre?. - le preguntó Miguel sacando al otro de sus pensamientos.
- Hiro. Hiro Hamada. - le contestó poniendo la rosa aún lado.
- Eres de.. China?. - le volvió a preguntar Miguel haciendo una mueca de curiosidad.
Lo anterior le pareció extraño a Hiro, pues sabía que Miguel no era de San Fransokyo, pero definir a Japoneses, Coreanos o Asiáticos como "Chinos", era digno de un mexicano.- No realmente... Soy mitad Japonés y mitad Estadounidense. - le aclaro Hiro con la ceja ligeramente levantada.
- Ah. Perdón hehe. - pronunció Miguel con una mano en su nuca.
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Cita a Ciegas ☪️ Higuel [En Edición]
Romance"El amor es ciego y te casas con una manzana. :u" Es otra historia Higuel más... O tal vez no. ¿Porque no lo descubrimos juntos?.