Invierno » kth

Parte única.

Narra Taehyung.

Tomé el papel escrito por mí tan solo unos meses atrás, al principio con intención de romperlo, pero no pude evitar echar un último vistazo antes de deshacerme de algo que en un momento fue tan preciado.

"La primavera llegó. El frío del invierno ha casi desaparecido para traer consigo el cálido clima al que puedo acostumbrarme rápido.

Porque ella está conmigo.

La veo florecer al igual que los retoños de el jardín que alberga en mi cabeza. Ella es calidez, ella es primavera.

Podría sentir el calor abrazador que ella me proporciona por el resto de mi vida, sin extrañar el frío, sin querer que el invierno vuelva.

No tengo una estación favorita, pero si ella me acompaña, la primavera es la que más me agrada.

Y en verdad deseo que la primavera nunca acabe, que sea infinita; que ella lo sea."

-Era tan ingenuo.- murmuré doblando el papel, incapaz de romperlo.

Bufé tirándome sobre la cama, tomándome mi tiempo para respirar. Tapé mis ojos con mi brazo, deseando desaparecer. Pero no podía.

Aún si quisiera irme de ese lugar, el cual me traía tantos hermosos momentos junto a ella, no podía. Ni en cincuenta años, cuando mi memoria se nublara, yo podría dejarla.

Ella seguía conmigo, no podía dejarla.

Me levanté para tomar mi celular y mi billetera. Me aseguré de tomar un abrigo y guantes antes de salir disparado hacia el exterior del enorme edificio en el que vivía y comencé a caminar en rumbo a el local que visitaba cada dos semanas. Ese invierno en verdad se sentía muy crudo.

-Tae- saludó la señora Kang.- es muy bueno verte hoy, hijo.

-Hola señora Kang.- saludé sonriendo de manera cortés. Visitar ese lugar me traía muchos recuerdos, pero sobre todo, me subía un poco el ánimo.

-¿Las de siempre, cariño?

-No- dije negando con la cabeza para luego suspirar.- esta vez llevaré margaritas.

-Nunca antes pediste una flor diferente- se vió sorprendida.- espero que todo este bien.

-Sí, también yo...- murmuré para mí.

-¿Cómo te encuentras?- preguntó preocupada, haciendo un ramo con las flores que antes pedí.

-Mejor, creo- me encogí de hombros.- algo cansado.

-Comprendo- asintió entregándome el ramo.- es cortesía de la casa.

-Muchas gracias.- hice una reverencia antes de salir, pero ella me detuvo.

-Taehyung- me giré a verla.- abrígate bien, dicen que este invierno será el más helado en mucho años.

Asentí sonriendo ligeramente, totalmente agradecido con esa señora que llevaba cuidándome por mucho tiempo.

Tomé un autobús hasta mi nuevo destino. Respiré contra el vidrio, provocando que se empañara y escribí su nombre, esperando a que me recordara por siempre y que yo nunca la olvidara.

Unos minutos más tarde estuve bajando del autobús para caminar un par de calles hasta el lugar. Al estar frente a ella el aire en mis pulmones desaparecía, y en mi garganta se formaba un nudo que me impedía respirar correctamente.

-Te extraño- dije colocando las flores sobre la mesa junto a su camilla.- vuelve conmigo, por favor.- rogué sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas.