Pandiculación

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Lunes 14 de Noviembre ( un día atrás)


Estaba sobre el frio y húmedo suelo mañanero
mi cuerpo temblaba de frio
mi cuerpo temblaba de dolor
mi cuerpo temblaba... por aquel veneno dentro de mi
Una mano cubría mi rostro, quería cubrir aquella vergüenza, mi orgullo estaba herido, mi moral desvanecida y no sabia que pasaba, intuía lo que podía ser aquella calidez, una parte de mi lo sabia, otra la negaba y por mas que le diera vueltas en el fondo sabia la verdad, por ello
por aquel amargo dolor en mi vientre, lloraba, mis lagrimas corrían por mis mejillas, apretaba con fuerza los dientes, mi paladar se entumecía solo del coraje, sentía mi rostro hervir, mis puños se cerraban haciendo crujir las articulaciones, bufada del dolor, del miedo, por todo.

Cuando aquel gordo vio terminado lo suyo, salio de mi, sin darme tiempo de respirar o sin tener compasión, tomo mi mano, me arrastraba por el frio suelo sin piedad y sin hacer mucho esfuerzo de un tirón me arrojo a la calle.

-Si vuelvo a verte por Aquí puta no tendré piedad y te rebanare la piel-

dijo esas palabras, escupió al suelo sobre el que reposaba, el sol de la mañana apenas y comenzaba a calentar la tierra, no quería seguir en aquel lugar miserable, como pude me arrastre unos cuantos metros, necesitaba escapar de allí, pero no consolidaba las fuerzas para levantarme

- SIGUES ALLÍ PUTA? TENDRÉ QUE DARLE TU PELLEJO A LOS PERROS!-

 el tipo seguí allí vigilando

- LARGATE DE AQUÍ! -

el solo escuchar su voz producía en mi una extraña combinación de asco, miedo y en el fondo furia, quería arrancarle la cabeza con mis propios dientes, pero aun no.
con toda mi alma intente ponerme de pie, pero estos molestos zapatos me lo impedían, ayudándome de un poste, trate de incorporarme cual rata que escapa de morir ahogada en la alcantarilla, mis caderas se tambaleaban, mis rodillas temblaban, y mis piernas eran de papel, trate de dar uno, dos, tres.....
En el tercer pazo mis piernas no pudieron con el equilibrio de mi nuevo calzado, caí de golpe, aterrice golpeando directamente una rodilla, el golpe del hueso chocando contra el duro pavimento hizo eco en la calle, di un grito agudo,  volvía a estar en el suelo, sujetaba con dolor mi rodilla, el dolor era intenso, aquellas delicadas piernas era sin dudas muy frágiles, no podía moverme, fue entonces cuando recibí otro golpe en mi espalda, era ese cerdo inhumano

-Acaso pretendes quedarte todo el día? mueve tu culo gordo!-

cerraba mis ojos, aquellas crueles palabras corroían el orgullo en mi interior cual veneno sobre el hierro, sin levantar la cabeza y sintiendo su asquerosa saliva caer sobre mi, cabizbajo y con desesperación trate de quitar los broches de aquellas cosas en mis pies.
primero uno luego el otro, unas marcas rojas quedaron sobre aquella ajena piel blanca, nuevamente y con mucho dolor tanto físico como emocional trate de incorporarme, de a pasos pequeños y como me pude permitir fui alejándome poco a poco de aquel infierno, el sujeto aun seguía allí vociferando sus venenosas palabras, yo seguía con la cabeza baja y apoyándome de la pared cual bastón  paso a paso avanzaba.
Seguí con mi patético andar por lo menos 20 minutos hasta que llegue al cruce de una calle, no sabia a donde me llevaría, pero eso daba igual en estos momentos, lo que quería era salir de la vista del gordo, di la vuelta, el camino fue una tortura menor pero significativa, la sombra de los altos edificios se alzaban por todo el camino, se sentía mucho frio, sentía mis piernas congelarse, los dedos de mis pies estaban helados, el miedo de hace un momento hizo olvidarme de algunos detalles, pero avanzar así era mas rápido que con esas cosas.
Seguí avanzando, no sabia a donde me dirigía, pero el frio me comía vivo, decidí parar por un momento cercas de unas escaleras de piedra, parecía el acceso a unos departamentos, solo necesitaba recuperar un poco de calor y seguiría mi camino.
El suelo estaba helado, la roca apenas y conservaba el calor, pero el descansar los pies fue un verdadero alivio, abrazaba con mis manos ambas piernas mientras las juntaba y frotaba intentando conseguir un poco de calor

-Las sensaciones son muy .... reales, estas piernas-

Seguía frotando, tratando de dar un poco de calor a mis largas y delicadas piernas, un profundo dolor se hacia presente cada que rozaba una de las rodillas, era el lugar del golpe, conforme fui continuando me percate que algunos otros lugares tení...

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Seguía frotando, tratando de dar un poco de calor a mis largas y delicadas piernas, un profundo dolor se hacia presente cada que rozaba una de las rodillas, era el lugar del golpe, conforme fui continuando me percate que algunos otros lugares tenían sus rasguños y moretones, todos recientes.

-Oh Wendy?-

Una áspera voz me saco de aquel trance, al girar la cabeza en dirección del sonido pude ver que se trataba de un patético sujeto que vestía una gran bata verde con una gran barba rubia sucia así como un largo cabello igual de limpio que su barba todo con un potente aroma a cigarro.
Normalmente le diría que se perdiera, pero ni siquiera sabia quien era este sujeto, no quería mas problemas.

-Si vienes a ESO es un poco temprano mi amor, pero sabes que a todas horas soy tuyo jeje-

Aquellas palabras encendieron un poco la ira que llevaba conmigo, me puse de pie, le miraba con ojos de rabia
-PIÉRDETE ESTÚPIDO-
o .... eso quise decirle, cuando lo tuve enfrente el miedo se apodero de mi, le miraba a sus hundidos y amarillos ojos con esas estúpida sonrisa burlona, pero el  miedo no me dejo articular una sola palabra, QUE PASABA CONMIGO? debía decirle que se metiera sus palabras  por el culo, pero no podía si quiera decir algo, solo me quede allí mirándole mientras murmuraba sonidos incomprensibles.

-Anda mi amor con un mañanero tendrás para estirar esas lindas piernas-
tomaba mi cintura mientras me replegaba a su sucio cuerpo, miraba con horror aquello, me sentía un espectador de aquella funesta escena, quería moverme darle un buen golpe en los testículos y hacerlo pagar, en cambio, solo bajaba la cabeza, no sabia por que, solo aceptaba con tristeza cuando el apretaba mi culo, .... una lagrima se deslizo por mi rostro, si esto seguía su rumbo se repetiría lo que ocurrió al despertar, No otra vez....
-   N-noo-
musite casi tartamudeando y casi inaudible
el sujeto estaba volteando la mirada casi extrañado
-NOOOO VETE AL DIABLO-

Reuní todas mis energías, todo mi valor, le empuje con todas mis fuerzas
el tipo solo me veía sorprendido, no comprendía lo que pasaba, yo tampoco comprendía, pero si algo sabia bien es que no me quedaría allí a ser violado de nuevo, tome aquellos zapatos, un instinto superior a mi me obligaba a llevarlos, salí corriendo del lugar.
el dolor no me importaba, el frio quemando mis pies tampoco, el no saber a donde me dirigía era lo de menos, yo solo quería escapar de ese destino, por mas que escuche las suplicas y demandas del sujeto no me detuve ni siquiera a mirar, solo corría y corría, fue en un punto cuando ya no podía mas casi cruzando una avenida un auto me vio, el detuvo su movimiento, pero yo... no, estaba tan sumido en mi huida que aunque pude ver aquel vehículo no pude ordenar a este cuerpo que parara, ... choque, el resultado fue mucho menor en comparación a un derribo común, aun así el golpe estaba allí y yo estaba tendido una vez mas en el suelo, abrazaba con dolor mi vientre, aquel conductor estúpido acelero su paso y se perdió sin preocuparse por lo que me paso, Da igual no quiero su piedad.
Sabia que esa herida no me mataría, por desgracia, quisiera que lo hiciera, unas jóvenes que presenciaron el patético espectáculo, en el momento en que me golpee ellas dos estaban a mi lado tratando de llevarme una a cada brazo, preguntaba cosas como mi nombre y donde vivía en cambio yo les preguntaba

- Donde viven ustedes muñecas? -

Aquellas lindas chicas solo se miraron con ojos de preocupación, me llevaron hasta el otro lado de la calle junto a un gran árbol y me dejaron reposar en el, pese a sus insistencias de querer llevarme a un hospital yo me negaba

-al único lugar al que quiero ir es con ustedes a la cama mis amores, que dicen?-
las jóvenes solo se mostraron asqueadas, creyeron que estaba borracho y me abandonaron como todo el mundo

- Piérdanse Putas! quien las necesita-
solo por un momento lo había olvidado todo, solo  por un momento creí ser yo, solo por un momento olvide que no estaba atrapado en este cuerpo, y por solo un momento de ser un idiota, perdí la única ayuda que recibí en toda la mañana, eso me lleno de desesperación, sentí todo el dolor, mis pies sangrantes, el frio de la mañana, el dolor en mi espalda, mi costado golpeado y los muchos golpes que me acompañaban, estaba herido física y mentalmente y como estúpido que era deseche la única ayuda que he recibido.....
No lo soporte mas, quería morir, yo no quería verme así, no quería ser una mujer, tiraba de mis largos cabellos, no lo soportaba, el dolor no me importaba, al tallar mis ojos solo conseguía manchar mis manos.

-debo de lucir como una bruja-

Quería morir, lloraba abrazando mis piernas, no quería saber nada de este mundo que me lo arrebato todo.... entonces, algo que no espere, fue... una sensación cálida, sentía un..... un
un Abrazo, salí de mis pensamientos, y dirigí la mirada a mi derecha,  allí estaba el... era un ..
un chico de unos 15 años, me abrazaba y calidamente giraba su mano en mi espalda, era algo tranquilizador

-ven conmigo Wendy, July esta preocupada por ti-
 Sus ojos irradiaban una calma y tenían un aire despreocupado,  tipo
"hey descuida todo saldrá bien"
asentí temeroso, no sabia quien era el y si podía hacerme un mal, pero esa calma en su mirada me tranquilizaba, el me ayudo a levantarme, fue cuando vi que no era tan bajo, como pensé, parecía todo un chico grande, me tomo de la mano y aunque este hecho me pareció un insulto, pensé que después de todo, el solo estaba siendo amable
-Vamos todo estará bien, ahora estoy aquí contigo-
eran unas lindas palabras, yo le miraba con gracia, solo seguiré el juego de este chiquillo y veré hasta donde me conduce, luego.... me desharé de el.


En los Tacones de una ProstitutaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora