Prólogo: "La carta".

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Enero 27, 2018.

Querido Juan,

He de irme ahora, no hay espacio para mí aquí. Espero que puedas perdonar mis acciones insensatas, y olvidarme lo más rápido que puedas. Si te digo que nunca fue real lo que hubo entre nosotros, ¿lo harás más fácilmente? Quiero que sepas que no es tu culpa, simplemente fui yo quien no pudo soportarlo.

Sí, lo sé, puedes decir que soy mil y un maldiciones; un cobarde, un tonto, incluso un malagradecido, ódiame si así lo quieres.

La maldición que sufro a diario cuando asomo mi mirada por la ventana del aula de clases en la que tú estás es enorme y difícil de sobrellevar. Aquella sonrisa que me enamoró de ti, ¿sabes cómo me siento cuando se la dedicas a aquel hombre de los tirantes que de vez en cuando pasa a... dejarte papeles y esas cosas raras? Y no creas que no lo he visto, él te corresponde con la mirada, sus labios se relamen cuando estás frente a él...

Juan, Juan Salgado, ¿tienes claro lo que sientes por él, por mí?

A pesar de que tal vez sea así, a pesar de que tal vez estoy dramatizando, ya es demasiado tarde.

Cuando leas esta carta, ya estaré lejos de ti, lejos de él, lejos de su amor, lejos de todo, lejos del maldito Franco Español.

El propósito de esta carta no incluye revelar mi ubicación, algún dato o cualquier cosa con la que seas capaz de hallarme, aunque quieras disculparte. Ya no me importa si lloras leyendo esto, viviré con la duda de tu reacción.

Gracias, adiós.

No diré que te amo, porque no vale la pena si tu mirada no es mía.


Att.

Agosto.




Entonces, Juan rompió a llorar frente la caligrafía del hombre azabache de lentes y una sonrisa encantadora que alguna vez amó.

Y comenzó a preguntarse. ¿En realidad amó a Agosto alguna vez?


...


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⏰ Last updated: May 15, 2019 ⏰

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