Locura || ChenMin

Locura

𝓝𝓪𝓭𝓲𝓮 𝓿𝓪 𝓪 𝓼𝓮𝓹𝓪𝓻𝓪𝓻𝓷𝓸𝓼

Kim MinSeok es un chico muy hermoso, de tez tan blanca que si la comparas con la nieve notarás que tienen el mismo color. Sus ojos felinos y almendrados son capaces de hechizarte, de hacerte tropezar o eso es lo que Kim JongDae dice cada vez que tiene que describir a su esposo, sobre todo cuando tiene que hablar sobre su peligroso aspecto inocente, pero eso es algo que prefiere callar. Aunque JongDae no lo admitiera, su hermoso esposo le daba miedo. Actualmente a alguien más estaba asustado respecto a lo que Kim MinSeok pudiera hacer. Una preciosa chica de al menos veinticinco años estaba atada a una silla frente a una mesa con el rostro lleno de terror. La pobre mujer estaba amordazada para evitar que los gritos se escucharan hasta la calle. MinSeok estaba sentado a lado de ella con una enorme sonrisa que se le dibuja hermosamente en sus labios, el hombre estaba mirándola divertido. La mujer de labios rojos había llegado a la conclusión de que el esposo de su jefe no estaba cuerdo. MinSeok no parecía como los locos que aparecían en TV, el hombre se veía totalmente sano, en sus cinco sentidos, sólo que la locura brillaba en sus ojos.

—No te muevas tanto —dijo MinSeok de forma tranquila —. Si no despertarás a mi hija, te juro que, si la escucho llorar, te haré sufrir.

El tono amenazante que utilizó la hizo temblar. Enfrente de ella estaba una copa de vino, en una copa de toques dorados. La mujer estaba llorando de forma descontrolada, sus lágrimas se resbalaban por sus tersas mejillas. ¿Cómo había llegado a esa situación?

—No debiste haberte enamorado de mi marido —el hombre de hermosos ojos felinos tomó la copa de vino entre sus finos dedos para llevarla hasta la boca de la mujer.

Entonces recordó lo que había hecho mal, se enamoró de un hombre casado y le pidió una oportunidad para tener un romance. Recuerda el día en que llegó a la oficina, estaba nerviosa porque era su primer trabajo, sin embargo, cuando vio al hombre que estaba en la oficina se sintió atraída por él. Recuerda las palabras que cruzó con el hombre: "Buenas tardes señor Kim, mi nombre es Choi Eun Jun y seré su nueva secretaria" ese día, la chica parecía estar sonrojada al verlo. Ahora estaba tan arrepentida de haber cruzado camino con Kim JongDae y sobre todo de haber intentado coquetearle. Se regañaba mentalmente de haber intentado lo que hizo. Sobre todo, ahora que MinSeok estaba jugando con un cuchillo, el cuchillo estaba entre sus labios de color rosa, el filoso cuchillo no lo hería.

—Eres hermosa —admitió el hombre —. Pero no te durará esa belleza.

MinSeok le quitó la mordaza a EunJun, tomó su quijada fuertemente para abrirle la boca, colocó la copa en los labios de la mujer, el líquido se deslizó a la boca de la hermosa mujer, MinSeok la soltó y ella escupió, todavía tenía la osadía de atreverse a escupir el vino. MinSeok golpeó la mejilla de la mujer con la palma de su mano. La mejilla le ardía por tremendo golpe.

—Has cometido un error, querida —MinSeok tomó de nuevo la copa para tomar su quijada y abrirla, repitió la acción del vino y esta vez cubrió la boca para que la mujer tragara.

EunJun cometió el error de confiar en MinSeok, pues cuando se presentó a ella ni siquiera le dijo su verdadero nombre: "𝑀𝑖 𝑛𝑜𝑚𝑏𝑟𝑒 𝑒𝑠 𝐾𝑖𝑚 𝑋𝑖𝑢𝑀𝑖𝑛"  mintió porque quería acercarse a ella, además, así nadie se enteraría que el que la mató era él.

—Por favor, no se manche las manos de sangre, me iré de sus vidas, prometo no decir nada —la mujer comenzó a hablar rápido para salvarse —. Pero por favor, suélteme.

—Lo siento mucho, te di la oportunidad y la desaprovechaste —MinSeok se acomodaba sus guantes para tomar el cuchillo —. Morirás como la zorra que eres —MinSeok soltó una risita tierna para tomar el cuchillo.