Estaban tumbados en la terraza de Alba, callados, uno al lado del otro, sus manos estaban juntas, inseparables.
-¿En qué piensas?-dijo Alba mirando a Lucas.
-En que mañana no te podré ver.
-Es un día, además no puedo faltar a las clases de teatro.
De nuevo el silencio reinó, no era un silencio incómodo, simplemente era uno de esos tantos silencios tenian y que no les incomodaba.
-Y tú, ¿qué piensas ahora?-dijo Lucas.
Se miraron, Alba le besó en la frente, cosa que para ella era muy importante hacer, y le puso las manos en su pelo, enredando sus dedos con los rizos de él.
-Me apetece escaparme contigo. - dijo Alba sin más.
-¿¡¿Cómo?!?
-Sí, escaparme, ir a alguna playa dónde no nos sintamos observados, dónde podamos querernos sin miedo, sin prejuicios, querernos, sin más. Donde podamos hacernos felices sin tener que preguntar, donde nos podamos querer libres, porque me encanta cuando te sientes libre. Quiero vivir una aventura contigo. Quiero vivirlo todo contigo.
-¡Wow!Se te ha caído una lágrima y todo.-dijo él.-Me encantas.
Y de nuevo, el silencio, pero esta vez el silencio reinó debido a que ambos se durmieron, abrazados, soñando con la loquísima idea que habia tenido Alba, pero que les encantaba, al fin y al cabo, solo se vive una vez.
A la mañana siguiente, como todos los Viernes, Alba salía de casa corriendo para cojer el metro e ir a clase. Pensando en todo lo que le dijo el día anterior a Lucas. No se sacaba de la cabeza el poder hacer una locura y poder ser feliz. Quería, deseaba hacerlo, y no hacia falta tener que convencer de nada a Alba, cuando ella tenia algo claro, iba a por todas.
Le escribió un mensaje a Lucas:
~A las 15:45 en mi portal.~
Y así fue, a esa hora estaban los dos, puntuales, con más nervios de lo común, frente a frente.
Ambos sabían que se tenían que decir, asi que sobraban las palabras. Se fundieron en un abrazo, en el que ambos buscaban calma para no cometer el error de dejarlo todo, pero era tarde, sus miradas pedían a gritos la afirmación del otro.
