P.O.V Eiji
Era el día de ir a dejarle a la abuela la canasta. Ya que mi querida abuela estaba enferma pero había un problema mi hermana también había enfermado sin previo aviso.
Yo me negaba a ir a dejar la canasta en mis adentros, por que no me gustaba salir solo, y mucho menos si estaba por anochecer no tenía gratos recuerdos de ocasiones como estas, pero no me podía negar en voz alta sería incorrecto.
Acepté ir pero me quedaría a dormir en la casa de la abuela para no regresar de noche. No era una buena idea, pero era la mejor.
Al salir de casa mi madre me entrego lo que debía llevar.
-Eiji cariño, es hora de ir a la casa de la abuela-dijo mi madre y tomó mi mano vacía-No le des la canasta a nadie, y mucho menos hables con extraños-me dijo y tocó mi rostro con suavidad y delicadeza.
Yo asentí en forma de respuesta. No tenía gratos recuerdos de la última vez que eso pasó y por esa estupidez estamos aquí.
Cuando me iba alejando de casa me voltee para despedirme de mi madre. Mi madre al ver que había volteado, me gritó desde casa "Adiós Eiji, cuidate hijo", al escucharla le respondí con un movimiento de manos en forma de despedida.
El principio del camino fue pacífico sin ningún problema, un poco aburrido pero agradable.
Me senté bajo un árbol para descansar. Faltaba mucho para llegar. No estaba ni a la mitad del camino aún y ya me había cansado un poco, así que me quede ahí por poco tiempo.
Cuando me disponía a seguir escucho un ruido en los arbustos que estaban delante mío y me asuste mucho. Al poco tiempo salió de los arbustos un chico hermoso cabello rubio, ojos verdes como el jade y una piel blanca como la porcelana, pero que al parecer tenía una cola y orejas de lobo.
Parpadee un par de veces al pensar que era mi imaginación, pero ahí estaban ésas orejas y esa cola de color de su rubios cabellos que parecía como la luz del sol. Era espectacular el chico que estaba frente a mis ojos. Se iba acercando a mi lentamente mientras el se acercaba, mi corazón se invadía de temor a recordar momentos que jamás debieron haber pasado. El al quedar a pocos pasos de mi empezó a hablar.
-Hola pequeño, que haces tan sólo en este bosques-dijo con una sonrisa en el rostro y con tono suave intentando no asustarme.
- ... -estaba muy asustado como para responder, lo único que se me ocurría era correr pero mis piernas no respondían.
Al parecer ese extraño chico de orejas y cola, había notado mi temor así que decidió ser más cauteloso al hablar conmigo.
-No me tengas miedo pequeño, no te quiero hacer daño sólo te quiero ayudar-me arme de mucho valor para responderle.
-M-me dirijo a casa de mi a-abuela-tenía tanto miedo que no podía formular una planta bien y temblaba.
-O pequeño si puedes hablar eso me alegra mucho. Quieres que te ayude a llegar a casa de tu abuela-dijo aquel chico con sinceridad en su voz.
Estaba a punto de responder que "Si" pero recorde lo que mi madre me había dicho de no hablar con extraños y lo más doloroso lo recordé a el. Tenía miedo a negarme y que se enojara y me hiciera daño.
Me pregunto de nuevo y no sabía que hacer sentía que todo estaba mal, no se me ocurría nada ya que mis piernas no respondían. Tenía mucho miedo.
-Tranquilo pequeño no tiembles, no te pienso hacer nada malo-respiro y sonrío para calmarme -No me tengas miedo, por favor.
Aquel chico no quería que Eiji se sintiera con miedo hacia el, no lo conocía pero no le gustaba la sensación de tristeza que le provocaba que Eiji en especial le temiera. Esos sentimiento no le agradaba.
-N-no te-tengo miedo-trate de decir sin tartamudez, pero me fue imposible por el temor que me invadía.
-Tranquilo-Mientras me decía eso se acercaba más a mi, ya no pude resistir más y lloré.
-N-no se me-me a-acerqué por favor-lo dije con una voz entre cortado y suave, tenía demasiado temor como para alzar la voz y que me escuchara.
-No llores pequeño no te pienso hacer daño entiendes. Mi nombre es Aslan pero me dicen Ash, cual es el tuyo-lo dijo mientras me miraba fijamente con sus hermosos ojos jade.
-O-Okomura Eiji-dije con aún lágrimas en mis ojos.
Ash al saber el nombre de Eiji se alegro que aquel pequeño chico le hubiese dicho su nombre. En su rostro había una gran alegría con una hermosa sonrisa de oreja a oreja.
-Un gustos conocerte Okomura Eiji-estiro su mano para que yo la estrechase pero aún tenía miedo, decidí armarme de mucha valor y lo hice.
-El gusto es mio señor Aslan-Cuando nuestras monos tuvieron contacto mi temor hacia el desapareció me sentí tranquilo y muy protegido, al estar nuestras manos justas.
-No me digas señor y tampoco Aslan, dime sólo Ash-Me dijo con una gran sonrisa.
-Pe-pero no puede faltar el respeto a mis mayores señor Aslan-dije con un tono infantil.
-O pequeño no es falta de respeto es confianza y no me digas Señor aún tengo 17 años-hizo un lindo puchero como que si fuera un pequeño de 5 años.
-Esta bien "Ash" no te enojes-Me reí un poco por la escena anterior. No entendía como a alguien que le había tenido tanto me diera tanta confianza.
-Exacto, hací me gusta que me digas pequeño-tenia una gran sonrisa de ganador en su delicado rostro.
-Ahora me toca quejarme a mi, no me digas pequeño soy mayor que tú "Ash"-dije con una media sonrisa desafiante.
-Mentiroso-refuto, con un rostro de confucción.
-Como me puedes decir algo hací, me tachas de mentiroso-lo dije en una forma drástica, pero era un poco divertido.
-Claro que si como alguien con un rostro tan infantil puede ser "Mayor" que yo-se notaba que lo decía en forma de broma pero me hizo sentir un poco enojado y tristeza, eso me lo había dicho el y aún dolía. Lo único que atine a hacer fue asentir y sonreír.
Ash noto mi disgusto y se disculpó. No entendía por qué pero estar con el era distinto y muy agradable.
Tuve una gran idea para fastidiar a Ash. Me paré mientras me ayudaba de una mono de Ash, que me había tendido para que me tomara de ella.
Trate de quedar frente a su rostro, pero mi plan fue frustrado cuando me di cuenta que Ash era mucho más alto que yo y no me había percatado de eso. Ash se río al ver nuestra diferencia de estatura, yo me enojé un poco por eso no era lo que quería que pasara pero sabía que eso podía ocurrir. Yo no aparento la edad que tengo, me miro mucho más menor de la edad que tengo en realidad y mi pequeña estatura no ayudaba mucho.
Nos miramos a los ojos y nos reímos a carcajadas por el gracioso momento que estábamos pasando, me sentía muy a gusto con Ash no quería que ese momento acabará y por lo que miraba Ash tampoco quería que acábace.
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Hola
Les dejo una de mi locas ideas :3 la hice con mucho cariño <3 espero que les guste y me dejen su comentario para mejorar :)
Esta es mi primera historia así que disculpen mi nula experiencia...
Disculpen mi horrible ortografía y malísimo relato lo lamento mucho :(
Good bye, nos leemos luego. ^_^
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No deberías hablar con Extraños | Banana Fish
FanfictionLa querida abuela de Eiji esta enferma y su hermana menor debe llevarle la canasta con comida y medicina para que mejorar, pero había un problema su hermana había enfermado sin previo aviso y por ese imprevisto Eiji deberá llevar la canasta cuando c...