ATRAPADA #UniversoAwards

Capitulo 7

En cuanto sigo caminando escucho cómo unas chicas se van quejando de su traje y que se lo quitarán y eso me pone a pensar que si ya no lo utilizarán yo lo podría usar ¿o no? Así que decidí seguirlas hasta los baños.

Las chicas entran a las duchas conmigo detrás de ellas y se comienzan a desvestir.

―No es que yo no entiendo! Como a esos idiotas se les ocurre traer este disfraz ridículo con semejante calor. ―Dijo la primera chica.

―Si lo se Camila, pero....

―Pero nada si, es que por mi cuerpo nunca nadie podrá ver una gota de sudor eso jamás de acuerdo.

―Camila somos humanos en más de algún momento....

―Dije de acuerdo! ¿Entiendes o no te quedo claro aún? ― Dios! Esta chica es irritante, más que Isabella.

―Aja si lo que tú digas mejor apuremos que se nos hará tarde.

―Es lo que yo digo.

Al salir de mi escondite y ver que dejaron las ropas tiradas en el suelo, las tomé y salí rápido del baño para poder cambiarme y ponerme el traje que tomé.

Me queda un poco ajustado, pero está bien, salí del lugar donde me cambié y vi que había un alboroto de los estudiantes haciendo fila para entrar, corrí y me escabullí entre ellos que parecían bueyes que se amontonaba para entrar.

En cuanto mis piernas pasaron la gran puerta me sentía libre por fin podría disfrutar del castillo y nadie sospecho de mí cometido.

¿Solo me quedo pensando cuando las chicas busquen sus ropas y no lo encuentren...? Pero eso no es importante ahora lo que tengo que hacer es disfrutar del momento.

Todo esto es impresionante me quedaría a vivir en este lugar si pudiera.

Mientras estoy admirando la estructura del castillo llegaron los rumores de que unas de las chicas se quedaron sin ropa y había un ladrón.

Y es ahí cuando me doy cuenta de que me dilate más de lo normal y tengo que buscar la manera de salir de aquí o si no estaré en grandes problemas.

Mi única opción era salir por atrás sin que nadie se dé cuenta cambiarme y botar el traje en algún basurero e irme sin mirar atrás.

Pero vamos es imposible en este momento o al menos que este en Los ángeles de Charlie versión ultra, pero vamos esta es la vida real.

—Queridos visitantes les pedidos por favor que caminen hacia el aria de salida— Dios y ahora que mierda hago? si voy a la salida me descubrirán y se darán cuenta de que fui yo, pero y si no voy nadie se dará cuenta y me puedo ir mas tarde si, si eso voy hacer me esconderé en los baños.

****

Pasan las horas y todavía se escucha ruido afuera, aun no puedo creer que esa gente no se haya ido y esta señora ya lleva media hora arreglándose el cabello.

Y justo en el momento en cuanto pienso que nada podría ir peor mi celular suena asiendo que se escuche en todo el baño y yo por tratar de apagarlo se me cae en el inodoro y la señora empieza hablar.

—¿Quién anda ahí? — dice la señora, mierda ahora qué hago.

La pinche vieja metiche habré la puerta dejándome expuesta — Tu eres la ladrona por la que han estado haciendo todo este alboroto — Alto! ¡Alto ahí! Yo puedo ser de todo, pero no una ladrona.

— Escuche señora usted ya se ve que está más para ya que para acá, así que no perderé mi tiempo dándole explicaciones así que lárguese de mi camino.

Cuando intento salir de este lugar la vieja este se aferra a mi brazo y empieza a gritar como loca llamando la atención de las personas que se encuentran afuera del baño. Asiendo que todos entren y nos miren a ambas.

— Tú quién eres? — me grita un señor pelón.

—¿Quién se cree que es para gritarme a mí— Usted quién es? y no me grite.

— Soy el profesor y usted no es ninguna estudiante— Mierda me cacharon.

Luego de eso hicieron un solo alboroto mandaron a llamar a las chicas para que reconocieran sus ropas y ya se imaginarán todo lo que me dijeron esas tipas, pero con solo ver los pesados de telas que cubrían sus cuerpos no podía parar de reír.

Dijeron que llamarían a mis padres eso no me preocupaba a ellos nunca le importa que hago, pero cuando se dieron cuenta que no soy de aquí dijeron que me tendrían que llevar a la comisaría y es ahí donde mi mundo se vino abajo y era el turno de las chicas de reírse de mí.

Y es de esa manera que llegue a parar en este lugar.

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¡Hasta el próximo capítulo