Interrogatorio

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   Cuando el oficial Zalazar entró al cuarto el "sujeto misterioso" bajó su mirada al suelo y sonrió sin siquiera incomodarse ante su presencia aún sabiendo las preguntas que le haría ¡Nada más y nada menos que uno de los cuantos que querían saber de su vida y sus secretos! un hombre muy estimado por todos debido a su gran poder para resolver estos casos.

   En cuanto estuvo frente a él, subió su mirada. El oficial no generaba ningún sentimiento dentro suyo.

   Eran las tres de la madrugada y desde la tarde, no hacía más que llover. El oficial se puso incomodo al ver que no lo intimidaba, se sirvió un vaso de licor y tomo asiento frente a él.

   -Dígame "Sujeto misterioso" ¿Cuál es su nombre realmente? -Pregunto el oficial para dar comienzo a su trabajo.

   El "Sujeto misterioso" no cambió su rostro, con la misma seriedad que tenía respondió  -Mi nombre es Matías Jordán.

   El oficial lo escuchó y procedió a la siguiente pregunta -Bien Matías, ¿recuerdas como llegaste aquí? 

   Matías apoyó sus codos sobre la mesa, puso ambas manos en su boca y miro fijamente al oficial, observó detalladamente sus rasgos, sus ojos color café, su nariz levemente curvada hacía la izquierda, sus labios finos y algo que lo diferenciaba; una cicatriz en su frente que iba desde la ceja derecha hasta su cabello castaño oscuro. Quito sus manos de su boca para unirlas apoyadas sobre la mesa, respiró hondo y respondió -Bueno, no sé si se puede decir que lo recuerdo o no. Porque aunque no soy consciente de que pasó antes de llegar aquí digamos que hay algo en ti que me hace recordarte un poco mejor.

   El oficial sintiéndose aún más incomodo respondió -Entiendo, ¿Y recuerdas porque estás aquí?

   Matías con una tranquilidad extraña respondió -Claro, ustedes quieren jugar.

   -¿Jugar? -Respondió el oficial.

   -Sí, quieren jugar, quieren morir o tal vez simplemente no quieren vivir. -Respondió Matías.

   -¿Usted sabe lo que dice? -Respondió el oficial completamente desconcertado.

   -Si no supiera no lo diría, no suelo hablar cuando me estoy equivocando. -Respondió Matías mientras se echaba hacía atrás.

   -Sus palabras son fuertes para comenzar -Respondió el oficial que seguía incomodado por la situación.

   -Simplemente pienso poner un final antes de darle un espacio al comienzo, suelo hacerlo, me gusta jugar así -Respondió Matías entre risas.

   -Le diré yo porque está aquí -Respondió el oficial poniéndose un poco serio. -Usted está aquí porque su caso es especial, lo que voy a contarle pasó antes del verano, estoy seguro, porque las familias estaban con los planes para festejar la primavera cuándo sin aviso alguno fallecieron todos los niños de ésta ciudad y las mascotas de aquellos que no tenían hijos.

   -¿Y eso que tiene que ver conmigo? -Respondió Matías aguantando la risa.

   -Le explicaré -Respondió el oficial luego de un gran suspiro. -Esta ciudad es pequeña, solamente tiene 1.000 habitantes de los cuáles 194 eran niños. Todas las personas de ésta ciudad tienen familia muy apegada y todos se acompañan el uno al otro, todos son amigos aquí... y tú, tú eres la excepción, tú no sales de esa pequeña choza donde vives.

   -Entiendo... es gracioso -Respondió Matías con seriedad.

   -¿Qué es gracioso? -Respondió el oficial desconcertado.

   -El juego, me gusta mucho -Respondió Matías entusiasmado.

   -Esto no es un juego, es la vida real. Te diré lo siguiente, en cada hogar donde se encontró un fallecido tanto niño como mascota había algunas huellas tuyas, repito, tu no tienes amigos ni familia -Respondió el oficial de manera seria.

   -Bien, entiendo, ¿que más? -Respondió Matías entusiasmado y atraído por la historia del oficial.

   El oficial completamente confundido y sin comprender porque Matías seguía tomando todo como un juego preguntó -¿Ahora recuerdas un poco lo que pasó o sigues creyendo que es una historia que estoy inventando?

   -Cuando todo eso pasó yo estaba jugando -Respondió Matías entre risas.

   No entiendo a que te refieres con jugar -Respondió el oficial ya exhausto de no poder entender que pasaba por la cabeza del sujeto.

   Jugando, ¿sabes que es jugar? Realizar una actividad o hacer una cosa, generalmente ejercitando alguna capacidad o destreza, con el fin de divertirse o entretenerse -Respondió Matías con un tono de voz gracioso pero intelectual. 

El oficial confundido por no saber a que se refería con estar "jugando" respondió -No entiendo por donde iría tu juego pero veo que no eres del todo común. 

El oficial se retiró de la sala diciendo -Bien, continuaremos luego, mejor descansa un rato.   

Un loco en la ciudadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora