14. Escucha mi historia, y todo se hará realidad.

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Jongdae buscó el vino de verdad. Al menos por un corto período de tiempo. Después de eso, simplemente recorrió todo el vagón con la mirada y no hizo nada más que hablar del arte luchando contra la vida, del arte luchando con la vida, del arte luchando para la vida, como un converso a una nueva religión. No miró a Sehun ni se le acercó.

"No me gustan las historias que hablan solo de amor", dijo Jongdae en algún momento. Sehun asintió. "Hacen que el resto de problemas que existen suenen triviales, pero no lo son".

"Entonces, sugieres que deje al protagonista solo". Sehun se detuvo frente a un baúl de madera. Él acarició el polvo que cubría su superficie. "Desesperado e impotente". Abrió el baúl. Estaba lleno de juguetes.

"No es eso". Jongdae murmuró y retrocedió varios pasos. "Después de todo, es solo otro de los muchos caminos hacia el autoconocimiento". Su voz cada vez sonaba más lejos. "Mientras aprendamos que la respuesta está en uno mismo... mientras dejemos de culpar a los demás..."

"Suena como una epifanía". Respondió Sehun mientras sujetaba un oso de peluche sin ojos. "Odio las epifanías".

La carcajada de Jongdae sonó en un eco. "Sehunnie, te estás volviendo muy cínico con la vejez". Hubo unos pasos. "¿Qué pasó con el antiguo Sehun, el que temía abandonar la ciudad, pero lo hizo de todos modos?"

"No preguntes. Necesitaría escribir un libro para responder", dijo y apretó el animal de peluche.

"Te quiero" sonó la voz distorsionada del juguete. Sehun frunció el ceño, perplejo, y antes de que pudiera apretarlo de nuevo, escuchó el ruido de varias teclas de un piano al mismo tiempo.

Siguió el sonido hasta que encontró a un Jongdae con los ojos bien abiertos, sentado en lo que parecía un piano. "Claro" sonrió. "Aquí es donde se encuentran".

"¿Quiénes?"

"Chanyeol y su amante".

"¿Chanyeol?"

Jongdae se puso de pie. "Sí. ¿El chico alto de la estación? Es él, te dije que conocería a su amante".

"Él cree que heredaste tu fortuna".

"También lo conoces, ¿te habló de mí?" Sus cejas se arquearon, parecía asustado. Sehun negó con la cabeza y apartó una mota inexistente de polvo de una de sus mejillas. Jongdae miró el peluche aún en la otra mano de Sehun. "No me importa lo que crea. Lo hice para probarme a mí mismo no a los demás".

Sehun deslizó entonces su mano hacia el cabello de Jongdae en un movimiento arriesgado, le besó suavemente la frente y dejó el peluche en sus manos antes de dirigirse hacia el piano.

"Te quiero" . Repitió la voz metálica a su espalda y esta vez la risa de Jongdae fue más suave. Más real.

Pero ni la risa melódica de Jongdae ni su presencia angelical hicieron que lo que Sehun encontró bajo esa manta pareciera más verdadero. Porque delante de él estaba ese piano siniestro que había visto hacía un tiempo, solo una vez en su vida.

"Es increíble que siga funcionando", dijo Jongdae acercándose. "¿No crees que es poético?" se quedó de pie delante de las teclas, recorriéndolas con los dedos. "Es todo viejo, lleno de quemaduras y madera podrida". Tocó una melodía familiar. "Y aún así, él está guardando... esto".

"Conozco esto". Jongdae alzó la cabeza. "No es un piano".

"Sehun, creo que sé reconocer un piano cuando-"

"No es un piano". Interrumpió. "Es una caja fuerte". Jongdae dio un paso atrás, observando el instrumento con los ojos entrecerrados. "Cuando tuvimos que preparar la presentación de 'Solo Haz Que Me Ame, Pero, Por Favor, Quítamelo De La Mente' en palacio, necesitábamos un piano para la escena en la que ella-"

"Esconde el cadáver de su prometido en la caja de resonancia".

"No. Solo tú conoces ese borrador original".

"Me encantó ese final, ¡por qué lo cambiaste!" Jongdae dijo con voz triste, Sehun lo miró fijamente sin reflejar emoción alguna. "Tu editor tiene suerte de que nunca se haya encontrado en una misma sala conmigo, lo habría destruido".

Sehun reprimió el impulso de querer volver a presionar al animal de peluche y eligió responder: "Necesitábamos un piano para la escena final. Pero su majestad se negó a darnos el que tenían en la sala de música, en el piso inferior. Esto". Señaló el piano con la cabeza. "No me molestó, pensé que era un cretino. Encontramos otro y la obra se llevó a cabo". Sehun rodeó el piano e intentó en vano levantar la tapa superior. "Cuando me felicitó por mi trabajo, confirmé que lo era. Un cretino." Jongdae sonrió levemente. "Cuando me reveló la razón por la que no podíamos usar esto confirmé que, también, era un imbécil".

"¿Por qué te diría algo así a ti?"

Sehun se encogió de hombros. "De repente se preocupó por la opinión que tuviera de él".

"Necesitas amor propio para llevar una vida." Dijo Jongdae. "Necesitas incluso más amor que el propio para llevar una vida importante".

"Ah, pero no te gustan ese tipo de historias".

"No es lo mismo". Jongdae colocó el peluche sobre el teclado y rodeó el instrumento siguiendo los pasos de Sehun. "¿Te dijo lo que guardaba dentro?"

Sehun sacudió la cabeza. "Pero ahora que esto está aquí, no tendrá nada de valor dentro".

"Sólo hay una forma de averiguarlo". Dijo Jongdae antes de avanzar de nuevo alrededor del piano. Golpeando suavemente sobre él mientras apoyaba una oreja en su superficie. Sehun permaneció en silencio. Jongdae no dejó de chasquear la lengua cada vez que no obtenía la respuesta que esperaba.

"Se abre al tocarlo". Sehun explicó un rato después. Con una sonrisa de sabelotodo en su cara. "Alguna canción triste, eso es lo que recuerdo".

Jongdae asomó la cabeza en un movimiento rápido, como si acabara de recordar algo y miró a Sehun con la boca abierta como un pez. Sehun le devolvió la mirada, esperando que reaccionara.

"He encontrado el vino".

Canciones azules para cobardes. [Chanbaek/Sechen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora