En la vida de cada hombre, hay un punto en el que nos preguntamos, ¿para mí, quien es la chica perfecta?, con la que quisiéramos pasar el resto de nuestras vidas, para muchos (incluyéndome), al principio pensábamos en una supermodelo que veíamos en las revistas de nuestro padre que guardaba debajo del colchón, o en esa actriz que hacía de la novia de nuestro superhéroe favorito, sin embargo crecemos y vemos que nada es como nosotros lo creíamos, nada funciona así, y nuestra mentalidad cambia, a veces para bien y otras para mal, algunos las ven como objetos, mientras que otros las ven como diosas entre nosotros los mortales y mientras otros las ven simplemente como personas. Se que esto ahora mismo parece no tener sentido, y tienes razón, no lo tiene, son simplemente los pensamientos que invaden la mente de un chico cualquiera, que esta despierto un Miércoles 9 de Mayo a las 2 de la mañana; sin embargo todo esto cobrara sentido cuando tú, amiga, o tú, amigo, sepas que esos pensamientos que pasan por mi cabeza y que seguramente pasaron por la cabeza de todos, son por una sola razón, y esa es una chica o chico dependiendo de los gustos.
Ahora retomando la pregunta de al principio, ¿Para mí, quien es la chica perfecta?, pues en mi caso, es aquella que no te deje dormir por solo pensar en ella, es aquella que te provoque cantar, bailar o escribir cosas, que esperas que algún día, escuche, vea o lea, es aquella que te haga dar lo mejor de ti, no solo para sorprenderla, sino para hacer que sienta que es especial para ti, es aquella que te haga guardar cada recuerdo y momento como si estuvieran en una caja fuerte y que cuando hablas con ella, te haga sentir cómodo e importante.
Pero sobre todo, sabes que es la chica perfecta, cuando, a pesar de que su amor no te corresponde a ti, la apoyas en sus momentos mas alegres o en los más tristes, y tratas de hacer todo lo posible para que brillen sus ojos negros, y que luzca su tierna y blanca sonrisa, porque si de verdad amas a alguien, aunque sea doloroso, la tienes que dejar ir, a pesar de que sea con otro chico y no contigo, porque si ella es feliz, al final, aunque te cueste admitirlo, tú lo eres también.
