Al día siguiente en el parque se encontraba el pequeño Hibari que estaba sentado en una banca, se encontraba con la mira en el cielo, siempre que miraba el cielo le llegaba una sensación de paz que le dejaba tranquilo, bajo la vista y de lejos vio llegar al castaño, pero le molesto ver que este iba llorando hasta él.
- Tsunayoshi – murmuro mientras se levantaba y se acercaba al menor – ¿qué te paso?, ¿por qué lloras?, ¿quién te molesto? morderé hasta la muerte al que te haya hecho llorar – Hibari estaba muy molesto estaba a punto de irse a buscar a la persona que hizo llorar a Tsuna y luego morderlo hasta la muerte, pero sintió como Tsuna le agarraba del brazo para detenerlo.
- No, nadie me ha hecho nada – dijo entre sollozos, Tsuna no pudo más y abrazo a Hibari mientras seguía llorando.
- ¿Entonces?, Tsunayoshi, dime porque lloraras – dijo preocupado mientras correspondía al abrazo de su amigo.
Se mordió el labio y se apartó un poco del azabache para poder verlo a los ojos mientras con todo el valor que había juntado desde que salió de su casa se disponía a contarle la noticia a su amigo.
- Kyoya... yo, mi madre yo nos vamos a mudar a Italia – dijo con lágrimas en sus ojos para luego para volver a abrazar a su amigo que se quedó en shock por lo dicho.
Hibari tuvo un pequeño shock, puesto que no creía lo que escuchaba, así que distancio un poco a Tsuna de él para que pudiera verlo a los ojos y que le explicara lo que le acababa de decir.
- ¿De qué habla Tsuna? Sabes que no me gustan las bromas, herbívoro – su tono de voz sonaba molesto y además tenías el ceño fruncido.
- no es una broma, quisiera que sí, pero hablo enserio – dijo en un tono triste y mirada cristalina por las lágrimas que intentaba contener
- No entiendo, ¿Por qué te vas a mudar? – Hibari cambio su tono de voz a uno lleno de angustia, Tsuna se sorprendió, jamás había visto al azabache de esa forma
- Mi abuelo que vive en Italia se ha enfermado y por ese motivo mi madre y yo nos iremos a Italia con mi padre a cuidarlo para ayudar a cuidarlo, pero yo no quiero ir porque si yo me voy perderé a mi único amigo y te olvidaras de mi porque no sé cuándo volveremos, te fastidiara esperar – Tsuna no pudo más y sus lágrimas se escaparon de sus ojos
- Tsuna – se sentía mal al ver al castaño en ese estado de depresión – sé que no quieres ir, y yo tampoco quiero que vayas, porque si tú te vas yo igual perdería a mi único amigo, pero es de tu familia de la que hablas no, tienes que cuidar de ella y sabes yo jamás te podre olvidar, ni me cansaría de esperarte – sonrió y limpio las lágrimas del menor – todos los días espero por ti en este parque...
- sé que es mi familia, pero yo sé que si me voy por mucho tiempo tú te olvi. – Tsuna no pudo terminar de hablar porque fue interrumpido por un beso de Hibari, un beso en el que le transmitía amor y dulzura a Tsuna quien de la sorpresa dejo de llorar y su rostro tomo un lindo tono rojizo
- Tsunayoshi entiende que yo jamás te olvidaría te lo prometo – dijo mientras abrazaba a Tsuna quien aún tenía su pequeño sonrojo
- Kyoya – sonrió levemente mientras correspondía el abrazo del azabache – entonces, es una promesa ¿verdad? Tú no me olvidaras y yo te prometo que tampoco te olvidaré
- obviamente lo prometo, Tsunayoshi, y jamás rompo mis promesas – dijo Hibari seriamente – ahora deja de llorar, y hagamos.
- ¿Podemos comer helado? – murmuro bajo
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Nuestra Promesa
Fanfiction*Primera parte de después de una promesa* 1827 Tsuna y Hibari se conocieron cuando eran niño y se hicieron amigo, sin embargo al versé en la necesidad de separarse deciden hacer una promesa, ¿la podrán cumplir? ...