Trainees - 2jae OS

Parte Única

Sus días de trainee habían comenzado por fin hacia unos días ya, lo habían aceptado en la JYP Entertainment y se encontraba feliz. Le habían dado una habitación compartida con otro chico, pero eso no le importaba en ese momento, ya luego tendría tiempo para hablar con él.

Él era bastante sociable, por lo que no le costó mucho comenzar a hablar con algunas personas, entre ellos se encontraba un chico delgado, de pelo castaño y colmillos bastante pronunciados, era una sonrisa muy bonita a decir verdad. La relación entre ambos se hizo estrecha en cosa de semanas, se hablaban todos los días, o eso trataban. Después de los entrenamientos, se buscaban ya sea para salir a comer o simplemente hablar un rato sobre su día o cualquier cosa. Así era su amistad, ellos siempre hablaban sobre algo, nunca era incómodo estar con él otro.

Por muchos meses solo fueron ellos dos, y estaba bien, a Youngjae le gustaba pasar sus días con Mark, pero luego llegó Yugyeom a sus vidas. En un principio no le había hecho feliz la presencia del pelinegro, pero lo había aprendido a conocer mejor y lo más importante era que no le quitaba por completo la atención de Mark.

Su compañero de cuarto no pasaba tanto tiempo en este, por lo que él aprovechaba su tiempo a solas, ya sea escribiendo o ensayando algunas coreografías para su clase de baile, incluso ensayaba para sus clases de canto. Sus días no eran del todo aburridos porque le gustaba sentarse a escribir canciones, plasmando sus ideas en un cuaderno.

Los meses pasaron y su relación con su compañero de cuarto no era la mejor, porque este decidía enojarse por cualquier cosa y le gritaba a él, cuando no tenía culpa de nada. Él prefería no responder y sólo se mantenía en silencio.

Un día Jaebum llegó bastante enojado a su cuarto, él ya sabía lo que venía, por lo que se puso sus audífonos y fingió no verlo. Se quedó en su escritorio escribiendo su siguiente canción, la cual planeaba utilizar para la presentación frente a Jinyoung Park.

El mayor lo miró, pero lo ignoró y solo se lanzó con fuerza a su cama, suspirando. Pero se sintió ignorado y eso tampoco le gustaba, prefería cuando el castañito le respondía o por lo menos lo miraba. Y ahora el chico solo miraba su cuaderno bastante atento. Él caminó hacia el chico y se puso detrás suyo para mirar lo que hacía, pero el castañito se asustó y lo golpeó, sin querer, con la silla.

Obviamente el pelinegro se enojó y comenzó a gritarle que tuviera más cuidado, pero algo más se le ocurrió al verlo asustado y arrodillado viendo su golpe.

Las manos de Youngjae fueron suaves en todo momento, tratando de no empeorar la situación. Miró la zona afectada y sólo pudo notarla enrojecida.

—Sólo estás exagerando— dijo molesto.

Poniéndose de pie y caminando nuevamente a su cómodo asiento frente a su escritorio donde lo esperaba su cuaderno, pero no pudo seguir caminando porque Jaebum lo sostuvo del brazo.

—Pero me duele, deberías ser más considerado con tu hyung— sonrió con burla.

Youngjae rodó los ojos y trató de soltarse, pero no lo dejó, y lo hizo caminar nuevamente hacia su cama. Sentándose y alzando su pierna para que Youngjae pudiera revisarla nuevamente.

Rodó sus ojos otra vez y volvió a mirar la pierna del chico, pero no pudo ver ninguna lesión o daño significativo, solo había una pequeña zona enrojecida en su canilla. Pero su mente se rió con maldad al ver la oportunidad de vengarse por todos los gritos y malos ratos que lo había hecho pasar ese estúpido pelinegro.

Se agachó nuevamente y pasó sus dedos suavemente por la pierna del pelinegro, hasta que llegó a la zona lastimada, en donde hundió sus dedos con fuerza, logrando escuchar el grito de dolor de su mayor. Él se rió al lograr su cometido, cayendo completamente al suelo, revolcándose en este por la risa.