14. ¿La realidad?

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Narrador omnisciente

El viaje de regreso a la Ciudad de México fue tranquilo y triste a su vez.
El ambiente era tenso, se sentía como si nada de lo que pasó en Huatulco hubiera ocurrido. Emilio en el avión de regreso se fue con su amigo textos, por alguna extraña razón se sentía incómodo, no con el hecho de ser novio de Joaquín. No, por ahí no iba. Si no que aquella platica que tuvieron lo había puesto a pensar. ¿Por qué no pensó mejor las cosas? Sintió que fue demasiado rápido y ahora tendría que decirle a su familia de lo suyo con su compañero, no estaba preparado, no quería hacerlo, pero sabía que, si tenía una relación en secreto con el pequeño, este se terminarían por cansar, y no había forma de Joaquín aceptara llevar una relación así, se sentía muy confundido, empezó a dudar si todo lo que hizo en aquel viaje fue una buena decisión o si actuó por impulso, como siempre le suele pasar.

Joaquín

Ya teníamos una semana que habíamos regresado de aquel maravilloso viaje, por muchas razones, de aquel precioso viaje solo quedó en un recuerdo de algo que se sentía que no había pasado jamás, puesto que Emilio no me ha dirigido la palabra en todo este tiempo, así fue en toda esta semana... no quiero pensar cosas malas, pero todo apunta a que el ya no quiere estar conmigo y sé que a veces suelo ser paranoico, como aquella ves de Huatulco, pero esta vez siento que es diferente y realmente no entiendo que pasó ¿Que hice mal? ¿Acaso piensa que no soy lo suficientemente bueno para él?

Siempre he sido un jodido sentimental, pero estos días me he sentido más decaído de lo normal, a pesar de que nos dieron buenas noticias en esta semana, no podía sentirme feliz.

Ni por el hecho de que tendríamos la oportunidad de trabajar en teatro y la mejor de todas, grabaríamos una serie. No importaba lo que me dijeran, por muy bueno que fuera yo lo único que necesitaba era un abrazo de mi rizado.

Realmente no sé qué hacer. Trate de acercarme a él en toda esta semana, quería hablar de lo ocurrido, pero el simplemente pasaba de mí. Me ignoraba y solo cruzaba palabra cuando su papá estaba cerca. Realmente está situación me estaba cansando.

Renata
¿Qué piensas?

Joaquín
Nada... en cómo la vida puede ser tan hija de puta.

Renata Bon
Okeeeey, tú nunca te expresas así. ¿Qué está pasando?

La verdad es que la relación que llevamos mi hermana y yo es buena, le tengo confianza, pero no sé, sentía que no debía contarle todavía ya que involucraría a Emilio. Pero es como si mi cerebro no me obedeciera y en pocas segundas lágrimas ya barajaban por mi mejilla, aunque quisiera escapar de esta situación sabía que no tenía por donde, Renata es la persona más necia que conozco y me sacaría toda la información que fuera necesaria para ella. Sin embargo y para mí sorpresa, ella no dijo nada, solo se acercó y me abrazó, me refugié en sus pequeños brazos, me sentía fatal. ¿Qué alguien me diga que carajos hice mal?

Renata
Tranquilo. - acariciaba suavemente mi cabeza. - si no quieres hablar de ello... te entenderé.

Aquellas palabras no me hicieron dudarlo ni un solo segundo, sabía que tenía que sacar todo lo que venía cargando y ella me estaba dando la confianza.

Joaquín
E-es... Emi..Emilio.- conteste con la voz entre cortada, el simple hecho de pronunciar su nombre provocaba que mi respiración se acelerara y me hiciera falta aire.

Renata bon
Tranquilo, a ver, respira...- mi hermana se dio cuenta de aquello y trató de calmarme.- ¿Quieres contarme ?.- yo solo pude asentir

Estuve unos segundos tratando de normalizar mi respiración, mientras Renata solo sobaba mi espalda y esperaba a que estuviera listo.

Joaquín
Somos novios, o lo éramos... no se.- comencé a llorar de nuevo.

Renata
Si quieres podemos hablar luego.

Joaquín
No, quiero sacarlo ahorita... – di un largo suspiro. - el viaje a Huatulco fue mágico Renata, te lo juro, el me confesó que le gustaba, era cariñoso...me dijo que me amaba, tuvimos una cena romántica en un yate, ¡En un jodido yate! - sonreí involuntariamente al recordar lo maravilloso que fue aquel día. - fue ahí cuando él me pidió que fuera su novio, te juro que me sentía inmensamente feliz. No lo dude, le dije que sí. La noche trascurrió y pues pasaron muchas más cosas...

Renata
¿Qué pasó después? - su voz se notaba seria, sabía que se daba una idea.

Joaquín
Ya sabes... él y yo... lo hicimos...

Renata
Ay señor Jesucristo ...¿Y tu querías?

Joaquín
Claro, fue hermoso Renata, siempre me respeto y me cuido. – conteste rápidamente, pues no quería que pensara que Emilio me había obligado hacer algo que no quería.

Renata
Me alegra escucharlo... ¿Entonces el problema es...?

Joaquín
Que después de ese viaje, no me ha vuelto a hablar... pasa de mí y trata de no acercase o estar donde yo estoy, al menos que sea muy necesario.

Renata
Que hijo de pu..- no la deje terminar

Joaquín
¡Hey!

Renata bon
Como ya obtuvo lo que quiso el imbecil...- susurro para ella misma, pero la alcancé a escuchar

Joaquín
¿Cómo? ¿A qué te refieres?

Renata
Olvídalo, estoy loca...tal vez me estoy equivocando. – trato de cambiar el tema. - deberías hablar con él.

Joaquín
Eso he tratado toda la semana.- encogí mis hombros.- necesito que me digas lo que piensas. Sin miedo a lastimarme, tal vez tengas razón

Renata
O tal vez no...

Joaquín
Suéltalo.

Renata
Tal vez... trataba de experimentar, obtuvo lo que quería... el tener relaciones contigo y pues...ya sabes

Joaquín
¿No le gusto?... ¿es por eso que ahora se aleja? .- las piezas que me habían atormentado toda esta semana, ahora se habían acomodado.- como fui tan tonto para no darme cuenta... por eso no quería decírselo a sus padres, porque sabía que no era real, que no se sentía de la misma forma que yo.

Renata
Bueno... solo es una teoría de muchas, tal vez ni al caso.

Joaquín
No Ren, desde un principio busco estar conmigo en un aspecto más íntimo y como tonto caí.- mis ojos se sentía pesados, quería estar solo.

Renata
No... a ver, debes dejar que él hable, que te explique.

Joaquín
Necesito estar solo.

Renata
Hermano...

Joaquín
Por favor Ren...- mi garganta dolía, quería llorar, pero necesitaba estar solo.

Renata
De acuerdo... cualquier cosa, estoy en mi recámara.- despegó sus brazos de mi torso y se dirigió a la puerta

Automáticamente que se hizo presente el silencio en mi habitación, esta se vio inundada por mi llanto.
¿Cómo fui tan tonto e volver a caer?, de volver a creer en el jodido amor, siempre es lo mismo conmigo, siempre me hacen lo mismo.
La verdad no sé cuánto tiempo pase llorando, pero mis ojos ardían bastante y el sueño empezaba hacer de las suyas.
Creo que ya era costumbre en mí, el ir dormir con el corazón roto.

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D R A M A ON
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Confusión... .- EMILIACODonde viven las historias. Descúbrelo ahora