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Semana 9 de embarazo.

─ ¿Por qué aún no tengo barriga? ─ el menor observa su reflejo en el espejo cuerpo completo que Chanyeol compró porque simplemente el moreno se lo pidió.

─ Porque aún no crece mucho. ─ su amigo que está echado en su cama lo observa sonriendo por lo adorable que se ve el menor haciendo pucheros.

─ ¿Y cuándo va a crecer Chen? ─ pregunta y el otro no sabe que responder.

─ Bueno... en unos cuantos meses lo hará. ─ sonríe con cierto miedo de haber respondido mal, últimamente el menor o se enoja o empieza a llorar. 

─ ¿En cuantos meses? ─ pregunta ahora girándose. 

─ Probablemente cuando hayan pasado seis meses. ─ dice pasando saliva. 

─  ¿Tanto? ─ la alegría que resguardaba el menor se fue empañando de lagrimas.

─ Claro que no, el bebé sigue creciendo, tú barriga probablemente se notará a partir del cuarto mes. ─ sonríe un alto rubio mientras deja en manos de los otros dos ensalada y pollo. 

─ ¿Y sabré su sexo? ─ la sonrisa se renueva en el rostro del moreno haciendo suspirar a los otros dos visitantes. 

─ Claro, en el cuarto mes puede que se deje ver. ─ le sonríe.


[......]


─ Chanyeol. ─ un hombre de un cabello tirando a blanco por la vejez se acerca al alto joven que tiene puesta una bata medica.

─ ¿Qué deseas? ─ las palabras se aflorar cortante, el ambiente pesa y se niega dejarlo suave.

─ Hijo... 

─ No lo soy. ─ ahora sus ojos se encuentran─  ¿No fue eso lo que dijiste cuando mi deseo era ser medico? ─ se cruza de brazos sin antes observar la hora para correr al encuentro de su novio.

─ Chanyeol... Yo solo deseo que sigas mis pasos, que tengas a cargo la cadena de hoteles y la empresa que con tanto esfuerzo fundamos con tu madre. 

─ ¿Incluyendo ser un asesino? ─ pregunta con sorna.

─ Hijo... Yo no...

─ Tú no... pero otros hacían el trabajo sucio por ti. ─culminó.

─ Y también lo usaste a tu favor. Te lo recuerdo. Hijo. ─ el hombre recobró la compostura.

─ Ajá, aún era un muchacho... 

─ Claro, te acostabas con quien deseabas, utilizaste todo a tu favor, desde tu posición hasta tu popularidad. ─ sonrió. 

─ Claro, eso es normal en los adolescentes. ─ sonríe el menor.

─ ¿Y que tal si tu pequeño novio se entera de ese pasado? ─ la sonrisa del menor no cambió, sin embargo, no deseaba que su novio y quien lo hará padre se enteré de aquella parte que ha tratado de ocultar vilmente.

─ No lo harás. Porque yo también puedo destruirte padre. 

─ Claro que no lo haré yo. Como tú lo dijiste nunca ensucio mis manos directamente. ─ el hombre se acerca a su hijo y toca su hombro.─  Sería una pena que aquella putita... la única persona que parece amarte de verdad te odie por aquello. 

─ Padre...

─ Dijiste que no eras mi hijo.

─ No te atrevas... Jong In no es ninguna puta... ─ las manos de Chanyeol se aferran al cuello de la camisa de su padre. 

─ Alto. ─ la voz más grave y vieja reprende a los dos hombre que comparten su sangre─  Chanyeol, quieras o no, los negocios serán tuyos, y tú, hijo, deja en paz a Chanyeol, ya está grande y tiene que hacer su familia, ya no lo atormentes con su pasado. ─ el hombre de más edad toma asiento sonriéndole tiernamente al menor.

─ Pero Padre...─ el hombre se aleja y deja su actuación sonriendo amablemente a su hijo─  Espero me presentes a mi nieto o nieta.

─ Abuelo... No entiendo...

─ Tú padre estaba probando que tanto amas a ese chico, y no se le ocurrió la fantástica idea de traer de vuelta el pasado.

─ ... Padre. ─ las palabras salieron arrastradas y ambos hombres mayores secaron sutilmente su frente con un pañuelo.

─ Lo siento hijo, pero es que quería ver si al fin me ibas a dar nietos, ibas a sentar cabeza, te ibas a casar... y se me salió de las manos. ─ sonrió nervioso─  Además lo comprobé, con tus otras parejas no eras así... 

─ Padre... ─ un tic se forma en la mirada fría de su hijo, y vaya que recuerda ese Chanyeol. 


[......]


─ ¿Ya te encuentras bien Nini? ─ el menor asintió terminando de vaciar su estomago en el retrete. 

─ Sí... ─ suspira─  o eso creo... 

─ Descuida mejoraras, Chanyeol te va a cuidar. ─ sonríe el de mirada gatuna.

─ Mi bebé no me quiere... me hace vomitar mucho. ─ hace un puchero acariciando su abdomen─  ¿No quieres a tu papi bebé? ─ y para Chen no hay mejor paraíso que ver a su bebé hablar con su bebé. 


➖LETTERE PERSE➖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora