Capítulo 10

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Valentina

No puedo poner en palabras lo que sentí al ver a Juls de esa manera, neta la regué, y a lo grande. Tiene razón yo no debí alejarme, no de ella. Ni siquiera se trató del consumo, se que no necesito nada de toda esa porquería para estar bien. Lo sé, porque cuando estoy con ella, simplemente soy la persona más feliz y estable del mundo...
Pude llamarla, pude buscar la manera de remediar todo, e incluso;  tiempo después de haberme negado a responderle. Siempre pude hacer más de todo lo que no hice, entiendo su enojo, porque no es justo para ella.  Porquw en definitiva, yo fui quién la busco en un principio, y tristemente,  yo misma fui quién la alejo por inmadura...
Cómo no pude ver que con ella ¿De que me iba a esconder ? Si me despojo de mis lujos, cuando estamos juntas. No hay brillo que yo pueda portar,  que la deslumbre.
Ella no es igual a todos, sin dudas todo este tiempo logró convertirse en mí bálsamo. Y neta, hoy  lloró por esa equivocación, y deseo tanto abrazarla.  Porque si esta situación, involucraría a otra persona, sé que me reconfortaría tanto su abrazo...
Llamó a mí papá, y le digo que voy a pasar unos días en la casa.  Necesito salir de tanto bullicio y aclararme. Él vive en una casa estilo campestre, en las afuera de la ciudad. El mejor plan sería,  invitar a Juls para que me acompañe, pienso en eso mientras estoy viajando hacia allí... La verdad que, disfrutar de está calma y naturaleza en su compañía, o cualquier otro lugar, es diferente. Ella lo transforma, y  lo más importante, yo me transformo a su lado. Todavía no puedo explicar, o terminar de comprender, como logra ese efecto en mí...
Todo en ella me apasiona, sinceramente, la admiro tanto. Ojalá pudiera hacer más, en verdad voy a tomarme unos días para pensar, y con mayor convicción volver a buscarla. Definitivamente necesito que me perdone, pero no hay dudas, en que está chiquita me lo hará difícil.  Pero ella, vale la pena, en realidad, no voy a escatimar cualquier esfuerzo por tenerla cerquita; y devuelta en mí vida... Creo ni siquiera por mis novios hablé de esta manera.
Llegó a la casa, y papá me está esperando junto a su esposa, Lucía. Debo confesarles que, habitualmente aparece cierta incertidumbre, cuando surgen estas posibilidades de reunión familiar con mi padre. Desde hace unos años, comenzaron a existir tantas tormentas entre nosotros dos, no siempre nuestros encuentros son buenos, o tienen el final que deseo.
- Hola hija ¿ Cómo te encuentras? ¡Qué alegría tenerte!...- me estrecha en un inesperado abrazo, pero que tanto necesitaba. Son estos momentos fugaces entre nosotros, que, pese a mis miedos por esa latente distancia, me hacen volver cada que puedo, y lo disfruto hasta el último instante; porque es un mimo para el alma.
-¡¡Hola pa!!...- Le digo en nuestro abrazo
- Ven entremos,  chivis preparó algo delicioso para recibirte.-
En la tarde, para disfrutar de el cálido sol, me acomodo en uno de los  sillos de mimbre tejido, que se encuentran afuera, en el patio. Mi mirada se pierde en el verde, que tapiza la extensión de la propiedad, y me abstraigo por completo...
Cuánto necesitaba exactamente esto, esta sensación de quietud. Aunque, si bien soy de las que cree, que  aveces, suele ser ensordecedor el silencio. Pero hoy, lo necesito para calmarme.
- Hey... ¿Estás bien?...- papá se acerca con vaso de jugó verde, una especialidad de chivis...
- ¡Gracias!...- tomó un sorbo y comento...-
- Delicioso como siempre...- comento evadiendo su pregunta, y guardo silencio mirando el jardin de la casa.
- Pues ¿Te hice una pregunta?...- él me conoce.
- Necesitaba un poquito de amor y calma...- respondo
- ¡Tu con falta de amor!, suena tan extraño...- agrega y ese comentario queda haciendo ruido....
- ¿Porqué lo dices?...- ahora quién pregunta soy yo....
- Porque siempre estas siempre rodeada por muchas personas, por eso me resulta extraño. Aunque también sé, que solo le permites a un grupo muy selecto, acercarse lo suficiente, como para que te conozcan verdaderamente...
Así que hija,  sé que esto no solo es un escape,  hay alguien que te tiene así, y no algo. Y si traes ese estado, es porque te importa,  quizás más de lo que puedes entender...- Papá y su eterna sabiduría.
- Papá es que lo arruine muy mal... Neta, su amistad me importa tanto,  y como pendeja  la lastimé casi en la misma medida de como la quiero...- le digo y de inmediato me siento angustiada
- ¿Cómo se llama?...-
- Juliana Valdés...- respondo y le cuento cómo nos conocimos, toda nuestra historia. Después del relato, veo que se queda en silencio....
- Hey ¿Dime qué piensas?....- le pregunto a papá
- Dime la verdad ¿Son solo amigas?...- de repente sugiere, y me deja perpleja la pregunta.
- ¡¡Queeee!!...- tardo uno segundos en reaccionar.
- ¡¡Pero qué dices!!, por supuesto que  solo somos amigas...-respondo con exclamación.
-Esa no fue la pregunta, y  por supuesto no lo pongo en duda. Pero nunca te cuestionaste si tienes, como decirlo... Si esos sentimientos van más allá de la amistad...- Ahora si estaba completamente desorientada con su sugerencia.
- No puedo creer que me digas esto...- creo que me enoja que piense así y se lo hago saber.
- Papá puedo perfectamente estar así de afectada por una amiga....- término diciéndole
- Por supuesto que si, pero está vez te siento diferente... Quizás estoy equivocado y me disculpó, pero te conozco y esto es diferente... ¡¡¡Y tú lo sabes!!!...Piénsalo...- besa mí frente y se retira.
Obviamente somos amigas, cómo puede decir algo así, no necesito más confusión en mí cabeza. Lo único que necesito es a Juls, y aquí no voy a resolver nada, mañana mismo vuelvo; y me encargo de remediar el lío que hice.

Llegue a la ciudad y espere hasta el horario en el que Juls sale del café, fui a su apartamento. Quizás tengo suerte y ésta allí, toco su puerta, porque la escucho adentro; seguro cerca de la cocina. Un minuto más tarde,  afortunadamente Juliana abre la puerta, y a mí, se me anuda el estómago.
-Hola...- digo y sonó realmente despacio, ni siquiera es mi habitual tono para hablar.
Ella se aparta de la puerta como señal de que puedo pasar, una vez adentro, volteó a verla y espero a que cierre la puerta.
- Puedes sentarte...- me invita.
- No gracias, así estoy bien...- siento demasiados nerviosismo como para estar sentada y quieta...
-¿Qué haces aquí Val?....- me pregunta y sé que está tan afectada como lo estoy yo.
- Mira yo no tengo excusas para desaparecer como lo hice, pero si, hay algo que quiero decir .- no puedo dejar de mover mis manos, pero debo continuar.
- Yo sentí mucha vergüenza de hacerte testigo, de ese lamentable momento. Lo último que deseaba esa noche, era hacer todo eso. Simplemente sucedió,  y sé que tú no estás de acuerdo en que yo...- ella me interrumpe.

- Yo no te juzgo Valentina, ¡¡ Es tu vida!! - eso dolió

- Please no me llames así...- ya estoy angustiada otra vez...

- ¡¡Pues es tu nombre!!.-
- Lo sé, pero para ti...- me detengo.
- Cuando me dices Val, todo es distinto...- respondo y ella habla casi sobre mi última palabra.
- Sabes, creo que tú no necesitas esta amistad...- cuando la escucho decirlo no puedo evitar que se cristalicen mis ojos....
- Yo no tengo nada para ofrecerte, ¡¡ Y tú bien lo sabes!!.-
-No puedes decir eso, no puedes decidir por mí Juliana...- inmediatamente me pongo a la defensiva, en realidad en defensa de nuestra amistad.
- Pero es que tú ya lo hiciste, y créeme,  en verdad ni siquiera se trata de las drogas, o tus amigos....- tengo que evitar que termine su oración...
-Contigo es distinto ¡¡ Siempre, todo es diferente!! - le digo casi gritando. Ella deja de hablar, y se queda mirándome en silencio...
- Yo no puedo explicarlo, pero todo contigo es diferente... Yo no tengo que fingir nada, puedo solo relajarme...- hago una pequeña pausa, de repente estoy con mis emociones a flor de piel.     -Juls nadie consiguió eso, nada de lo que tengo puede siquiera darme el bienestar que tú me haces sentir...- tomó coraje y me acerco a ella, sujeto delicadamente su rostro entre mis manos.
-Escúchame por favor, yo te quiero... Ni te imaginas cuánto....- sus ojos están inundados de lágrimas, lo cual la hace lucir la persona más dulce del planeta lo juro... Como acto reflejo sorpresivamente siento el impulso de besarla, quiero tanto hacerlo. Al no poder comprender este repentino sentimiento, solo me adelante y apoye mí frente a la suya.
- Anda Juls perdóname...- puedo sentir su respiración, tan agitada como la mía. Finalmente Juliana en respuesta me abraza, pero fue absolutamente único. No sé cómo explicarlo, es un abrazo íntimo, sencillamente  con esa  necesidad de sentirnos. Porque sus brazos se cierran en mí espalda, pero con sus palmas abierta comienza a dejar caricias, y yo me aferro a su cuello;   no quiero dejar de sentirla así, de esta manera.
Lentamente nos separamos, y el espacio entre nuestros rostros es mínimo. En ese preciso instante  no lo resisto más, yo solo cierro mis ojos, y me aviento a mí impulso, a este deseo pujante de besarla. Fue un beso deseado, pasional, cargado de tanta intensidad.
Simplemente nos dejamos llevar sin ninguna mesura, y nos fundimos hasta que el oxígeno se hace nuevamente necesario... Volvemos a apoyar nuestras frente, y la escucho decirme:
- Val...- siento miedo y con un hilo voz , como puedo le digo, casi como súplica.
-¡¡Por favor no lo arruines!!- como respuesta a mí súplica, Juliana vuelve a besarme.
Creo todo cobra sentido para nosotras, el porque todo se sintió distinto desde que nos reencontramos en esa lavandería, la fascinación que sentimos desde el primer día por la otra, cuando solo éramos unas niñas pequeñas. Quizás estábamos destinada a ser esto, a vivir este sentimiento... Y como sorpresa,  estoy encantada por cuánto me gustan sus labios, son algo adictivos; y pienso  perderme en ellos una y otra vez.

Mí océano azul (Elegida Para Los Wattys2020-2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora