𝓑𝓪𝓭 𝓖𝓾𝔂

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Pum...pum...pum...pum.

La música sonaba realmente fuerte. Dentro la multitud había gente extraña, unos bebiendo, riendo, gritando, fumando y probablemente cosas que yo no reconocería.
Había luces rojas iluminando la fiesta pero apenas estás se podían notar ya que la fiesta estaba en extremo a oscuras, estaba buscando la mirada de Daniela, una de mis mejores amigas. Ambas estábamos de acuerdo en venir a esta fiesta pero todo se estaba saliendo de control...olores extraños alcanzaron mi nariz. Estaba lista para irme de aquel gran desastre. Esa fiesta estaba colocada en un bar de mala muerte, un callejón olvidado, cuando logre atravesar toda la multitud que sin dudas era estorbosa, salí por una puerta trasera metálica.
Me encontraba caminando por el pavimentado mojado, envolví ambos brazos para darme calor, estoy segura no habrían pasado más de 20 segundos desde que salí cuando escuche algo que hizo retumbar la puerta.
Un chico castaño, aspecto pálido, descansaba en la pared apenas iluminada, su camisa blanca mostraba manchas rojizas... ¿acaso aquello era sangre? Estaba analizando su cuerpo, su comportamiento, su cara. Aquel chico no sabía lo que paseaba por mi mente trato de hablar pero calló y finalmente segundos después el chico rompió el silencio
-¿Estás asustada de mi?
-¿Tendría qué estarlo?
-No soy un buen tipo... ¿Cuál es tu nombre?
-Billie... la sangre está goteando, tu sangre gotea.
-Mi nombre es Peter. ¿Qué haces aquí Billie?- dijo acercándose lentamente hacia donde yo me encontraba quedando a solo unos centímetros de mi. El olía muy bien como a colonia fresca.
-Vine a una fiesta. ¿Te encuentras bien?-respondí preocupada ante su pobre estado
-Mejor que nunca-dijo con satisfacción
Tomó un mechón de mi cabello  y lo acomodo detrás de la oreja. Volvió a hablar.
-¿Quieres comer algo?
-¿Qué?
-Vamos... yo invito.
Durante el trayecto ninguno de los dos habló sin embargo sentía su profundos ojos marrones clavadas en mi analizando comportamiento, cuerpo, cara y respiración. No me sentía nerviosa pero quizá un poco confundida.
-Billie...-dijo interrumpiendo mis pensamientos-llegamos-.
Una cafetería amarilla.
Cuando llegamos estaba completamente vacía, solo estábamos el y yo.
-Entonces?...-dijo-¿Qué vas a pedir?-.
-Una malteada de...-
-Vainilla
-Exacto!-exclamé emocionada.
-Bien, yo quiero una cerveza- dijo a la mesera que nos atendía con una sonrisa amable a pesar del terrible aspecto con el que se encontraba Peter.
-Billie, ¿tienes novio?
-Si.
...

¿A donde vamos? Cuando caemos dormidos.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora