Él es Alan! ¿Sabes qué es mejor que tener un montón de dinero? Saber hacer aún más. ¡Y él sabe cómo! Probablemente pienses que es arrogante, así que deja que te cuente su historia. Ahora tiene 17 años, pero todo esto sucedió cuando tenía 12.En aquel entonces, la familia de Alan no estaba muy bien. Eran tan pobres que él había usado los mismos zapatos durante todo un año, sin importar si había llovido o nevado. Pero eran buenos, muy duraderos. Como si fueran de Iron Man, nada podía destruirlos. Eran mucho mejores que los de su hermano, los cuales hacían que le dolieran los pies a veces. Pero, aun así, los zapatos de Alan eran muy feos, y él realmente quería unos nuevos. Soñaba con conseguir unos que había visto una vez en una tienda.Puedes pensar que eso era superficial, pero recuerda que solo tenía 12 años en ese momento. Y, en cualquier caso, no había manera de que él pudiera cumplir su deseo de comprar esos zapatos. ¡No tenía dinero! Así que puedes pensar que finalmente se dio por vencido con la idea... pero no, en realidad no. Comenzó a pensar que, si podía encontrar la manera de ganar dinero de alguna manera, podría comprar esos zapatos. Y no eran baratos...Su padre siempre decía que debía estudiar más que él, para poder tener una vida mejor, y tanto Alan como su hermano menor realmente tomaron en serio ese consejo. Era un estudiante muy diligente y pasaba mucho tiempo estudiando.Obtenía buenas calificaciones, pero no tenía dinero, mientras que muchos de sus compañeros reprobaban, pero tenían muchos billetes. Entonces, Alan les hizo una oferta: él haría su tarea a cambio de dinero. No era mucho, pero sí suficiente para ahorrar y comprar esos zapatos después de un par de meses.Fue una tarea bastante fácil para él, porque todo lo que tenía que hacer era copiar sus deberes para ellos y cambiarlos solo un poco para que nadie lo supiera. Incluso tenía diferentes precios para cada calificación. Y también ayudó un poco a los niños mayores con algunas de sus materias, no en matemáticas, sino en literatura e historia.El plan de Alan fue genial al principio, pero luego casi todos dejaron de pagar. Se preguntó por qué, y resultó que habían hecho pagar a un chico y luego habían copiado su tarea. Él tenía que encontrar una manera de solucionar eso, así que les dijo que si seguían haciendo eso subiría el precio. La idea no les gustó, pero tampoco querían hacer su propia tarea, así que aceptaron y todo volvió a la normalidad. Pero entonces, uno de los muchachos, el cual no estaba contento con eso, le reveló todo a la profesora.Ella estaba muy enojada con Alan, y le advirtió que dejara de hacer eso o, de lo contrario, él y los demás tendrían muchos problemas. Entonces, tuvo que detenerse... pero aún no había ahorrado lo suficiente para comprar los zapatos que quería. Así que, por supuesto, se le ocurrió un nuevo plan. Debido a que muchos de los niños mayores sabían quién era él, y sus maestros no conocían sus trucos, les pidió que le dieran cosas geniales a cambio de sus tareas. Ya sabes, como juguetes, figuras de acción, artilugios simples.Luego comenzó a jugar con ellos en clase, haciendo que pareciera que se estaba divirtiendo mucho. Para ser honesto, fue divertido. Y, si alguien le preguntaba si podía jugar con algo, él decía que no, lo que los hacía querer más y más. Luego, en algún momento, se los alquilaba o incluso vendía. Pronto, él estaba comprando cosas de los niños mayores y vendiéndolas por más dinero, en lugar de hacer su tarea. Pero, por supuesto, tarde o temprano, sus padres comenzaron a notarlo y la maestra se enojó con él de nuevo, diciendo que estaba abusando de los otros niños y que eso no estaba bien. No estuvo de acuerdo, porque estaban muy felices con todo, y él no los obligaba a comprar nada.
