Un nuevo comienzo. // (RivaMika)

Capítulo 1

Un color opaco reinaba en esta tarde de invierno, un hermoso tono gris  que generaba tranquilidad, paz y armonía en aquellas personas que lo apreciaban detenidamente.

Cada calle se encontraba repleta, el simple hecho de cruzar la pista se volvió una acción fastidiosa por tanta gente que podía haber alrededor. O esa era la perspectiva de un joven azabache que al ver a tantas personas amontonadas solo pensaba en la cantidad de suciedad impregnada en la vestimenta de los susodichos. Sí, tenía una clara adicción a la limpieza, hasta llegar a tal grado de asear su departamento cuantas veces fuese necesario para estar seguro de que no se levantaría tosiendo por algún minúsculo polvo de arena en su cama. Aunque en estos últimos día no ha podido dormir tan cómodamente por ser fin de mes, los tan temidos últimos días habían llegado, en los que las cuentas de todas sus necesidades básicas se le escupían sin piedad en la cara, por lo cual quedarse dormido en su sillón revisando cada notificación de sus gastos ya le se estaba volviendo una costumbre. 

Caminaba sin ninguna razón específica, solo buscaba despejar su mente, olvidar por algunos ligeros minutos todas sus deudas, todos sus problemas que le hacían perder la poca paciencia que lleva, no importaba si eso implicaba caminar en círculos por el parque de su calle, que se encontraba cerca de su posición. De pronto, un embriagante aroma inundó por completo cada rincón de sus fosas nasales, dirigió su vista al sitio causante de aquella sensación tan placentera y para su gran gusto era lo que tanto necesitaba en estos momentos para aliviar la tensión molesta en su cuerpo, té negro. Así que decido empezó su marcha hacia aquel lugar, mientras observaba que al lado del puesto de té se encontraba el paraíso de los niños, los juegos mecánicos. Tantos niños dando vueltas y vueltas, corriendo por todos lados mientras disfrutaban de sus golosinas cuidado de mancharse su ropa, no era una situación que le agradase, pero que tampoco le importe mucho. Al estar a unos cuantos pasos del puesto pudo escuchar el lamento de un pequeño niño sentado, abrazando sus piernas con fuerza, en una de las gradas que conducían a los juegos, para así ocultar sus lágrimas como si con aquel acto nadie pudiese notar su sufrimiento. Ver aquel niño hizo que diminutos fragmentos de su niñez de su frágil memoria lo atacasen... 

FlashBack: 

Me encontraba a un lado de la cama tomando la delicada mano de mi madre que dormía tranquilamente en ella. Una melancólica sensación se apoderó de cada minúscula parte de mi ser, provocando que aquel mundo en el que estaba se hiciera pedazos... ¿Dormida? ¿Por qué me tenía que engañar de esa manera tan estúpida? Porque claramente no quería aceptar que mi madre... Había muerto. Me costaba y mucho reflexionar que ya no la vería más en mi vida, que sus hermosos ojos ahora lucían apagados, aquel resplendor en ellos se había esfumado para nunca más volver. A pesar de que mi día estuviera del asco, con solo sonreírme todo lo malo se podía ir al demonio, nada me importaba nada, solo ella... Mi motor, la mujer de mi vida, la luz que iluminaba mi corazón, se ha ido para siempre.  

Entonces entendí el dolor de perder a la persona que más se quiere. 

Me acerqué poco a poco hacia aquel infante, notaba claramente su dolor se expresaba en su pequeño cuerpo, cerraba sus ojos con la misma intensidad de fuerza con la que había sido herido, su rostro lucía pálido, se quedaba sin fuerzas con cada lágrima derramada desde lo más hondo de su alma hecha trizas... 

- Levi - 

Decidí posponer para más tarde aquel dulce trago que me tentaba con solo mirarlo. Así que me acerqué con pasos lentos hacia al niño que se encontraba en frente de mí. Sabía que no era el mejor momento, que tal vez no recibiría mi atención de una buena manera o hasta se iría corriendo del lugar para estar completamente solo, pero tenía que intentarlo, no podía verlo e intentar fingir como si no existiera.