Keepsake |One Shot Series|

5: No puedo dejarte ir- II

Aquí está el restante.

Hasta luego ✌️

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Me pongo de pie luego de despedirme de mi madre y camino hasta salir del cementerio, hay bastante movimiento en las calles y el sol ha comenzado a iluminar el cielo de colores rosados y narajas.

Mi estómago ruge, debo conseguir un lugar para comer. Me muevo hasta cruzar la carretera y comienzo a mezclarme entre el gentío de personas. Tengo miedo de ser seguida otra vez. En mi recorrido encuentro una joyería y decido entrar. Una rubia esbelta me recibe y me escudriñe de pies a cabeza, me atiende de inmediato con una sonrisa encantadora, supe que mi vestimenta me hacía ver como una persona de poder, por eso recibía este tipo de atención. Patético.

-¿En qué puedo ayudarla?- dice con amabilidad fingida y hago un esfuerzo por no rodar los ojos.

Mi subconsciente no se priva de ello y lo hace. A veces puede ser incitadora.

-Quiero, uh. Quiero venderlo.- alzo mi muñeca, enseñando el reloj descansando sobre ella. La mujer abre sus enormes orbes grises y tapa sus labios.

-¿Está segura?- yo asiento.- Sólo hay tres ediciones como este en el mundo.- alzo mis hombros fingiendo despreocupación pero el sentimiento de culpa me carcome, me deshago del reloj y se lo entrego. Se lo he robado a él para poder escapar. Necesito el dinero. Ahora sólo me queda vagabundear hasta encontrar a mi familia. Unos minutos después me encuentro fuera del establecimiento con no sé cuánto dinero en mi bolsa. Camino hasta ver una pequeña cafetería, la mujer que está tras el mostrador mastica goma de mascar y agarra un cigarrillo en su mano derecha. Su cabello rubio está recogido en un desordenado moño y su maquillaje está regado.

-¿Y tú qué miras niñata, se te perdió algo?- me gruñe, su voz es ronca a pesar de ser mujer.

-Me gustaría tomar un desayuno.- digo en voz baja. La mujer abre sus ojos y ríe a carcajadas.

-No servimos caviar aquí, nena.

-Tampoco lo buscaba.- la mujer me mira de pies a cabeza y sonríe sin mostrar su dentadura, hace un globo con su goma de mascar y me da la espalda.

- No soy responsable de infecciones estomacales.- dice para después desaparecer al pasar por la puerta.

Hay dos hombres sentados en la barra, uno de ellos me sonríe y yo me asqueo. Ni siquiera tiene dientes. Debería prohibir que los hombres miren de una manera tan vulgar a las mujeres. Me siento como la presa de un león. Suspiro y miró a mi alrededor, este lugar está en condiciones infrahumanas.

La rubia coloca dos platos frente a mí y ni siquiera se identificar su contenido, sea lo que sea, luce asqueroso.

- ¿Qué es?- digo tomando la cuchara que está sumergida en lo que creo que es avena, la saco del plato y la sustancia pegajosa también se sale.

-Te dije que no servíamos caviar, pija.- gruñe, espera. ¿Me llamó pija? Frunzo mi ceño y la mujer rueda los ojos.- Es puré de patatas.

-¿Quien serviría puré de patatas a esta hora de la mañana?- pienso en voz alta pero tampoco me retracto.

-Siento que no sea lo que está buscando, su Majestad.-se burla para luego escupir su goma de mascar sobre el puré, el cual creo que tiene vida, se está moviendo. Lo hago a un lado y decido tomar el huevo con tocino los cuales forman una cara feliz. Pero tampoco me atrevo a comerlo. Entonces tomo el café, creo que es lo más higiénico de la comida. Doy un sorbo y me quema la lengua, también sabe horrible pero no me queda de otra. Miro por la ventana, una camioneta negra se estaciona a unos metros de distancia, mi vista recorre por la calle e inmediatamente reconozco una cabellera castaña. Mi corazón se paraliza y comienzo a sudar, dejo unos billetes sobre la mesa y comienzo nuevamente con mi carrera. Corro haya llegar a la puerta de salida y no me percato de la señora de avanzada edad frente a mí y la hago caer al suelo junto a mí. Ella me maldice pero hago caso omiso y la ayudo a ponerse de pie. Corro nuevamente sintiendo los latidos de mi corazón en la garganta. Veo a Niall merodear como águila cerca de mí, así que me desvío y tomo un pequeño callejón, estoy cerca cruzarlo por completo y un auto negro se cruza en medio de la salida. Entonces él sale del auto. Intento detenerme e ir de regreso pero sólo quedo atrapada, Logan y Niall están al otro extremo del callejón. Me doy la vuelta. Ahora Zayn está frente a mi pero al igual que anteriormente no me percato de lo cerca que estoy de él, por lo que choco contra su pecho y caigo al suelo ensuciando mi atuendo. Mi subconsciente chilla. « ¡Era hermoso! Te hacia lucir como una diosa, eres una tonta.» Entonces me abofeteo mentalmente, no es momento para un arrebato de brillo interior.

Él está aquí, y va a llevarme a su torre de marfil, y va a follarme, duro, de nuevo, no me había percatado de que estaba temblando, hace frío pero sé que esa no es la razón por la que lo hago.

Tengo miedo. Zayn me levanta y me pega contra su pecho, esta abrazándome.

-Dios, Jane. Estaba tan preocupado por ti.

Comienzo a llorar de impotencia. Me encontró, y me tiene pegada a su pecho, no quiero ir con él, intento deshacerme de su agarre pero él me aprieta y sólo me queda rendirme.

-¿Estas bien? Te pasó algo.- toca mi rostro y me examina.

-Suéltame- susurro.- Déjame ir por favor.- suplico.

-No puedo dejarte ir, Jane.- dice y me encuentro empujándolo y embistiéndolo con todas las fuerzas que me eran posibles.

-Sólo quería ser libre por una vez en mi vida. Quería tener una familia y llegas tú a mi vida queriendo controlarme como si te perteneciera. Sólo quería tener una vida normal, equivocarme y volverme a levantar, enamorarme y entregarme al hombre que amara. ¡No a ti! ¡No eras tu!- lo empujo y él retrocede unos pasos.- Quería a Liam. Quería encontrarlo porque sé que es lo único que me queda y disfrutar cada momento que no pude disfrutarme. Sólo quería él me protegiera como todo padre lo haría por su hija. Sólo quería que me amara.- entonces caí al suelo, sumergida en mi propio mar de lágrimas. Vi a Zayn ponerse de cuclillas a mi lado e intentó tocarme, me alejé nuevamente.

-Prometo que no le diré a la policía. Na-Nadie sabrá acerca de esto lo prometo pero por favor, déjame ir. Tengo familia aquí, necesito encontrar a mi hermano. Por favor, Zayn.- imploré. Él sólo me miraba y negaba con la cabeza.

-No puedo dejarte ir.- replicó nuevamente.

-¿Por qué?

-Lo siento.- dice y se pone de pie. Lo veo mirar a Niall y a Logan y ellos de acercan a mí, me ayudan a ponerme de pie y me meten al auto. Lo último que recuerdo ver es el nublado cielo nevado antes de quedarme dormida.

(...)

-¿Segura que quieres cortarlo?, lo llevas hermoso, tenemos varios estilos y aún así podrías dejarlo largo.- me aconseja el chico con las tijeras en su mano. Estaba a punto de mencionarle que era una excelente idea pero Zayn me interrumpió.

-Quiero un completo cambio, Joe. No quiero que sea la misma.- comentó destruyendo mis ilusiones. Adoro mi cabello y el sólo quiere cortarlo sin siquiera darme una explicación. Joe pareció pensar y comenzó a examinarme.

-Tengo una excelente idea.- dijo entusiasmado. Cerré mis ojos y dejé que el hombre hiciera su magia y después de lo que parecieron horas él culminó su trabajo.

-Creo que es mi mejor obra de arte. Estas hermosa.-contempló Joe y sólo pude ruborizarme. Observe mi cabello y no podía creer lo que veía. Apenas tocaba mi nuca y estaba más claro. Era casi dorado pero seguía manteniendo su rojizo.

-¿Te gusta?- preguntó Joe quien me observa desde el espejo.

-Me encanta.- la puerta principal se abre, Zayn está con nosotros, no parece feliz pero jamás nos da a demostrar que está enojado. Me observa de pies a cabeza y siento ruborizarme nuevamente.

-Es hora de irnos.- me despedí de Joe y nos subimos al auto. Ha sido un largo día. Ya había oscurecido cuando llegamos al salón de belleza. Zayn tuvo que pagar doble por la hora pero no pareció molestarle. Es realmente increíble ver como se deshace del dinero como si fuese papel higiénico. Ruedo los ojos. Vida de ricos.

- Por cierto, señorita Miller... Luce magnífica.- dijo Zayn y no pude evitar sonreír. Una sonrisa verdadera, una que hace mucho no se formaba en mi rostro.