Día 17

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Eren y yo tuvimos sexo, después de eso ninguno de los dos volvió a hablar al respecto.














Era mentira no me maten 😯❤️
Hoooola acá les traigo un nuevo capítulo, espero que lo disfruten mucho ❤️

Gracias a todos los que están apoyando con sus votitos y comentarios que me alegran mucho y aquellos fantasmitas también.❤️

Por cierto, es la primera vez que escribo un cap como el que van a leer a continuación, así que me gustaría saber sus opiniones 🌸

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Eren se había sentado en la cama, estaba avergonzado, lo sabía.

—Solo un beso— volvió a repetir.

Asentí varias veces, en realidad no estaba esperando mucho más que eso, me gustaban los besos de Eren y podía sentir que con tan solo un simple roce, estaría sumamente satisfecho.
Él sonrió levemente y se inclinó un poco hacia adelante hasta que su aliento se mezcló con el mío, me miró a los ojos un momento y sentí que mi respiración se cortaba, era tan hermoso.

Sus labios rozaron los míos y sin esperar los moví intentando que me siguiera, lo hizo, algo torpe como siempre lo hacía y eso me encantaba. Lentamente se recostó a mi lado y tomé su cuerpo acercandolo al mío, mi lengua se abrió paso en su boca y exploró todo a su paso. Eren suspiró pesadamente y mis manos viajaron hacia su cintura, con un solo movimiento lo giré dejándolo de espaldas y tomé el control de la situación, besé con aún más desesperación sus labios y sus manos pasaron por mi nuca varias veces, las mías buscaron los botones de su camisa y no tardé en desabrocharla, mientras que besaba y mordía su cuello levemente, Eren gimió bajito y echó su cuerpo hacia atrás, me separé para observarlo. Tenía los labios rojos e hinchados, sus ojos brillantes y su cabello un poco revuelto, se veía hermoso.
Con calma le quité la camisa, el torso de Eren era hermoso, la piel tersa, bronceada con sus pezones rosados, dos botones delicados que resaltaban.
Le dediqué un tiempo a ellos, besandolos, pasando mi lengua en círculos y mordiéndolos suavemente, Eren gemía suave, casi como un suspiro ahogado, encendiéndome aún más. Nuestras caderas se rozaron y volvió a arquearse levemente, sentí sus manos en mi nuca, acercándome, atrayéndome hacia su cuerpo y tomando la iniciativa de volver a besarme, algo desesperado y torpe, pero aquello no importaba, amaba los besos de Eren.

Me atreví a recorrer su abdomen con mis manos hasta llegar al inicio de sus pantalones, sin dejar de besarlo logré desabrocharlo y colar mi mano por debajo de su bóxer, envolví su miembro despacio, encontrándolo caliente y totalmente erecto. Eren se separó de mis labios y me miró lleno de sorpresa cuando comencé a masturbarlo, sus mejillas se colorearon y un gemido suave volvió a escaparse de su boca.

—Levi...— sus manos apretaron levemente mi nuca.

—¿Quieres que me detenga?

Por primera vez me miró a los ojos, estaban algo brillantes, totalmente avergonzado negó varias veces con su cabeza.
Volví a dejar un suave beso en sus labios y mis manos dejaron su miembro para bajarle y quitarle su pantalón. Eren se levantó un poco y me ayudó con la tarea, nuevamente me acercó a él y me besó, despacio volví a recostarme sobre su cuerpo, abrió sus piernas dejándome el espacio justo, y comencé suavemente a simular embestidas, suaves y precisas, Eren dejó escapar otro suspiro y sus manos recorrieron mi espalda para luego hacer lo mismo por mi pecho.

Lentamente me atreví a llegar a su bóxer y quitarlo también, para luego poder deshacerme del mío, Eren me miraba, y aquello aunque no quería hacerlo notar me había intimidado un poco ¿le gustaría lo que veía? Las dudas se dispersaron cuando mojó sus labios con su lengua. Acercándome tomé su miembro nuevamente y lo masturbé un poco mientras él se atrevía a hacer lo mismo conmigo. Un gruñido escapó de mi boca y volví a atacar la suya con frenesí, mis vellos se erizaron por un segundo y en todo en lo que podía pensar era en que quería recordar este momento para siempre.

Estuvimos unos minutos allí, recorriendo el cuerpo del otro, conociéndonos un poco más, disfrutando el calor que sentíamos y las respiraciones y gemidos que se oían por la habitación. Detuve el movimiento de mi mano cuando sentí que Eren estaba cerca de llegar a su orgasmo y él bastante confundido también lo hizo, me miró curioso y un poco frustrado a lo que rápidamente me atreví a aclarar.

—Necesito prepararte.

Eren asintió despacio y yo me bajé de la cama para buscar entre mis cosas, agradecía haber guardado condones y lubricante, cuando los encontré me acerqué y me arrodillé en la cama.

Abrí el pote de lubricante y eché una buena cantidad sobre mis dedos, Eren abrió sus piernas y lentamente dirigí mi dedo hacia su entrada, se mordió el labio inferior y se removió incómodo, comencé a moverlo lentamente tratando de que se acostumbrara a la intromisión, entre suspiros y algunos jadeos de su parte me atreví a meter un segundo dedo y así hasta que con el tercero estuvo pidiendo un poco más.

Eren mantuvo sus ojos en mi desde el momento en que me coloqué el preservativo hasta cuando esparcí el lubricante, me acomodé entre sus piernas nuevamente y besé sus labios sin prisa, tomé mi miembro y lentamente lo acerqué a su entrada, presionando suavemente.
Eren suspiró y lanzó un jadeo cuando me adentré un poco, sus ojos rápidamente se llenaron de lágrimas, que pronto las sequé con mi boca, tomé su miembro y comencé a masturbarlo, mientras que me adentraba aún más. Eren apoyó sus manos sobre mi torso y me miró.

—Hazlo... hazlo lento.

Empecé un suave vaivén sin dejar de masturbarlo, en cada movimiento podía adentrarme un poco más, apretado y caliente, simplemente increíble. Su frente se perló de sudor y cuando creí que no podría soportarlo el sonido de mi pelvis chocando contra sus glúteos resonó en la habitación. Su boca se abrió y dejó escapar un jadeo ahogado, su semén cubrió mi mano y sus uñas se clavaron en mi espalda.
Quedé estático por unos segundos hasta que Eren relajó su cuerpo y me incitó a que me moviera.

Comencé hacerlo bastante lento, dejando que su cuerpo terminara de acostumbrarse, mientras gozaba de la posibilidad de llenarlo de besos, desde su frente, nariz, mandíbula, su cuello, para luego volver a sus labios.

Moví mis caderas un poco más rápido y pronto Eren estuvo gimiendo debajo mio, sus manos se aferraron a mis hombros, el sonido de nuestras pieles se podían escuchar claramente por toda la habitación, pronto nuestros cuerpos se cubrieron de una fina capa de sudor. En una de mis embestidas Eren pegó un gritito agudo y se aferró con más fuerza a mi, volví a tocar ese punto y él pronto estuvo retorciéndose.

—Ahí Levi... más... justo ahí.

Pronto era su propia cadera la que iba a mi encuentro, gruñí ante la sensación que me producía estar dentro de él, tan caliente y apretado, se sentía increíble.
Nuestros gemidos se mezclaron, nuestras pieles chocaban continuamente, Eren lanzó su cuerpo hacia atrás y repitió mi nombre en el momento en el que se corría.
Su entrada se contrajo, apretandome y quitándome el aliento, sentí mi propio orgasmo recorrer mi cuerpo y después de unas embestidas más, me detuve, besándolo en los labios, con nuestras respiraciones agitadas, Eren escondió su rostro en mi cuello y después de unos minutos me alejé un poco de él, retiré mi miembro de su entrada y me quité el condón, le hice un nudo y lo tiré en el cesto de basura.

Observé a Eren, se encontraba mirando el techo, con una sonrisa marcando su rostro. Su cabello estaba totalmente despeinado y su rostro aún estaba un poco rojo, en su cuello podía verse algunas marcas hechas anteriormente. Con cuidado me acosté a su lado y pronto se dio la vuelta y me rodeó con sus brazos, acaricié su cabello y dejé un beso sobre su frente.

—Que vergüenza—. Susurró.

—¿Ahora tienes vergüenza?

—Cállate no estaba pensando con claridad.

Sonreí sin poder evitarlo, y luego de acomodarnos de la manera más pegada posible, cerré mis ojos y me dejé llevar por el calor de su cuerpo y los sonidos agitados de su corazón.

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Me re costó escribirlo en primera persona si.
Así que lo siento si arruiné el 🍋

Si ven errores me avisan, gracias ❤️

El último viaje (Riren) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora