Capítulo 26

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Mi móvil comenzó a vibrar en mi bolsillo, miré que en la pantalla estaba el nombre de Emma, y empecé a sentirme mal por la chica, ya que estaría esperándome para ir al instituto y ni siquiera estaba allí ni le había avisado. Tampoco tendría escusa al decírselo.

-¿Harry dónde estás? -dijo nada más descolgué la llamada y me lo llevé al oído.

-Mmm... Emma... No me esperes.

-¿Por qué? ¿Dónde estás?

-No, es que hoy no voy a ir.

-¿Otra vez finges estar enfermo?

-No, es que tengo cosas que hacer.

-¿Más importantes? Bien, Harry, haz lo que quieras.

La chica no dijo nada más, solo colgó y me quede con las palabras en la boca, no quería darle explicaciones, pero sabía que tarde o temprano acabaría dándoselas. Guardé de nuevo el móvil en el bolsillo y me quedé mirando el coche de Jackson, la calle, todo en general. No sabía dónde iba a ser su trabajo o que era lo que hacía específicamente, y estaba nervioso.

-¿Está muy lejos el sitio?

-Tranquilo, llegaremos pronto.

Quince minutos después llegamos a donde decía, eran varias naves una junto a otras, parecían que estaban unidas unas a otras, pero dentro estarían separadas y una sola parecía enorme por lo que solo habría que imaginársela desde dentro, encima de cada puerta había carteles indicando cual era el lugar que estarías buscando, yo solo seguí a Jackson que entro por una de las puerta, ni si quiera me pare en mirar el cartel que sería.

De pronto una avalancha de chicas vinieron hacia nosotros, todas en ropa interior y con un magnifico cuerpo, entonces empecé a comprender como a Jackson le gustaba este trabajo. Las chicas se pararon en Jackson, lo saludaron, dándole pequeños besos en los labios, como había visto en algunas series de televisión, solo que el hombre era gay y Jackson no tenía pinta de serlo...

-Chicas, os presento a mi amigo -luego todas las miradas se dirigieron a mí- él es Harry.

Las chicas vinieron a mí y comenzaron a saludar una por una, pero no me dieron un beso en la boca, lo entendía, no nos conocíamos, solo pasaban dándome dos besos y diciéndome cada una su nombre.

-¿Y qué haces aquí, Harry? -preguntó una de las chicas, creo recordar que se llamaba Faye.

-Venimos a ver si hay suerte, ¿vosotras que pensáis?

-Ha primera vista no está nada mal -dijo otra chica, Gisele, lo dijo con una voz coqueta que me encantó- pero, Harry, ¿Cómo estas sin esto?

La chica se acercó a mí y me quitó la camiseta, bueno, suena estúpido decirlo pero podría sentirme desnudo, delante de todas aquellas chicas que eran espectaculares, buenos cueros, caras bonitas y a imaginarse que más.

-¿Y esto?

Miré a donde me estaba tocando y recordé todos aquellos moratones que me había hecho Alex, simplemente lo sabía porque me lo había contado Emma.

-Nada, tuve que defender a una amiga...

Miré a la chica y me estaba mirando con cara de ver a un cachorro, supongo que eso era bueno. Después de unos pocos segundos me volvió a colocar la camiseta en su sitio.

-¿Jacob de dónde has sacado a este chico?

-Amigos de la infancia.

-Pues si todos tus amigos son así espero que los traigas a todos -dijo y luego comenzó a reírse con una risa que era bastante estúpida, pero la chica era guapa.

¿Sería diferente? «h.s»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora