Diario de una PERRA.

Prólogo

Diario de una perra:

Como yo, Amalia Hyatt, la perra más PERRA de todo Chicago Estatal Preparatory, sí, me siento bastante orgullosa de mi título, o sea, me costó bastante obtenerlo (si a eso nos referimos a dejar “felices” a los chicos más calientes de la preparatoria y luego rechazarlos), pero saben chicas:

No es tan malo ser una perra.

Me explico: Los chicos te ven como un desafío, y te persiguen hasta que logran obtenerte.

A mí, por ejemplo, SIEMPRE me ven como un objetivo.

¿Por qué?

Porque, queridas lectoras de mi diario:

Yo NUNCA dejo que me obtengan.

Esa es, para mí, una diferencia entre las perras y las zorras.

Las zorras se entregan fácilmente, se visten de manera provocativa, y usualmente para lo único que son buenas es para provocar y para tener sexo.

En cambio, las perras, como yo, se visten bien, siguen la regla “menos es más”, son frías, son intrépidas, son astutas, y saben jugar cada una de sus jugadas.

Usualmente las perras son bastante expertas si a temas sexuales nos referimos.

¿Pero ustedes creerían que una perra fuera virgen?

Bueno, créanlo.

Porque por mucho que provoque y coquetee, soy más virgen que cualquiera.

Sí, lo soy, ¿por qué?

Por la misma razón por la cual me volví una perra.

Un ex novio y una ex mejor amiga.

¿Quiénes?

Brian Parker Y Sophie Williams.

Dejé de confiar en las mujeres y hombres en el momento en el cuál los descubrí a ambos en plena situación.

Justamente esa situación.

Y me volví una perra con ambos sexos ya que me juré que nadie me volvería a pisotear y humillar de la manera en la cual ellos lo hicieron.

Pero no crean que no tenga amigos, la verdad, antes de esa situación tenía pocos amigos, a pesar de que me llevara bien con la mayoría de la población de la escuela, no era de muchos amigos, la verdad es que los podía contar con los dedos de mis manos.

Hasta que pasó lo que NO debía pasar.

Sí, Brian y Sophie.

Me aislé totalmente, y dejé de ser amiga de la mayoría de la población femenina.

Sí, por ser una perra.

Pero mantuve mi amistad con los hombres, en especial con uno.

Joseph Clark.

Y con dos mujeres.

Antoniette Clark y Danielle Poezyn.

Sí, Antoniette y Joseph son mellizos, y son mis mejores amigos desde que eramos unos fetos junto a Danielle.

Siempre han estado allí y siempre lo estarán, a pesar de todo.

Pero bueno, quizás no crean que tenga amigas en la población femenina de la escuela, pero sí.

Y también tengo amigos  en la mayor parte de la población masculina.

¿Pero qué tal si un hombre en especial decide no ser mi amigo?

Zackary Levine es el nuevo de la escuela.

Y el único que no me ve como objetivo.

Eso no puede ser posible.

TODOS ME DESEAN.

TODOS QUIEREN SER COMO YO.

Y Zackary no será el primero que no me desee.

¿Podría yo, darle todo a él a cambio de nada?

No, una perra no hace eso.

Preferiría mil veces que pasara sobre mi cadáver.

Aunque, bueno…

La verdad, así muy sinceramente desde el fondo de mi corazón:

No tendría ningún problema de que él este sobre mí.

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