Capítulo 1

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ROSALIE

Es el día más esperado por todos, la gran boda de “Teo & Karen”. Son tan lindos que era de esperarse que terminaran juntos, sin contar que parecía siempre que ya estaban casados por cómo se trataban y lo que hacían juntos. Aunque no es eso lo que me emociona tanto, sino el lugar en donde será la boda.
Un hotel en medio del mar, cuatro pisos, una sala de estar, salón para eventos,  pequeñas terrazas en la primer planta en donde se puede descansar y ver la vista del gran mar que rodea el hotel, restaurante, servicio a la habitación y lo más importante es que será nuestro por toda una semana.
No recuerdo de quién era el familiar, si de Karen o Teo que les hizo el favor de dejárselos para ellos toda la semana, pero fue un gesto muy atento y agradecido por todos, novios e invitados.
No me desanima el hecho de que tuve que venir sola a la boda, mis amigas no se llevan con Karen y yo siempre la he querido como a una hermana desde la preparatoria.
Lo único que me hace ilusión es verla camino al altar y disfrutar de una semana de descanso y relajación que tanto me hacía falta, claro sin contar que voy lucir mis bikinis y mi vestido de fiesta.
Estoy pensando en todo esto y las ganas que tengo de lanzarme al mar y nadar, cuando me topo con Fede, es primo hermano de Teo, bronceado perfecto, ojos marrones, cabello chino y castaño claro, y su altura, Dios es tan alto que tengo que ponerme de puntitas para abrazarlo, lo cual solo lo he hecho una vez en su cumpleaños, a la que llegue de improvisto y sin invitación. Una fiesta muy divertida.
Lo salude con la mano, el hizo un asentimiento con la cabeza y siguió viendo a su novia.
Sí. Él tiene novia.
No me detendré a pensar tanto en la suerte que tengo de que la mayoría de las personas que conozco sean hombres o mujeres, tengan pareja, puesto que siempre me gusta estar yo sola y sentirme libre, de lo contrario no sé creo que me volvería loca.
Estaba segura de que estaría yo sola hasta que me encontré a mis antiguos compañeros de la preparatoria. Eduardo estaba más flaco, Estefanía seguía igual pero se veía más madura, Paola un poco más alta pero no mucho. Y Rodrigo, ese Rodrigo. Estaba un poco más alto había dejado de beber y se había puesto en forma, y lo que tanto me había gustado de él permanecía, su barba, y no sólo eso, también se le había engrosado la voz.
Me tomo desprevenida y me abrazo muy fuerte, diciéndome:
-Pero que buena te has puesto Rous, casi ni rastro de aquella muchachita fea que siempre fuiste.
Y allí terminó el encanto, tal vez era más atractivo pero con esa actitud tan petulante y ofensiva que es tan particular suya, no evitaba que me volviese a desagradar y borrara todas mis fantasías de él.
-Vaya iba a decir lo mismo hasta que hablaste, si no has cambiado en nada.
-Bromeas no.- Hizo una seña de ver sus bíceps y presumirnos su espalda, más que sorpresa me hizo gracia así que puse los ojos en blanco y me fui riendo de la mano de Paola y Estefanía.

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