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—¡Jinu! —la voz de Nam hizo girarme.

—¿Que ocurre TaeTae? —pregunté algo preocupado debido a su expresión.

—Mino le ha pegado a Jinhwan, y ahora está con el director, a lo mejor le expulsan —disparó de golpe. Mis ojos casi se salen.

—¿¡Qué!?

—¡Vamos! —me tomó la mano y me condujo hacia una parte del patio, donde había un grupo de estudiantes rodeando a algo.

Taehyun, todavía agarrado a mí, atravesó todo ese montón y encontramos a un Jinhwan llorando a moco tendido, con una de sus mejillas a rojo vivo.

—¡Jinani! —grité al verle en ese estado.

—¡Jinuuuuu! —se abalanzó a mis brazos, rodeandome con los suyos, yo le correspondí—. M-Minho-hyung me pegó, se aprovechó de mi dulce inocencia —me miró con sus ojos lagrimosos.

—No te preocupes, ya pasó —acaricié su pelo, todo su cuerpo se relajó—. ¿Y no sabes la razón?

—Sí que la sé —frunció el ceño y acercó su boca a mi oido—, él es una persona terrible, no deberías volver a acercarte a él, además, ahora eres mío y quiero que sepas que soy bastante celoso —susurró.

Me quedé congelado ante su comentario, di unos pasos atrás, alejandome de él, me miraba sorprendido, pero en sus ojos había una pizca de maldad, daba miedo.

Lo primero que me pasó por la mente fue Mino, él no le pegaría sin razón, desconfié de Jinhwan, capaz era de pegarse a sí mismo y culpar a Mino. Necesitaba encontrar aquel chico de pelo negro y solucionar todo esto de inmediato.

***

Iba corriendo por los pasillos buscando "dirección", me tranquilizaba que no hubiera ningún profesor a la vista, podían castigarme, "regla número 15: Prohibido correr por los pasillos".

Paré delante de una gran puerta, con una placa que me hacia saber que estaba en el sitio correcto. Toqué una vez, nadie respondió, entonces aproveché para echar un ojo, abrí despacio la puerta, permitiéndome ver un poco el interior. Hallé a Mino, estaba solo en la Sala, sentando en una de las sillas, con los brazos cruzados sobre su pecho y la vista fija en la puerta. Abrí del todo y pasé, sus ojos se dispararon al verme. Ya me encontraba nervioso.

—Hola —intenté cortar la tensión de ambiente

—Hey —respondió indiferente.

—¿Me puedo sentar? —señalé a la silla de su lado con una sonrisa incómoda en mi cara, él tan solo encogió sus hombros.

Dirigí mi paso hacia aquel mueble, tomando asiento, apesar de que miraba a mis manos mientras jugaba con estas, sentía la intimidante mirada de Mino en mí.

—Hoy dijeron que los de la cafetería iban a poner mochis de-...

—¿A qué has venido? —lo miré, su postura estaba relajada, a diferencia de la mía, estaba demasiado tenso.

—¿De verdad le pegastes a Jinhwan? —mi voz salió chiquita y débil.

—¿Eso importa? —alzó una ceja, yo asentí—. Sí, lo hice —abrí los ojos como platos— y lo volvería hacer si lo tuviese delante ahora mismo —cerró sus puños, Mino estaba muy enfadado, la ira hablaba por él.

—N-No digas eso, no hay necesidad de ser cruel.

—Claro que la hay —resopló—, además, no sé que haces aquí, ¿no deberías estar con tu "Jinani"? Metete en tus propios asuntos y dejame en paz. Olvidate de mí, no quiero ser más tu amigo —sonó muy frío y cortante, desvió su mirada al frente.

Sin evitarlo, algo se rompió dentro de mí, odiaba esta actitud de Mino, la detestaba, quería al otro Mino, a mi amigo. Sin darme cuenta ya estaba volviendo a llorar de nuevo, no me gustaba ser así de débil, más cuando él parecía no importarle.

—P-Perdón... —pude decir entre sollozos.

Él se giró, bastante sorprendido de verme así, ¿no se había dado cuenta de que estaba llorando? No podía mirarle, en cambio cerré mis ojos con fuerza, mientras más lágrimas salían, produciendo un pequeño escozor en mía ojos. A pesar de que quería parar no podía. Él seguía mirándome, en silencio, seguro pensando lo inútil y estúpido que era por llorar por una cosa así.

—Jinwoo-Hyung... —pronunció después de un rato—mirame —alzó mi barbilla con su mano y yo abrí un poco los ojos, aunque mi vista estaba un poco borrosa debido a la humedad—. Perdoname, no quería hacerte llorar yo-... —su semblante era una mezcla entre preocupación y tristeza.

—No importa, soy yo él que debe pedir disculpas-... —negó con la cabeza.

—He sido yo quien se ha pasado de la raya —miró al suelo—, estaba molesto porque ibas hacer un contrato con Jinhwan, aunque no te hablaba pensaba que todavía teníamos el nuestro en vigor, que no se había cancelado —suspiró—. Fui un idiota por pensar así, estaba siendo muy egoísta y no pensé en como te estaba afectando o si te estaba haciendo daño —pausó, su voz se fue apagando. Guardé silencio, estaba sin palabras, él volvió a fijar su mirada en mí—. Estás en tu derecho de hacer un contrato con él, si eso es lo que quieres, yo lo respetaré, él se ve mejor persona que yo.

Mi corazón se encogió al verlo así, se estaba sincerando conmigo, me sería bien a la vez que mal, yo quería seguir teniendo mi contrato con él, aunque a veces se dejara llevar por sus impulsos, sabía que él era más puro y sincero que Jinhwan. Yo negué con la cabeza en modo de respuesta.

—Quiero seguie mi contrato contigo —sonreí.

—¿De ver-... —el sonido de la puerta nos interrumpió.

—Srto. Kim, ¿qué hace aquí? No tiene permiso para entrar así sin más, no está en su casa —pasó de mirarme a mí, a mirar al pelinegro de mi lado—.  Y usted jovencito va a estar expulsado un largo periodo de tiempo, ¿sabe? —Mino bajó su mirada avergonzado, asintiendo.

—Él no tiene culpa, fui yo —las palabras salieron solas de mi boca, tanto el director como mi amigo me miraron asombrados.

—¿C-Como? —preguntó el señor mayor.

—Jinwoo-Hyung —El pelinegro llamói atención con un susurro bajito—, no tienes que hacer esto —murmuró para que solo yo escuchara.

Él tenía razón, yo no tenía por qué defenderlo por un arrebato de ira que sufrió, pero, es que la cosa era que yo quería hacerlo.

—Inventé que Jinhwan hablaba mal de Mino a sus espaldas, incluso le dije que se había metido con su hermana —no me sentía bien cuando mentía, pero esto era por Mino—, así que se enfadó y le pegó —bajé la cabeza—. Fue mi culpa, no la de él.

—Srto. Kim, usted es de los alumnos más impecables que tengo en este centro, ¿por qué razón lo hizo? —el director estaba con la boca abierta, al igual que mi compañero.

—Tuve una pequeña pelea con Jinhwan y no pensé lo que hacia —le miré ala cara—. Perdón.

—Esto no lo voy a dejar de lado, tiene un parte, junto con limpiar el patio todas las tardes durante tres semanas, a ese castigo también acudirá el Srito. Song, para que aprenda a controlar esa ira y a guardar sus puños.

—Sí, director —hablamos ambos al mismo tiempo.

***

—Jinwoo-Hyung —me llamó Mino al salir de allí, yo le miré—, gracias —sonrió dulcemente y me abrazó.

Una calidez atravesó mi cuerpo al verle reaccionar así, inconscientemente reí, notaba como era la persona más feliz del mundo en ese preciso momento, aunque duró poco, una tos hizo que nos separasemos la instante y nos girasemos

—¿Interrumpo algo?.

Jinhwan...

Novios por un contrato [SongKim]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora