Park Ji Min y Kim Sun Hee se enamoraron sin saber de los terribles secretos que los rodeaban. Y cuando se revelen, destruirian aquel amor en un abrir y cerrar de ojos.
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Increíble y hermosa portada hecha por @taisa...
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Pacientemente ella lo esperaba mientras miraba a las personas pasar por aquel parque, pensó por un minuto que él no vendría pero al verlo acercase, se alegró. Ambos se saludaron con una leve reverencia, para luego empezar a caminar.
- Pensé que no vendrías –lo miró de soslayo-. Me alegra mucho verte nuevamente –admitió.
- Te prometí venir y aquí estoy ¿Cómo has estado? –quiso saber.
- Realmente me siento... confundida, alegre y luego están esas ganas de salir corriendo y no ser encontrada –la cuestión del matrimonio no se iría tan fácil de su mente.
- Solo no dejes que todo eso te frene sunhee –se detuvo tomando su mano-. Eres muy fuerte, puedo notarlo ¿Te parece si hacemos una promesa?
- ¿una promesa? –ladeó su cabeza.
- Trata de que nunca dejaras que tu madre ni otra persona decida por ti, y si alguien lo hace, serás firme y dirás no. Sonreías antes las adversidades de la vida y aprenderás a afrontarlas con la frente en alto ¿promesa?
- Promesa –a sunhee le pareció algo muy dulce de parte de él.
- ¿quieres comer un helado? –señaló el pequeño puesto frente a ellos.
- Por supuesto –corrió hacia el cómo niña pequeña. Estando frente a ese puesto pidió su helado favorito-. Por favor señor deme uno de menta.
- A mí me da uno de vainilla –a jimin le lleno de ternura ver a sunhee tan emocionada al ver como el señor preparaba su helado-. Eres muy tierna.
- No lo soy –hizo pucheros-. Bueno, quizás un poco.
- Eres increíble Kim sun hee –ríe leve.
- ¿puedo pedirte algo? –se puso un poco nerviosa.
- Lo que quieras.
- Seamos amigos –tapó su rostro con ambas manos ocultando su sonrojo-. Solo si quieres.
- ¿Qué? Pensé que ya éramos amigos –se llevó una mano al pecho haciéndose el dolido-. Pero respondiendo a tu pregunta...aceptaré con gusto ser tu amigo.
- ¡genial! –exclamó alegre.
Ambos comían sus helados sentados admirando un poco el paisaje. Jimin veía a sunhee devorar su helado como niña pequeña, definitivamente era alguien muy especial.
- ¿quieres venir a una fiesta mañana? –le propuso jimin
- Me encantaría –aceptó sin dudas
- Entonces te recojo mañana a las ocho de la noche
