Lunes a las 11:35 a.m.
Como todos los días, Peter se dispuso a ir en el autobús de siempre a la universidad. Ese día en específico, entraba un poco más tarde de la hora que era, esto debido a una reunión de profesores que había. Le tocó entrar a las 12:00 del medio día, de pura suerte, no es para nada lindo despertarse temprano cualquier día, pero menos un lunes. Un fiel amigo suyo, Harry, subió al autobús. Lo cual le pareció extraño porque... Pertenecía a una familia adinerada ¿Porqué no ir en auto? Aquel chico, volteó su mirada hacia a Peter, como si supiera que iba a estar en ese autobús a esas horas.
—¡Buenos días, Peter! ¿Cómo estás?— Preguntó su colega con su típica alegría. Su sonrisa sinceramente era contagiosa aunque estuvieses triste. Parece un don.
—Buenos días, Harry. De maravilla, gracias por preguntar. Por cierto... Qué raro es no verte venir en auto.— Bromeó mientras Harry se sentaba en el asiento que estaba a su lado.
El contrario no tardó en soltar una carcajada, su amigo tenía razón. Estaba tan acostumbrado a ir en el auto de su padre, que sería extraño para cualquiera verlo transportarse en cualquier otro medio.
—¿Algún problema, niño?—
—Ninguno, mocoso millonario.—
Ambos chicos parecían estar discutiendo, pero terminaron por soltar sus risas. No era fácil tomarse estos momentos como serios. Específicamente porque no tenían razón o razones para serlo. Obviamente sin olvidarnos de las pequeñas excepciones.
Pasaron unos 8 minutos, en los que ambos jóvenes pasaron conversando sobre algunos trabajos que tenían que hacer, alguna que otra anécdota divertida, lo normal... Hasta que llegaron a la susodicha universidad, fueron por un bocadillo que salía de una máquina expendedora que había por ahí y esparcieron sus pasos por los pasillos de la universidad tranquilamente... Hasta que observaron a un gran grupo de alumnos mirando fuera un gran ventanal.
—¿¡Qué es eso?!—
—¡Esa mujer morirá!
—¡Alguien que haga algo!Esas eran algunas de las frases que repetían los jóvenes ahí presentes. Al parecer había una especie de monstruo metálico gigante alrededor de un edificio, el cual había destrozado, y una mujer estaba luchando por su vida, sosteniéndose de una varilla pensando en que era lo último que tocaría. Y para impresión de todos, Iron Man se encontraba ahí, combatiendo contra la criatura... No podía dejar que trabaje solo, no ahora, que hay una pobre e inocente señorita con probabilidades de fallecer.
—E-Emm... ¡Harry, debo ir a buscar algo! ¡No me tardo!—
—Ok...—
Era hora de la verdad. Salió tan rápido como pudo de la universidad y dejó observar su verdadero e inigualable traje... El amigable vecino, el hombre araña.
Este llegó con rapidez, abalanzándose sobre sus telarañas hasta llegar al edificio en el que esa joven se encontraba en peligro. La mirada de Stark no tardó en impresionarse por su presencia. Acompañado de los gritos de algunas personas diciendo "¡Es el hombre araña!"... La chica por error se soltó del bastón y empezó a caer en ese abismo, pero la grandes habilidades de "Spiderman" la salvaron de la muerte. Al llegar a la superficie del suelo, la dejó lejos de aquel edificio.
La chica agradeció como pudo con total cariño. Sin más que hacer, se dirigió hacia el monstruo del que tenía que deshacerse aún con su ídolo intentando encontrar una forma de hacerlo caer... Hasta que el dicho robot, se sintió obligado a atacar. Lo que hizo que un brusco golpe hiciera que Iron Man cayera en picado al suelo cual gota de lluvia. Después del golpe, la mandíbula del bicho se abrió mostrando sus cientos de dientes, filosos y mortales intentando así poder tragarse a Stark de una sola vez.Pero esto no fue logrado, pues en el intento, una telaraña lo sostuvo con fuerza de sus dientes. Lo cual no fue de mucha ayuda, ese monstruo era veinte o más veces más grande que él. Peter intentaba encontrar algún punto clave con algún golpe. Pero sólo se estaba autolecionando. Cada acción dejó mudo a Stark. ¿Qué hacía él ahí? Pero por sobre todo ¿Porqué atreverse a ayudar con tal riesgo? Debía estar demente... Pero de algún modo, logró atravesar su cabeza de una sola patada. Había una luz en el medio de esta, entonces Peter supuso que eso tenía algo importante. El robot empezó a caer lentamente y dejando así que sus otras pequeñas luces se apaguen.
Toda la multitud que los observaba gritó en coro, a modo de felicitación. Peter estaba feliz por su parte, pudo ayudar. Pero más adolorido no lo había estado nunca en ninguna otra lucha.
—Debo agradecerte esto, hombre araña...— Peter juraba que su alma por poco salía de su cuerpo, por fin Stark... El Sr.Stark... ¡Iron Man!... Le estaba dedicando un agradecimiento.
—N-N-No se preocupe... ¡Es sólo mi trabajo!— Intentó como pudo, negarse a recibir aquel agradecimiento. Al intentar vencer a esa gran criatura, un metal rompió parte de su máscara. Por alguna razón, no se molestó en revelar su identidad a Stark.
—¿Porqué te niegas? De verdad te lo agradezco... Te atreviste a ayudarme aún cuando no hemos trabajado juntos. Tienes mucho valor, niño...— Se posó delante de Peter para poder decirle todo eso. Cuando lo llamó por "niño", lo decía lógicamente por esa fracción que sobresalía de su máscara la cual se rompió. A parte parecía muy joven para esas capacidades tan buenas.
Peter suspiró profundamente tratando de no ser duro y aceptar tal halago.
—N-No hay de qué, Sr.Stark... — Sus nervios estaban hasta el último átomo de su cuerpo. Pellizcaba de vez en cuando su piel, esto a causa de lo irreal que parecía la situación...
El mayor entre risas se despidió del más bajo acariciando los mechones de cabello estaban fuera de su lugar.
Al ver a Stark irse volando, su vista se quedó perdida en él... Bueno, es más, desde que lo vió directamente a los ojos se perdió... La claridad de su mirada y lo bien que se sentía tenerlo cerca... Fue una sensación indescriptible.
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~Mi Niño...~ [Starker] {Spiderman x Ironman} (PAUSADA)
FanfictionHecha por @SleepLe55 y @yoon_45 Un joven de 18 años llamado Peter Parker, estudiante de universidad... Tenía el sueño de ser un gran héroe... Lo inesperado ocurrió, y pudo acercarse a su ídolo, hablar con él, ser parte de su vida... Será cuestión de...