Historia mía

Presentación

Hola, soy Dylan. Tengo 18 años. Tengo el pelo negro y los ojos casi negros también. Mido aproximadamente 1,78m (número preciso por una aproximación). Me siento gordo : 83,3 (Peso sacado esta mañana).

Cuando era niño, era violento con los demás. Me guarecía en la violencia. Era mi refugio a mí. Empecé a odiar a la gente. Empecé a apreciar este regusto, el de ver a la gente aterrorizada. Y creo que este sabor está enterrado dentro de mí. Golpeaba y estrangulaba a ciertas personas. No quería matarlos sino aterrorizarlos. Me gustaba ver cómo huyeron cuando llegaba. Era tan sádico. Era una auténtica crápula y eso no me molestaba. Por lo contrario, me encantaba muchísimo. Pensaba que perjudicarlos me permitiera aliviar todo lo malo que tenía en mí por causa de todos los que me hacían daño a mí. Nadie intentaba entenderme. Si fuese malo, ere culpa mía y nada más.

Antes de estos líos, estaba en una escuela católica. Todo iba bien hasta el momento en que me hicieran repetir mi segundo grado, mi tercer de primaria, o en francés el CE2 (Cours élémantaires de deuxième année = Cursos elementales de segundo año). Repetí mi segundo grado y en ese momento me desbordé, era incontrolable. El odio me había controlado como Satanás controla a quien él quiere. Desde ese momento aborrezco al mundo completo. Quizás eso no es la razón por la cual estaba así pero puede que hubiera contribuido a este comportamiento. El año siguiente, fui mucho más bueno...al comienzo, nomás. El primer trimestre todo estaba bien pero no pude resistir la tentación de lastimar a los otros. Me sentí tan marginado, tan odiado, tan fatal. Quería vengarme de los demás.

El año de después, había cambiado de escuela. Estaba una nueva escuela con nueva gente y sin los problemas que tenía antes. Encontré a una chica muy ... fea pero tan buena, tan amable, tan simpática. Ahora, hace más de cinco años que somos mejores amigos. Los que cayeron simpáticos eran en verdad pendejos. Me zaherieron, se rieron muchísimo de mí, se burlaron como si fuera una mierda.

Al colegio, empecé a crecer realmente. Físicamente y moralmente. Aprendí que prefería a los chicos más que a las chicas. Aprendí muchísimo sobre mí mismo.
Ahora, estudio en un secundario. Y crezco más y más pero también mi manera de pensar en las cosas y en los demás. Tengo dos personalidades en mi propio cuerpo pero siempre soy yo.