El Padre De Mi Hijo (MikaYuu)

1

Yoga y pilates, ser budista zen, noches de farra y promiscuidad no han llenado su vacío.

La solitaria cama espera por él cada noche, desde lo alto de su penthouse, la movida ciudad de Tokio no parece dormir nunca.

Pasearse semidesnudo a mitad de la noche mirando siempre hacia abajo lo hace pensar en muchas cosas a pesar de no querer hacerlo.

¿Qué necesita? ¿Qué le hace falta? Lo tiene todo: dinero, un lujoso departamento y coches.

¿Amor? Ni pensarlo. Yuuichiro odia todo lo relacionado con esa palabra maldita de cuatro letras.

Pareja, compromiso. Yuu es ateo respecto a eso. El amor dejó de ser su religión. Al menos cuando su ex esposo le fue infiel en plena luna de miel.

Si algo bueno a sacado de esa experiencia negativa fue una demanda ganada con pensión anual por la jugosa suma de 2.5 millones de euros.

Yuu no necesita trabajar, ha acumulado dinero y lo seguirá haciendo por los siguientes quince años, pero lo hace para no quedar como un vago en casa.

Su mejor amigo, Yoichi, esposo de su ex novio de preparatoria (cosa que Yoichi no está enterado) Shiho, tienen un lindo bebé de dos meses de vida. Dicho nene japonés es la adoración de Yuu.

Las palabras del castaño, un día cualquiera en la que Yuu se encontraba mimando al bebé lo pusieron en trance.

"Tal vez lo que necesitas es un bebé, digo, ya estás en esa edad."

Es verdad, Yuuichiro ya está en esa edad en la que uno desea formar familia. Si tan solo su ex esposo no hubiese sido un patán, habría dos niños durmiendo y uno en espera.

Eso le frustra, eso lo mantiene con la mente ocupada. Es por ese deseo que se encuentra solo en un gran y oscuro departamento vistiendo únicamente su camisa a medio abotonar viendo por los enormes ventanales que posee la estancia hacia es resto de la ciudad con un vaso de whisky en la mano.

Quiere un bebé, está consciente de ello, pero un bebé no se lo hace solo. Eh allí el problema.

Un suspiro escapa de sus labios posando su mano sobre el delicado cristal que lo separa de una inminente caída viendo al oscuro cielo, no hay estrellas, la contaminación en Japón es tan alta que los ciudadanos ya no poseen ese privilegio.

En ese mismo mundo, en Rusia, en un departamento, en una cama, yace unrubio en pijama roncando pese a que es de día.