Era otoño y un Saltamontes viajero bailaba, tocaba su violín y cantaba en la placita principal de la villa del bosque. Mientras tanto, una hormiga estaba de prisa recolectando nueces, bellotas y hojas para su casa "se acerca el invierno" le decía la hormiga al Saltamontes viajero, "tranquila, debes de disfrutar más la vida" le respondía el Saltamontes, "no pasará nada", la hormiga molesta murmuraba "ya verás, llegará el invierno y no tendrás nada que comer".
Un día el saltamontes se dio cuenta que empezó a caer pedacitos blancos del cielo y empezó a hacer mucho frío, tenía mucha hambre y ya casi no tenía comida.
Días después al acabarse su comida y tiritando de frío, él Saltamontes fue a tocar la puerta de la casa de la hormiga, "hormiguita, hormiguita, una caridad para este pobre Saltamontes que no tiene que comer" - La hormiga se asomó por su ventana y de manera burlona le dijo – Eso te pasa por andar bailando y cantando y no preocuparte por el invierno, si te hubiera importado, una casa habrías construido y tus estantes estarían llenos de comida para pasar el frío.
El Saltamontes tocaba las puertas pidiendo comida, pero ninguno de los animales le abría, la nieve siguió aumentando hasta cubrir las casas de la villa, fue un invierno muy crudo y el pobre Saltamontes desapareció entre la nieve.
Cuando llegó la primavera y la nieve comenzó a derretirse de la villa del bosque, Don Rata que vivía en la colina, bajo a visitar a su amiga la hormiga, sin embargo al llegar a su casa notó que sus ventanas y puerta estaban destruidas, cuando entró encontró todo revuelto en el suelo como si hubieran saqueado el lugar, llamó a su amiga pero no hubo respuesta, no quedaba nada de comida en los estantes de la cocina, lo cual era muy raro ya que la hormiga siempre guardaba alimento de más para que no fuera a faltarle.
Al subir a la recamara principal le llegó un olor muy fétido y fue cuando pudo ver los pocos restos que dejaron de su amiga.
Asustado, salió corriendo a pedir ayuda a los vecinos, sin embargo, cuando llegó a la casa del Sapo encontró también la puerta forzada, al asomarse pudo ver sangre congelada en el suelo y trozos de piel del sapo cascarrabias.
¡Oh Santo Cielo! gritó Don Rata, ¿Qué diablos pasó aquí? Aunque sus piernas temblaban de miedo se armó de valor ya que tenía que encontrar ayuda.
Por cada casa que visitaba iba perdiendo toda esperanza, Señor Conejo, familia alacrán, tía araña, ni siquiera la casa de la anciana Gansa se había salvado del saqueo y masacre de sus habitantes.
Más de 20 hogares había visitado sin encontrar a nadie con vida, derrotado se dispuso a entrar a la casa más lejana del pueblo, en ella logró escuchó la respiración pausada de algo vivo.
Asustado, tomó la pala que llevaba para defenderse y paso sobre los cuerpos roídos de lo que quedó de la familia tlacuache, abrió la puerta del baño principal en la cual apenas entraba algo de luz por la nieve que quedaba sobre las ventanas y en ella encontró un cuerpo esquelético y peludo del que provenía el sonido.
Don Rata se acercó con mucha precaución y se dio cuenta que se trataba de mamá tlacuache "mis bebés, mis bebés" susurraba lo que quedaba de la tlacuache - entró por la ventana y empezó a comerse toda la comida, mi esposo intentó detenerlo, nos atacó a todos, "no pudimos hacer nada", "se comió a mis bebés". Don rata tomó a mamá tlacuache de los hombros agitándola por la ansiedad ¿quién? ¿quién hizo esto? debes de decirme. "mis bebés" murmuró la tlacuache "Ese Saltamontes se comió a mis bebés".
Y fue así como en la Villa del bosque se aprendió del peligro de los Saltamontes en invierno, los pocos habitantes que vivían en la colina advertían a los demás pueblos que se prepararán para el invierno, que en otoño se librarán de los saltamontes que los visitaban antes de que fuera demasiado tarde.
Eduardo Nápoles (2018-11-09)
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El saltamontes y el invierno
FantasyUn saltamontes llega en vísperas del invierno a la villa del bosque mientras todos los habitantes se preparaban para el frío abrazador de la temporada