Ya llevo tiempo en esta dimensión. Intentando aprender todo lo posible, explorando lugares asombrosos, amando a una mujer, y echando de menos a mi hijo.
Me llamo Uzumaki Naruto, antiguo shinobi de la aldea escondida de la hoja y jinchuriki del kyubi no kitsune. Soy el único superviviente de la cuarta guerra shinobi y 'héoe' de esta. Pudimos ganar la guerra, pero no sin la muerte del resto de shinobis a parte de mí.
Después de la guerra, me dediqué a distraerme aprendiendo todo lo que pudiese, desde taijutsu hasta genjutsu. Estaba devastado porque no quedaba nadie como yo, solo gente que nos olvidaba cada vez más a nosotros y a nuestras hazañas. Aún así, decidí seguir protegiendo la voluntad de fuego. Sin embargo, después de varios miles de años, noté que ya no me necesitaban que se habían olvidado por completo del pasado que ahora creían fantasía y sueños de niños pequeños. Al final, me fui de mi dimensión a explorar otra que desconocía al no tener tampoco nada más que aprender en la mía.
Realicé un kamui y entré en el portal que creó el jutsu. Aparecía en mitad del cielo, a más de cien metros del suelo. Creí que me quedaría aplastado del golpe al no poder morir (tengo tan mala suerte que, además de perder a todo el mundo,perdí la capacidad de reunirme con ellos en el otro mundo). Entonces me acordé de un jutsu que me evitaría un dolor tremendo, pero se me ocurrió cinco segundos antes de estrellarme. Ahí estaba otra vez mi mala suerte. No pude evitar crear un gran cráter. Menos mal que Kurama, el kyubi no kitsune, seguía siendo mi compañero. De hecho, somos compañeros inseparables literalmente gracias a mi inmortalidad. Podría sacarlo del sello si lo estudiaba lo suficiente, pero su vida seguiría ligada a la mía y, como ya no puedo morir, él volvía a ser del todo inmortal. Pero a lo que iba,seguía teniendo ese factor de regeneración suprrápida, por lo que me recuperé y solo sufrí durante unos segundos.
Me di cuenta de que era de noche en aquel lugar y que se podían ver millones de estrellas en el cielo. Me quedé tumbado en el cráter, donde tenía planeado hacer mi casa encima. Me quedé dormido al rato. Y esa fue mi llegada a esta dimensión.
Al día siguiente, me propuse a hacer mi casa. Y a mediodía, se podía ver una gran casa de piedra y madera. Claro, puse unos sellos de protección por si acaso.
Con el tiempo, el paisaje fue cambiando. Desde un gran claro en el bosque hasta unas colinas verdes. Sin embargo, la casa seguía allí a pesar de estar bajo tierra. La causa fue que puse una barrera de protección alrededor de la casa por si acaso.
La gente también cambió. Desde vivir en pequeñas casas de materiales poco fiables hasta vivir en grandes ciudades.
Encima de la colina donde estaba enterrada mi casa, se construyó un gremio de magos. Yo ayudé en fundarlo, después de todo, yo vivía antes justo debajo. Y añadí la voluntad de fuego en el gremio. Éramos una familia.
Tristemente, me tuve que ir después de unos años. No envejecía y no podía dejar que me descubriesen.
Después d muchos años, volví a la ciudad de mi gremio. Conocí a una mujer que se tropezó conmigo. Fue una situación graciosa. Nos caímos muy bien y, después de un par de años, ella me confesó sus sentimientos. En ese momento me di cuenta de que me fui enamorando de ella poco a poco sin darme cuenta.
Sin embargo, no todo era color de rosa. Su padre la había comprometido con otro hombre.
En secreto, ella y yo nos casamos, no sin antes contarle mi pasado. Y tuvimos un hijo que tenía mi pelo y mis ojos. Pero su prometido lo descubrió y la mató. Se quedó con nuestro hijo, pero yo me aseguré de que estuviese a salvo. Hablé con el maestro del gremio y padre del asesino de mi esposa y él me prometió que lo protegería. Le hable sobre el verdadero padre de mi hijo pero no le conté sobre mi pasado ni le mostré mi cara.
A lo largo de los años, viajé por todos lados.
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En otra dimensión
FanfictionUn fanfic sobre Naruto y Fairy Tail. Naruto va a otra dimensión. Naruto y Fairy Tail no me pertenecen. Pertenecen a sus respectivos creadores.