XXIII

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Muchos reos aullaron de completa alegría, incluso el mismo Theo quien se había alegrado mucho ante aquella noticia, finalmente, después de mucho tiempo era libre de irse de aquel lugar.

Poco a poco todos los convictos o ex convictos se fueron yendo hasta sus habitaciones buscando las pocas pertenencias que estos tenían en ellas y Theo se dio la vuelta para hacer lo mismo, cuando una mano lo tomó del hombro al voltear tenía a la doctora Martin detrás de él.

—Doctora Martin —dijo.

—Me alegra que finalmente salieras de este lugar, Theo, quizás no de esta manera pero siempre tuve fe de que te fueras de este lugar —la mujer lucía tranquila, incluso un poco alegre de ver a su paciente.

—Sé que ha estado intentando ayudarme todo este tiempo, solo que no quise escucharla porque ya sabe, usted no estaba viviendo lo que yo estaba viviendo en este infierno.

—Lo comprendo, sin embargo —la mujer se relamió los labios mirando a Theo a los ojos, algo le decía al chico que lo siguiente que le diría no sería algo bueno—. Quiero seguir ayudándote, con tú problema.

Notó el énfasis que hizo en dichas palabras, asumiendo que en realidad la mujer deseaba ayudarlo para seguir adelante con todo este asunto del Síndrome de Estocolmo, pero, ¿en realidad lo necesitaba? Es decir, de verdad le gustaba Stiles o eso pensaba, no estaba del todo seguro ante eso, quizás si o quizás no pero de una cosa se sentía muy seguro Theo: podría ayudarlo.

—¿Puedo pedirle un favor? —la mujer asintió—. Creo que conozco a alguien que necesita más ayuda que yo.

...

La puerta del confinamiento solitario se había abierto y Theo entró a esta mirando la oscuridad del sitio. Tuvo que convencer a la Doctora Martin y al teniente Mason para que lo llevaran hasta ese sitio, ya que como tal, no sabía nada de Stiles y no estaba seguro de a dónde lo habían llevado, y para su buena suerte: ahí estaba. El rostro de Stiles miraba el suelo, pero estaba consciente así que Theo se abalanzó hasta él para abrazarlo con mucha fuerza.

—¿T...Theo? —susurró Stiles con la voz débil, sintiéndose confundido.

—Lo has logrado, Stiles —susurró sobre su oreja—. Somos libres.

A través de la oscuridad, Theo pudo ver los ojos avellana de El Vacío los cuales lo vieron completamente sorprendido, sin creer en serio lo que le estaba diciendo, pero la sonrisa de Theo se lo estaba asegurando por completo: la pesadilla había terminado de una vez por todos, y después de mucho tiempo vio a Stiles sonreír.

—Somos libres, Theo.

Entonces sus labios se encontraron en un suave beso, en el cual a Theo no le importaba que los estuvieran viendo en ese momento, solo quería compartir el momento con él antes de darle la noticia de lo que haría por él, solo que el miedo de el rubio era que el castaño jamás le perdone por eso Theo velaba por el bienestar de Stiles y una parte de él le decía que en realidad podría cambiar. Separó sus labios de los del castaño para levantarse extendiendo su brazo para ayudar a levantarlo, saliendo ambos del confinamiento solitario y el rostro de Stiles cambió un poco al ver a la doctora y al teniente.

—¿Quiénes son ellos, Theo? —preguntó.

—Tranquilo. Él es el teniente Mason, él vio el vídeo de lo que hiciste y como filtraste también los videos para Seguridad Nacional eso llevó que se tomara una decisión del reformatorio.

—Has hecho bien, muchacho, sin embargo también por tus actos pensamos que deberíamos hacer algo al respecto.

Stiles entonces apretó con fuerza el brazo de Theo casi haciéndole daño a lo cual la mano del rubio comenzó acariciar los dedos de este, quien, miró al chico como desaprobando aquellas palabras.

—No se te van a presentar cargos, ni nada —aseguró Theo para tranquilizarlo—. Hice un trato con él y la doctora Martin.

—¿Cuál? —la voz de Stiles parecía ensombrecerse un poco, asustándolo.

—Quiero ayudarte, Stiles —le dijo tratando de lucir calmado—. Con tú problema, sé que puedes ser una mejor persona y la doctora Martin era una psicóloga del reformatorio, ella puede que tenga fe en ti y que puedas salir de esto adelante. El teniente junto con la doctora te ayudaran a mejorar como una persona.

Theo tragó saliva completamente nervioso, al menos, El Vacío había dejado de apretarle el brazo por lo que su rostro era ahora de asombro y de sorpresa, después su rostro pasó a ser una especie de sonrisa como la que le había mostrado dentro del confinamiento solitario abrazando entonces el cuerpo del rubio con fuerza quedando entonces sus rostros juntos.

—¿Estarás conmigo en todo ese proceso? —preguntó mientras que la frente de Stiles se había unido a la de Theo.

Theo asintió.

—En todo momento —confirmó.

Entonces, notó como Stiles parecía ser una persona diferente en ese momento, casi como si la parte de El Vacío se había esfumado de él para siempre. Entonces lo había vuelto a besar, algo lo cual Theo lo tomó como un pacto, lo habían pactado de esa forma.

Insane [Stheo/Steo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora