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"Quédate a mi lado"

No entendía porqué Jungkook me decía eso.

Me abrazó y no pude detenerme en la correspondencia. Estaba llorando y me daba tanta pena que me ocultaba en un pequeño refugio. Metía mi cabeza entre su cuello para poder olerlo pero el aroma que me daba sabía que parte de ella estaba confusa y triste. Por ella, por Sana.

Sabía quién era; y la tuve en mente muchas veces. Estaba mal que besara y deseara a su esposo. Lo sabía pero mi lobo lo comenzaba a proclamar tantos que me tiré ante un alfa. Ante Jungkook.

No me arrepentía. Había vivido y sentido lo que no había hecho en años.

Un deseo, un sueño, un cariño, un beso, un abrazo, unas palabras de amor. Las sentí sinceras y creía en él.

No quería pensar que el cariño que sentía por él era mera opción. Extenderme sólo porqué un alfa me tratará bien. Pero yo sabía, lo sentía. Me había ganado en tan poco tiempo y de mis hijos ni hablar.

Mis pequeños soles estaban cómodos a su lado y nada más me hacía feliz mas que verlos correr por la cosa o jugando entre ellos.

Durante mi pequeño lapso de tiempo en asilo bajo su casa. No mencionó si había encontrado un hogar para nosotros. Pensaba pagarlo o agradecerle con algo. Quedar en deuda no es lo mío.

Y ya estaba en un pago muy grande que pagarle a Jungkook. Porque la felicidad que me brindaba era enorme. Era de ensueño.

Ahora debía irme como en un principio se debía hacer. Al menos aproveché hasta la más mínima cosa.

Soy un adulto aunque no aparezca. Soy un padre y puedo con mis dos hijos.

Soy un humano y quiero felicidad.

Soy un Omega y deseaba a ese alfa aunque sabía que pertenecía a alguien más.

Me aferré a su abrazo. Lloraba y sabía el porqué. Era hora de regresar a mí vida de siempre. Vivir bajo un techo bonito o comer tres veces al día. No me pertenecía a mí.

Ese carro, esa casa, esa cama, este viaje. Nada de esto me pertenecía. Y aún así lo estaba usando. ¿Por qué?

Una parte de mí quería gritar y rogarle que fuera mío. Aunque sonará egoísta, pero que la dejará. No importa si regresaba a dónde vivía. Pero quería que estuviera con él. Quería restregarme todo el día para que mi olor estuviera impregnando encima de él y todos supieran que era mi alfa. Que yo lo quería mucho y que me gustaban sus besos y sus brazos como las sonrisas de mis niños.

Quería quedarme en ese abrazo toda la eternidad pero...el lado razonable entristecía a mí lobo. "No es tú alfa","Ya tiene a una pareja" Ya lo sé. Lo sé a la perfección. Sabía que me estaba metiendo con un hombre casado y estaba mal.

Meterme a una casa mientras la esposa no estaba. Ambos sabíamos que estaba mal. Y así como en las películas pude haber sentido las mariposas en mi estómago.
También había sido parte de una aventura.

-Tae...- Me habló con su voz. Con esa voz que estaba quebradiza en ese momento. Me preocupe, quise separarme para verlo pero no me dejó. Me tomó más fuerte y acarició mis cabellos. Un tacto dulce que sería relajante pero no en ese momento.

-¿Por qué quieres irte? Sólo dije que ella había llegado a la casa...¿Pero por qué te quieres ir? No entiendo. Después... después todo ¿Te quieres ir?-

Me quedé pensando en sus palabras. Era una pregunta y la respuesta más obvia era no. No me quería ir. No algo que quisiera. No, quería quedarme con él y dormirme. Qué en un ruido fuerte sus mimos fueran lo que me tranquilizaran.

Hysteria |Kookv|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora