Capítulo I

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—Digamos que existe un Yo, que es interno (YI), que es propio, y que es privado. Añadamos, además, que existe un Yo, que es social (YS), que determina la interacción y, a su vez, la forma de vincularse con un otro —respondo, con las manos frías, cruzando las piernas— Mi confesión es —musito, respirando hondamente— ... que, me caga el Yo Social de mi pareja, al contrario de su Yo Interno, aspecto del que estoy completamente enamorado.

—A ver, Elle, y ¿qué componentes tendría el Yo Social de Light?, que te molesta tanto —pregunta Takada, mi psicóloga, acomodándose los lentes.

—Es que necesita atención del resto todo el tiempo, siempre quiere estar con sus amigos, se queda hasta tarde tomando con ellos, es como si fuese adicto a la aprobación de los demás.

—¿Y no compartes con sus amigos?

—No me agradan mucho sus amigos. Además, de que son SUS amigos —recalco—. No quiero ser una chapa en su mochila, no quiero que me tenga como llavero. Y su amigo, Mikami, está detrás de él todo el tiempo.

—Y, ¿quién es este Mikami?

—Es un compañero de la universidad, que es más similar a Light que yo. Digamos que... Mikami se viste con mucha elegancia, al igual que él, es también más amistoso, le gustan los mismos bares, le encanta estar en grupos grandes... —Kyomi me escucha con atención, y anota un par de cosas en su libreta.

—Y, ¿cómo es el Yo Interno de Light? —pregunta, mirándome fijamente.

—Uf, es que es todo lo contrario —contesto, dejando caer la espalda en el sillón unipersonal en el que me encontraba—. Es cariñoso, es amable, me atiende, me pregunta cómo estoy todo el tiempo, si es que me siento cómodo a su lado, me hace masajes, cocinamos juntos, vemos películas, las comentamos, hacemos el amor... —sonrío al rememorar esos episodios—. Es perfecto. Todo lo conversamos, nos apoyamos, hablamos durante horas...

—Entonces, en su intimidad está todo bien.

—Exacto. Nuestros problemas siempre surgen en la universidad. Porque cuando estamos con gente ya no puedo besarlo o abrazarlo tanto, porque le molesta, le fastidia enormemente.

—Es decir, sientes que cuando Light está con otros, te rechaza —asiento su afirmación—. Entonces, ¿tú piensas que Light te deja de querer cuando está con otros?

—No, o sea... sí, un poco, porque, como lo que conversan sus amigos me parece trivial, aburrido y en ocasiones, inmensamente absurdo, sólo le presto atención a él, y como sólo me dedico a mirarle, pues se siente incómodo.

—Elle, y tú ¿tienes amigos dentro de la universidad con quienes juntarte?

—Tenía, pero por ciertos acontecimientos nuestros horarios no calzan y, por lo tanto, con la cantidad industrial de cosas que hay que estudiar, pues nos vemos poco y nada. Lo que queda de nuestra interacción son audios o mensajes de texto.

—¿Los extrañas?

—Por supuesto. Extraño muchísimo a Matt y a Near.

—Elle, tú me comentaste que —se acomoda los lentes nuevamente, y lee los apuntes de su libreta— "ciertas circunstancias" provocaron que sus ramos no calzaran, ¿verdad?

—Sí, exacto.

—¿Cuáles fueron esas circunstancias?

—Uf, es que ese es un lío aparte —me observa comprensivamente, invitándome a continuar—. Digamos que Matt y Near no consiguieron llevarse bien entre ellos, tuvimos dificultades en la carrera, con los avances para hacer trabajos. Yo sigo siendo amigo de ambos, pero entre ellos ya no lo son. Y... bueno, el semestre después de la discusión entre ellos, yo tomé ramos con Near se enamoró de mí y se puso súper obseso con el tema, así que decidí tomar ramos sólo con Light y ahí fue donde me quedé sin amigos.

—Uf, qué situación tan difícil.

—Créame que sí.

—Y de tu familia, Elle, ¿quién más sabe que te intestaste suicidar?

Bajé la vista mordiéndome los labios.

—Nadie. Sólo lo sabe Light.

—Y, ¿de tus amigos?

—Tampoco... nadie.

***

Salgo de la consulta, y apenas lo hago, Light, que estaba leyendo un libro en la sala de espera, me sonríe.

—Que estés bien, cuídate mucho —se despide mi psicóloga, dándome la boleta y sonriendo tanto a Light como a mí antes de retirarse a su despacho.

Light se levanta, se aproxima, y una vez cerca de mí, entrelaza nuestros dedos y me da un dulce beso en los labios.

—¿Nos vamos? —pregunta.

—Sí, por supuesto.

Me toma de la mano y comenzamos a caminar por la calle.

—¿Qué tal?, ¿cómo estuvo?

—Bien... —contesto, todavía muy absorto en mí—. Para ser la segunda sesión estuvo intenso —se ríe.

—¿Cómo te sientes con la psicóloga?, ¿es buena?, ¿qué te dijo? Sólo lo que puedas contar, no te sientas presionado.

—Takada me agrada. Le conté de Near, de Mello, de lo solo que me estaba sintiendo en la universidad. Cosas como esa.

Es difícil explicar cómo me siento, es una angustia permanente, una opresión en el pecho constante. A veces me duele la cabeza y tengo pesadillas muy a menudo. Me acompaña un sentimiento de no ser suficiente, de que mi autoestima es nulo.

—Volverás a brillar, Elle. Tómatelo con calma, esto es un proceso, y yo te voy a acompañar en todo lo que necesites, ¿de acuerdo? Cuenta conmigo.

Le sonrío, nos besamos.

Light fue quien me obligó a ir al psicólogo, quien me llamó incesantemente la noche que estaba acuchillándome. Hago esto más por él que por mí... yo no sé si voy a conseguir salir de este estado algún día.

Tengo tanto miedo de mí.

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⏰ Última actualización: May 13, 2019 ⏰

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Antes del Adiós (Death Note/Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora