Polos Opuestos

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🔥Alexa🔥

No entendía nada,me costo unos cuantos minutos estabilizar mi subconsciente,fue una muy mala experiencia,aunque no fue real si que me jugo una mala pasada, estoy sentada aun en el sillón beige de terciopelo, creo que estoy en el ala principal, el lugar es acogedor, una pequeña mesa surca el centro de esta y el resto esta acompañado de la despampanante mueblería, las paredes son blancas e infinidades de cuadros las decoran, es un muy lindo lugar.

—Alexa—me llama por mi nombre,cada vez que lo hace con ese tono logra ponerme los pelos de punta.

—Si—murmuró, aunque no se con certeza que fue lo que pregunto.

—Ya es tarde, ¿Quieres que Rodolf te lleve a casa?—Bufa un poco preocupado,pero no entiendo por que,veo que constantemente mira al pasillo,como si estuviera alerta a quien se apareciera por este.

—No—niego de inmediato.

"¿Por que haces eso Cleark?  Claro que quiero que me lleves a casa,pero tu..."

Tomare un taxi,no te preocupes —le interrumpo antes de que pueda decir algo.

—Es tarde Ale—Se rasca su nuca como si estuviera estresado o algo así,pero sin embargo me encantaba el diminutivo que le daba a mi nombre,y como lo pronunciaba con tanta ternura. —Son las tres de la mañana,ni loca te iras en un taxi, te quedaras.

Se puso de pie y yo lo imito,caminamos por un largo pasillo,que esta repleto de una colección entera de pinturas de caballos,es bonito ver tanto arte en una sola casa,al terminar este me abre la puerta de una habitación,es bastante amplia para mí,esta amoblada y una pequeña mesilla de noche acompaña la cama.

—Dormirás aquí —me indica al momento que se dirige al baño y trae consigo una bata y dos toallas.—Te puedes bañar si gustas,y pues te aconsejaría que te quitaras la ropa.

Eso ultimo sonó bastante sexy,pero no entendía como podía estar tan serio,su boca formaba una linea sin expresión,indudablemente algo le sucedía.

—No quiero darte problemas Alex,lo mejor sera que me marche—recojo el bolso que había dejado en la cama y me dirijo a la puerta.

Su robusto cuerpo me lo impidió,y por fin en todo este tiempo esboza una medio sonrisa.

—Lo siento—agacha la cabeza como un niño regañado,era obvio que había notado mi expresión. —No eres tu,solo que tengo algunos inconvenientes familiares,no salgas de la habitación por favor.

Me lleva hasta la cama,me sienta sobre esta y dejo caer mi cuerpo en la espesa colcha que cubre la cama. Sus alargados dedos se deshacen de mis tacones, este hombre si que sabe como volverme loca.

—Te dejo entonces para que te duches linda—me plasma un pequeño beso en la frente y se pierde por el pasillo.

Me quedo un rato en la esquina de la cama, aun estoy un poco confundida con mi sueño,no entiendo a que vino eso,fue tan raro,dicen que los sueños se alimentan de nuestros pensamientos o acciones vividas,y se que no estoy en la mejor tónica con Susan ¿pero por que soñaría eso?

Me pongo de pie y camino hasta la ducha,es un baño muy hermoso,una tina reposa al lado inferior y muchos gabinetes adornan este. Al parecer esta casa es una joya. Me despojo de mi ropa,pongo a llenar la tina y al mismo tiempo me quito toda la pestañina que ha quedado regada por todo mi párpado.

—¿Puedo pasar?—tocan a la puerta de la habitación. La voz no suena como la de Alex,siquiera como la de Rodolf,es una voz masculina mas adulta que la de Alex pero no tanto como la del chófer.

Nuestro PactoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora